¿Feliz 2016?: La economía española antes y después del 20-D.

Admin, 05/01/2016

 

Daniel Iborra Fort,

Notario de Vilafranca del Penedès

 

 

Lo que he apreciado en el despacho, más que un crecimiento de operaciones, que ha sido modesto, es un cambio en los receptores del crédito.

Durante el período del boom, iba destinado, en su mayor proporción, a la inversión inmobiliaria y a un consumo suntuoso que no se correspondía con el nivel de renta de los consumidores, lo que provocó una inflación de precios en los inmuebles y un crecimiento del déficit comercial exterior y del endeudamiento general, hasta niveles históricos.

Ahora se concentra, fundamentalmente, en el sector productivo, por lo que al mejorar su solvencia, se asegura el crecimiento de la producción, del empleo y hasta de los ingresos públicos y las prestaciones sociales.

De esta manera, se están asentando las bases para un crecimiento más estable y real, siendo difícil que alcancemos el ritmo vertiginoso de los años de la burbuja inmobiliaria, cuyo motor principal fue el crédito (y no el trabajo).

Nuestra previsión para el 2016 es que, si continuamos la política de ajustar los gastos a los ingresos públicos (a la que estamos obligados por nuestros compromisos con la UE.) y en mejorar la competitividad de la economía, el crecimiento puede seguir.

Pero si, como consecuencia de la inestabilidad política cambiamos de dirección, seguramente para los mercados financieros no tendremos la misma solvencia y los tipos de interés subirán a un nivel difícilmente asumible para los ciudadanos, las empresas y el sector público que acumula un endeudamiento creciente derivado de la falta de ajuste de su gasto a la reducción de ingresos que se produjo durante nuestra gran crisis.

En esta situación de pérdida de confianza exterior, la disminución del gasto público se tendrá que acelerar e intensificar, dado el incremento de los costes financieros que se irán comiendo una mayor proporción de recursos.

Este ajuste traumático lo tendrán que ejecutar políticos que han prometido mejorar las prestaciones, con la consiguiente decepción social.

Es lo que está actualmente pasando en Grecia que a lo que se llama la “rendición de Tsipras ante los acreedores” (recorte de pensiones, desahucios, edad de jubilación…) de momento, en menos de un mes (12 de noviembre y 3 de diciembre) ha costado al gobierno 2 huelgas generales, con las correspondientes manifestaciones de ”indignados”.

Uno de nuestros principales problemas es el deterioro progresivo de la calidad de nuestros políticos estimulada por la falta de responsabilidad por su incompetencia o por el fraude a los ciudadanos. Basta comparar el nivel profesional de los que crearon la Constitución con los que actualmente pretenden modificarla o sustituirla.

A bastantes de ellos se les puede aplicar lo que se criticaba de la “nueva cocina”, “nada en el plato, todo en la cuenta”, adaptándolo por el “nada en la gestión, todo en la  propaganda”.

Vilafranca del Penedès, 14 diciembre de 2015. Daniel Iborra Fort

 

* Breve respuesta al cuestionario de PENEDÈS ECONÒMIC sobre cómo, desde una notaría, se ve nuestra actual situación económica y su previsión para el 2016.

 

SECCIÓN OPINIÓN

ETIQUETA DANIEL IBORRA

Clos La Plana en Sant Pere de Ribes (Barcelona). Por Mick Stephenson

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