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«Aquello también fue vida». Novela de Julio Burdiel Hernández.

“AQUELLO TAMBIÉN FUE VIDA”

Novela de Julio Burdiel Hernández.

Editorial Point de lunettes. Sevilla. Junio 2019.

 

 RECENSIÓN:

“El que fue notario de Madrid, Director General de los Registros y del Notariado y Premio Notarios y Registradores en su II Edición, Julio Burdiel Hernández, ha publicado una novela que sitúa en Salamanca, en su mayor parte en un colegio de religiosos, cuya acción discurre durante el primer decenio de 1940.

El entorno vital en la ciudad es de gran penuria, hay racionamiento y escasez de alimento, la mayor parte intervenidos; el carbón es de mala calidez tanto para cocinar como para calentar y en pocos edificios hay calefacción. Se padece frío y se siente hambre. Los servicios municipales son muy reducidos. El ambiente, en sus diversas manifestaciones, es intenso, duro y con frecuencia agobiante. Todo esto se refleja en el colegio al que concurren los protagonistas de la novela, niños de familias de clase media que con diez u once años comienzan el bachillerato.

El colegio es el de los HH Maristas, una congregación de religiosos sin ordenar, fundada por un sacerdote francés, el venerable Marcelino Champagnat, hoy santo, que sobre la base del amor a la Virgen tiene como misión la enseñanza a los niños, con disciplina preventiva y prohibición del castigo físico, y con la práctica del canto y de la educación física. En 1940 abre sus puertas a la enseñanza de bachillerato y acoge a los cuatro primeros cursos. No tiene internos ni mediopensionistas y el horario es muy flexible. El edificio del colegio, cerca de la iglesia de San Juan Bautista o de Barbalos, es una casa de vecindad grande de dos plantas, con un gran patio y otro pequeño a la espalda.

Los protagonistas son los niños que estudian el primer curso, y la novela se enfoca en el sentido de mostrar cómo les afecta el ambiente en que les ha tocado vivir. En su dimensión política, de la que solo se presenta con una ligera pincelada, no les afecta, salvo el rito que cada mañana, antes de empezar las clases, se lleva a cabo en el patio. La dimensión religiosa es la de mayor impacto. Las relaciones se presentan en su vertiente horizontal, cómo interactúan entre ellos; primero, en su conjunto; luego, en un grupo de amigos; después se concretan en dos, el protagonista, Eulogio, y el amigo más cercano, Miguel. Las relaciones en forma vertical, con los profesores, solo se presentan cuando se produce un conflicto.

Aunque el ambiente general es muy duro, los niños lo soportan mejor que las personas mayores, porque aún no tienen capacidad crítica ni referencias anteriores y piensan que la vida es como la que a ellos les ha tocado vivir. Por otra parte, si hay sufrimiento, no se le endosa al Colegio o a los profesores, no se trata de presentar a niños maltratados, como hacia Dickens para suscitar compasión. El sufrimiento es interior, producto de la forma en que según el ambiente general se realiza la práctica religiosa y se penalizaría su incumplimiento. Incluso, algunos niños se infligen a sí mismo más sacrificios, más acciones y más propuestas de las que son comúnmente admisibles porque quieren llevar a extremos impensables esa práctica, como es el caso del protagonista, Eulogio.

Eulogio, un niño físicamente débil pero inteligente, padece un doble impacto: dentro de su vida familiar y en el colegio. En su familia por el derrumbe económico que ésta ha padecido. En el colegio, porque desea vivir una vida corriente pero llevada al extremo, situación que se  ve complicada al presenciar una muerte, seguida de una ocasional pulsión de atracción femenina y por desobedecer a su padre yendo al cine, lo que le impulsa a realizar algo impensable, con lo que se adentra cada vez más en la zona oscura de la vida. Su actitud contrasta con la de su amigo Miguel, que intenta ayudarle rebajando su intensidad emocional para evitar lo que pretende hacer, pero no lo consigue, solo evita que aparezca el nombre de su amigo para que no salga estigmatizado.

La novela no sigue el formato clásico. Hay dos partes, la primera es un relato que hace Eulogio, años después ya instalado en la vida, de lo que han vivido en el colegio, relato que envía a Miguel pidiéndole que ponga un epilogo, en el que lo critique y, sobre todo, que le ponga un ejemplo de porqué él, Eulogio, ha tardado tanto en salir de la zona oscura. Miguel escribe el epílogo, en el que tras algunas consideraciones y una breve crítica, narra el ejemplo que le pide su amigo y, a la vez, de forma alusiva explica cómo él ha conseguido ir saliendo de la zona oscura, lo que no está libre de dificultades.

Aunque no se explicita, se puede colegir que se está en la zona oscura cuando se acepta el sentido de la vida imperante sin tener criterio personal propio, y en la clara, cuando se acepta un sentido de la vida con un criterio propio.

En cuanto al estilo, el autor adopta la claridad y la eufonía del lenguaje, intentando que las frases no sean largas ni complicadas, y que la lectura se deslice con suavidad, sin trabas que la detengan.

"Aquello también fué vida" es una novela de Julio Burdiel Hernández, ambientada en Salamanca.

«Aquello también fué vida», novela de Julio Burdiel Hernández.

La novela en   

 

JULIO BURDIEL PREMIO NOTARIOS Y REGISTRADORES 2013:

Editorial Point de lunettes. Sevilla

Breve historia de los Maristas de Salamanca

Carta en Salamanca al Día