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Laudatio de Juan José Rivas Martínez, por Inmaculada Espiñeira Soto

LAUDATIO DE JUAN JOSÉ RIVAS MARTÍNEZ CON OCASIÓN DE LA ENTREGA DEL PREMIO NOTARIOS Y REGISTRADORES 2019 

 

INMACULADA ESPIÑEIRA SOTO

PRESIDENTA DEL COMITÉ DEL PREMIO 

 

Quiero dar la bienvenida a Juan José Rivas, a quien agradecemos que haya aceptado el premio, a su familia, a sus muchos amigos y compañeros aquí presentes, entre ellos, a su preparador Carlos Huidobro, a todos los compañeros premiados en anteriores ediciones, especialmente a Carmen de Grado que nos acompaña, a los catedráticos de Derecho Civil, Álvaro Nuñez y Pedro A. Munar, que están con nosotros y que junto con otros doctos son artífices de la Revista de Derecho Civil y a los compañeros del equipo de redacción de la página web notarios y registradores,

Buenas noches,

Con motivo de la concesión a Juan José Rivas Martínez del Premio Notarios y Registradores en su VII edición, recordé una Sentencia de la AP de Pontevedra de 12 de febrero de 2015, resolución número 54/2015, que se apoya en la doctrina de RIVAS MARTINEZ, al que cita expresamente para resolver el siguiente supuesto: en un testamento una persona instituye única heredera a otra y sustituía a la heredera por sus descendientes para el solo caso de premoriencia. Causante y heredera fallecen simultáneamente en un mismo accidente.

 La sentencia de instancia sostenía que al no preverse en la sustitución expresamente la conmoriencia sino solo la premoriencia, no debían entrar como herederos los sustitutos y debía abrirse la sucesión intestada.

La Sala, revoca la sentencia de instancia y considera que el supuesto de conmoriencia es el mismo de premoriencia a los efectos de la sustitución, se apoya, entre otras, en la doctrina de RIVAS MARTINEZ al que cita expresamente. “Para RIVAS MARTÍNEZ, en el caso de conmoriencia entre el testador y el sustituido, si la cláusula testamentaria no comprende todos los casos en que puede nombrarse un sustituto, o previéndose solo la premoriencia, tendrá lugar la sustitución a favor del sustituto vulgar y ello, porque el heredero sustituido no puede llegar a ser heredero por no sobrevivir al momento de la apertura de la sucesión, solución que se desprende -a juicio del autor-, con toda claridad del artículo 33 del Código Civil español”.

Al reflexionar sobre esta noche y sobre el premio que en representación de la familia que componemos la página web notariosyregistradores.com, iba a entregarle, llegué a la conclusión de que una de las razones por las cuales nos sentimos halagados de hacer entrega de este premio a Juan José Rivas, es por la claridad y sencillez con la que afronta en sus trabajos la resolución de cuestiones jurídicas que afectan al ciudadano en su vida diaria.

Hace ya muchos años que llegó a mis manos un libro de tapas granates con letras doradas, titulado “Derecho de Sucesiones Común y Foral”, dividido en varios volúmenes; su autor, Juan José Rivas Martínez, notario y registrador, respondía preguntas y resolvía problemas que inquietaban e inquietan a los profesionales que vivimos el Derecho, algunos de ellos, temas clásicos, que todo jurista se ha planteado o se planteará en algún momento de su trayectoria profesional.

Desde entonces, este libro, en unión de otros, me acompaña en mi quehacer diario; está escrito por una persona que ejercita el Derecho como de inmediato percibe el lector; sorprendentemente, resuelve el autor- nuestro homenajeado- temas sucesorios complejos de forma sencilla con lenguaje claro y preciso como debe expresarse un notario al redactar una escritura.

El propio Antonio Ipiéns Llorca (Premio Notarios y Registradores en su I Edición) al que le hizo llegar diez temas antes de comenzar la elaboración del Libro, habló de la claridad extrema que destilaban.

Solamente por su obra cumbre, su tratado de Sucesiones y por el resto de sus escritos y por su labor como notario y registrador a pié de calle, merecería este premio sin más logros añadidos pero otras facetas de nuestro homenajeado son igual de admirables…

Probablemente, la claridad en la redacción de sus escritos se ha visto favorecida e impulsada por su entorno familiar. Juan José nace en Madrid el 22 de junio de 1941 en el seno de una familia de botánicos, su abuelo, su padre y su hermano Salvador fueron catedráticos de esa disciplina en la Universidad Complutense, hasta el punto de que se ha dicho- nos recuerda José Félix Merino en su apunte bibliográfico- que la botánica en España durante el siglo XX no puede ser entendida sin la familia Rivas; crecer, madurar con mentes científicas propicia la luminosidad y esquematización de ideas.

Se educa en Madrid y cursa sus estudios en la Universidad Complutense, entre 1958 y 1963. Tuvo como mentores renombrados catedráticos. Entre ellos, Ursicino Álvarez y Juan Iglesias en Derecho Romano; García Gallo, en Historia del Derecho; Federico de Castro en Civil y a Garrigues en Mercantil, o Guasp en Procesal. Guarda un especial cariño a Nicolás Pérez Serrano, que impartía Derecho Político.

Aprueba registros en 1968 y al año siguiente, 1969, notarias y he aquí otra de las varias razones para rendirle este homenaje, Juan José alternó sus destinos, concursó a veces como notario y otras como registrador y ha sabido conjugar ambas funciones.

 Comenzó su andadura profesional en el Registro de BELMONTE DE MIRANDA, en el centro de Asturias, y luego en SEPULVEDA -RIAZA (Segovia), éstos servidos por un mismo registrador.

 Su primera notaría estuvo en COGOLLUDO (GUADALAJARA) y a los pocos meses se trasladó a PUERTO DEL ROSARIO, en la isla de Fuerteventura.

Su hija Amanay (nuestra compañera) tiene nombre majorero.

Años después, sea por su afán de conocimientos o por superación profesional, se presentó de nuevo a las Oposiciones Libres y volvió a sufrir ante el Tribunal, la hora y media que duraba, entonces, el primer ejercicio. Obtuvo una calificación suficiente para obtener notaría de primera, lo que le permitió concursar a la plaza de GETAFE, donde permaneció durante 16 años, entre 1979 y 1995, contribuyendo al nacimiento de una etapa de oro del notariado en el cinturón sur de Madrid, acompañado de figuras tan destacadas como JOSE MANUEL GARCÍA COLLANTES, PEPE ORDOÑEZ O o MARTÍN GANCEDO. Cuando, al final concursó, Pepe Ordóñez dijo de él en su partida “Hito se va. El Sur ha perdido el Norte”.

 También fue notario de Madrid capital, a partir de 1995. Sin embargo, la parte final de su actividad la desarrolló como registrador, primero en NAVALCARNERO (MADRID) luego en ARONA-LOS CRISTIANOS (TENERIFE), en DOS HERMANAS (SEVILLA) en plena cuenca del Guadalquivir, y, finalmente, en RIVAS-VACIAMADRID.

Recuerdo que durante mi estancia en Tenerife acudí a una conferencia que impartió sobre el artículo 831 del CC, conferencia estructurada y amena; su criterio, sobre algunas de las cuestiones que este artículo suscita, ha sido asumido también por diversos pronunciamientos de tribunales, entre ellos, por la SAP de Madrid numero 461/2015 de 12/02/2015.

El ejercicio secuencial y continuado de ambas profesiones ha favorecido su visión global del Derecho Privado.

En todas sus obras, sean extensas o sean artículos sobre materias concretas, trasluce el profundo convencimiento que tiene sobre el valor inherente de ambas profesiones.

Juan José es un hombre polifacético, familiar y viajero, amante de la naturaleza y deportista, distinguido jurista, un hombre renacentista, en suma. 

 Nuestro premiado en su artículo, “La doble venta a la luz de las nuevas sentencias del Tribunal Supremo”, revista número 27 de los Registradores de Madrid, trata sobre la eficacia de la inscripción; en una tarde-noche mágica como ésta, recordamos fragmentos:

 “La inscripción que se realiza en el Registro de la Propiedad no tiene virtudes…. mágicas de convertir en válido lo que en la realidad es nulo… Pero la inscripción a través de sus efectos legitimadores otorga al titular inscrito un poder extraordinario de disposición para transmitir válidamente el derecho inscrito, cumpliéndose determinados requisitos en el adquirente”.

Estas claras palabras del autor ponen de relieve la importancia de que el acto o negocio jurídico surja al tráfico jurídico bien cimentado desde sus fases previas; cuanto mayor sea la eficacia ofensiva de la inscripción, mayor debe ser la calidad jurídica de los títulos que acceden a los registros.

Solamente por su obra cumbre, su tratado de Sucesiones y por el resto de sus escritos y por su labor como notario y registrador a pié de calle, merecería este premio sin más logros añadidos pero otras facetas de nuestro homenajeado son igual de admirables.

Su labor docente. Decía Baltasar Gracián en su obra “El Arte de la prudencia” que “un hombre sin conocimientos es un mundo a oscuras” y nuestro premiado- notario y registrador con experiencia indubitada en el desempeño de ambas funciones- fue adquiriendo conocimientos, madurez profesional y estas habilidades no las guardó para sí, sino que las transmitió a otros; formó a otros letrados y al personal de sus distintos despachos.

 Durante alrededor de 20 años impartió el Máster para el Acceso a la Abogacía en la sede del Colegio de Abogados de Madrid. Impartió Derecho Inmobiliario en la Universidad Carlos III y también ejerció como profesor auxiliar de prácticas en la Universidad Complutense bajo la batuta del catedrático M. Albaladejo. 

 Fue preparador de opositores a notarías y registros. De hecho, alrededor de veinticinco profesionales de ambos cuerpos han pasado por su disciplina y magisterio. Su sistema era el de estudio y acumulación: quince nuevos y repaso. Otros quince nuevos y, luego, repaso de los treinta. Y así sucesivamente hasta dominar todo el programa.

 Desarrolló trabajos corporativos de forma desinteresada y fue presidente de un Tribunal de oposiciones a Notarías en el año 1998, tras su experiencia con anterioridad, como secretario en el Tribunal de las oposiciones de 1990.

Su visión global e integradora.- Traslado sus conocimientos y experiencia, tejiendo lazos de confraternidad con países hermanos.

 Son muchos los países de la América Hispana que ha visitado, sobre todo por motivos docentes o como ponente de congresos: Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Guatemala, México… con todos tiene fuertes vínculos y de todos ellos guarda gran recuerdo pero es Cuba el que lleva en el corazón con más hondura, país del que ha recibido numerosos premios y reconocimientos públicos, entre ellos, la medalla por el 280 aniversario de la Universidad de La Habana, solo en posesión de tres personas.

Un hombre polifacético, familiar y viajero, amante de la naturaleza y deportista, distinguido jurista, un hombre renacentista, en suma, como nuestro homenajeado, también precisa para acrecentar sus cualidades y habilidades de personas en su entorno que le apoyen por ello quiero agradecer a María Ángeles, su esposa, que le haya acompañado en su trayectoria personal y profesional, guapa mujer, también de mente científica, licenciada en ciencias físicas y magnífica matemática y dar las gracias, igualmente, a sus tres hijos, Amanay, Juan José y Gonzalo; especialmente a su hija, Amanay, nuestra compañera, notaria, que sigue la senda de su padre y se asoma ya como jurista con rigor.

Feliz y mágica noche a todos.

VÍDEO CON SU INTERVENCIÓN:

ENLACES:

Discurso de José Ángel García Valdecasas al recibir la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort

DISCURSO ENTREGA DE CRUCES DE SAN RAIMUNDO DE PEÑAFORT

JOSÉ ÁNGEL GARCÍA VALDECASAS BUTRÓN

(con ocasión de recibir la Cruz de Honor)

 

Palacio de Parcent

18 de abril de 2018

 

Excmo. Sr. Ministro de Justicia, Ilmo. Sr. Director General de los Registros y del Notariado, Ilma. Sra. Decana del Colegio de Registradores, querida familia, queridos compañeros y amigos que hoy nos acompañáis:

No por obligado soy menos sincero si expreso el agradecimiento que llena mi corazón en estos momentos.

Agradecimiento al Ministerio de Justicia, que quizás debiera recuperar, a estos efectos, el nombre que tuvo hasta la segunda República de Ministerio de Gracia y Justicia, agradecimiento al Ministro como Presidente de la Orden de San Raimundo de Peñafort, Gran Cruz él mismo desde el año 2004, agradecimiento al Director General de los Registros y del Notariado, por su propuesta, agradecimiento al Colegio de Registradores, a su actual Decana y a mi profesión que lo ha hecho posible, agradecimiento también a mi esposa e hijos que siempre han comprendido y me han apoyado en mi tarea y agradecimiento a todos los que hoy nos acompañáis en estos entrañables momentos.

La Orden de San Raimundo de Peñafort se crea por Decreto de 23 de enero de 1944, cuyas primeras palabras de su preámbulo conviene recordar en estos momentos de zozobra y desorientación jurídica. Decía así: “La grandeza de los pueblos se mide tanto por la heroica virtud de sus hijos como por el fulgente esplendor de la Justicia”.

Con ella se trata de enaltecer tanto a las personas como a las profesiones que representan.

Yo por mi parte me declaro plenamente inocente de las causas, efectos y consecuencias de esta distinción. Es mi profesión, que me ocupó 45 años, lo verdaderamente importante. Mi profesión ha sido mi entusiasmo, mi justificación, mi apoyo, mi pasión, mi forma de encarar la vida.

En ella me ha tocado vivir una época jurídicamente fascinante, apasionada y apasionante.

El autor analiza problemas como la avalancha legislativa o las leyes «a medida», la necesidad de unidad legislativa ante la dispersión autonómica y reprocha los vaivenes regulatorios.

Lo primero que siempre me ha llamado la atención y contra lo que creo que debe lucharse es con la  proliferación legislativa.

En nuestro estado autonómico tenemos que digerir cada año casi un millón de páginas de boletines oficiales. Pues bien para un jurista, por bueno y estudioso que sea, es ontológica y físicamente imposible tratar de barajar semejante información.

Y efectivamente se hace mucho derecho pero por desconocimiento muy poco se cumple, pese a la vieja norma de nuestro Código Civil de que “la ignorancia de la Ley no excusa de su cumplimiento”. La seguridad jurídica, la justicia, la salud del Estado y de la nación exige poner término a esta avalancha legislativa.

Conviene recordar, aunque ya haya pasado el año de Cervantes, el consejo que por su boca da Don Quijote a Sancho al hacerse cargo del gobierno de la ínsula Barataria: “Querido Sancho: No hagas muchas pragmáticas, y si las hicieres, procura que sean buenas, y sobre todo que se guarden y cumplan, que las pragmáticas que no se guardan lo mismo es que si no lo fuesen.

Ya Carl Schmitt calificó el siglo XX como  el siglo de la “legislación motorizada” y no creemos que a ello se le ponga remedio en el siglo actual, tal y como han transcurrido las distintas legislaturas. Este fenómeno, estudiado con detalle por Aurelio Menéndez Menéndez, hace decir a la doctrina que todos los años son años de leyes, aunque últimamente, lo que es de agradecer, estamos teniendo un respiro por la especial composición de nuestro Congreso de los Diputados.

Tenemos que poner fin a esta explosión, a este tsunami legislativo, pero no sólo a la multiplicación, sino también a las dudas que en su aplicación se originan por la defectuosa redacción de muchas normas legales pese al esfuerzo que se hace desde los servicios técnicos de los distintos Ministerios, y en especial del de Justicia, por mejorar, pulir y completar las normas que les llegan de otros Ministerios.

Debemos y tenemos que evitar las leyes hechas a la medida, de las que tenemos muchos ejemplos, incluso en leyes generales, como la Ley Concursal, las leyes para solución de problemas coyunturales que nada más nacidas ya han muerto, las llamadas leyes espectáculo que se dictan cara a la galería mediática y que son difícilmente ejecutables o que crean problemas donde antes no existían, las llamadas por la doctrina leyes venganza en que se trata más de injuriar que de reparar, las leyes sectarias o ideológicas, tremendamente perjudiciales para la sociedad, y que abonan más proliferación legal pues al cambiar el signo del gobierno son sustituidas por otras de  sentido contrario o, para terminar, las leyes placebo que ni siquiera lo son.

Pero pese a esta proliferación, de forma paradójica,  en otras esferas del derecho, echamos de menos normas que contribuirían eficazmente al mejoramiento económico y a la seguridad jurídica.

Me refiero al futuro, Reglamento del Registro Mercantil.

Propugna la publicación de un Reglamento de Bienes Muebles o, mejor, un Código de Garantías Mobiliarias y que acabe de ver la luz un nuevo Reglamento del Registro Mercantil.

Son tantas, tan variadas y tan trascedentes las reformas producidas en el ámbito societario desde su última reforma en el año 1996, que es urgente su publicación. Por citar sólo algunas recuerdo la Ley concursal de 2003, con sus innumerables reformas posteriores que exige el ya un anunciado texto refundido, la ley de sociedades profesionales de 2007, la Ley de Modificaciones Estructurales de Sociedades Mercantiles de 2009, la misma Ley de Sociedades de Capital de 2010, sus posteriores reformas contables, en materia de convocatorias de juntas, de retribución de los administradores, etc, etc. Todo ello creo que hace necesaria su publicación inmediata pues además parece que está prácticamente concluido.

Otra norma que considero necesaria y urgente es promulgar un Reglamento del Registro de Bienes Muebles, aunque lo ideal sería un verdadero Código de Garantías Mobiliarias. Los bienes muebles se están revelando cada vez más como verdaderos motores de la recuperación económica pero lo serían aún más si se tuviera un marco jurídico seguro y adecuado a su verdadera naturaleza que diera garantía a los inversores y a los mismos consumidores.

En cambio sólo alabanzas merece la última Orden del Ministerio de Justicia de 21 de marzo, en la que al hilo de la aprobación de los nuevos modelos de cuentas anuales se introduce un nuevo formulario al amparo de la Directiva (UE) 2015/849 antiblanqueo.

Es el formulario llamado de declaración del titular real. Este formulario no viene a desplazar ni a minimizar la importancia de cualquier otra base de datos de titulares reales existentes en nuestra legislación. Antes al contrario servirá para complementar y para llegar, por medio de la publicidad registral, hasta donde no puedan llegar otras bases de datos en el sentido querido por la futura V Directiva contra el blanqueo de capitales.

No puede ser objeto de crítica, ni debe causar desasosiego a nadie, la existencia de esta nueva base de datos de titulares reales que se creará en los Registros Mercantiles sobre el soporte de los depósitos de cuentas.

Si gracias a estas dos bases de datos, entre las cuales debe establecerse la más sincera, leal y eficiente colaboración, podemos evitar un solo atentado terrorista con su secuela trágica de dolor y sufrimiento, bienvenida sea esta base de datos y bien venidas sean todas las que puedan crearse.

El blanqueo de capitales es una de las actividades que más preocupación causa en el ámbito del derecho de la Unión Europea. No por el blanqueo en sí sino porque el blanqueo nunca es un delito aislado, sino que siempre va a ser la consecuencia de otros delitos como el fraude fiscal, el fraude económico, la corrupción en todos los ámbitos y el narcotráfico y porque siendo efecto de execrables delitos es causa de otros muchos como la misma corrupción o los atentados terroristas.

Por ello todo el esfuerzo que se haga en esta materia nunca será baldío y el legislador español no debe conformarse con lo ya realizado sino que debe seguir profundizando para que la transparencia sea la dueña de nuestras sociedades mercantiles y se puedan tener espejos en los que se reflejen la total titularidad de las mismas. Si así se hiciera la utilización de sociedades de capital como refugio del crimen organizado caería a cotas ínfimas o residuales pues siempre se podría saber quién está detrás de ellas.

Por ello animo también a los dos cuerpos de notarios y registradores, aquí muy bien representados, a hacer todos los esfuerzos que sean necesarios para llegar a una coordinación eficaz de sus bases de datos y no ver la una como enemiga de la otra, sino simplemente como complementarias para la eficaz lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y demás lacras de nuestra sociedad globalizada. 

«Animo a los dos cuerpos de notarios y registradores a hacer todos los esfuerzos que sean necesarios para llegar a una coordinación eficaz de sus bases de datos y no ver la una como enemiga de la otra, sino simplemente como complementarias»

Otro problema que siempre me preocupó es el de la falta de unidad legislativa en España. Y ello pese a la bien intencionada Ley de Unidad de Mercado, para mí una de las más importantes existentes en España, pero que, desde mi punto de vista, no ha tenido la efectividad deseada. No parece que tenga mucho sentido la existencia de una Ley del Suelo estatal y diversas leyes del suelo autonómicas, y tampoco  tiene sentido la existencia de una Ley del Patrimonio de las AAPP estatal y varias leyes autonómicas, por utilizar dos normas con las que nos enfrentamos casi diariamente notarios y registradores. Todas ellas son, en gran parte, copia de la estatal, pero copia, a veces, mal hecha y originadora de problemas. Sería mucho más lógico la remisión autonómica a la ley estatal, limitándose a regular las mínimas especialidades que se puedan dar por razón del territorio en el que deban ser aplicadas y por la especial idiosincrasia de las distintas autonomías.

Quizás con ello se pudiera plantear una limitación temporal del funcionamiento de los Parlamentos Autonómicos. Supondría un ahorro económico y una mayor libertad. Si están abiertos deben justificar su existencia y la forma de hacerlo es incrementando las regulaciones normativas que afectan a las empresas y ciudadanos.

También debemos evitar los vaivenes que se producen en nuestra legislación y en nuestros Tribunales de Justicia al son de lo que pudiéramos llamar lo jurídica o políticamente correcto, que a veces no es más que el intento de imponer el pensamiento único.

Parte de la doctrina, encabezada por el profesor Víctor Bastante, verdadero pionero del estudio de esta materia, señala que hemos pasado del clásico “favor creditoris”, y de forma brusca, al “favor debitoris”; incluso la doctrina que pudiéramos llamar “pro consumidor”. Ello no es sí mismo nocivo, antes al contrario, ya que se trata de una forma de atemperar los abusos de poderosas multinacionales o de poderosas entidades financieras. Pero siempre debemos tener muy presente la buena fe del consumidor, de forma que, tanto legal como judicialmente, se limite a este tipo de deudores y a bienes que sean estrictamente necesarios para evitar la exclusión social como puede ser la vivienda habitual. Y ello además sin perjuicio de la muy interesante posibilidad introducida en nuestra legislación de la segunda oportunidad. En otro caso pudiéramos llegar a un encarecimiento del crédito y como consecuencia de ello a su restricción, y en definitiva a un verdadero desorden y desconcierto jurídico y crediticio que incluso puede poner en peligro la misma economía de mercado con perjuicio para todos, y en especial para los que se pretende proteger que son los más débiles de la sociedad. Ejemplos tenemos de ello en la historia económica de las naciones.

«Hemos pasado del clásico “favor creditoris”, y de forma brusca, al “favor debitoris”…

Por último quiero expresar mis sentimientos por medio de tres palabras que son las de “elogio”, “orgullo” y “nostalgia”.

Elogio como alabanza, enaltecimiento o loa de las instituciones. Elogio del Ministerio de Justicia, de la DGRN, del Colegio de Registradores, elogio en fin de las instituciones gracias a las cuales se mantiene en pie la justicia y el derecho en España.

Orgullo bien entendido como satisfacción de lo propio. Orgullo por ser registradores, o notarios. Orgullo por pertenecer al Ministerio de Justicia, orgullo por participar activamente en lo que se ha venido en llamar seguridad jurídica preventiva, como medio de evitar  pleitos y litigios.

Nostalgia como recuerdo de lo perdido. Pero nostalgia no triste sino alegre pues lo que dejamos permanecerá siempre muy dentro de nosotros en el corazón.

Termino con un verso que forma parte del poema Avanti del poeta argentino  Pedro Bonifacio Palacios, dirigido a todos pero que yo lo dirijo hoy a los juristas y a los políticos ante los problemas a los que se enfrentan diariamente: “No te des por vencido, ni aún vencido, no te sientas esclavo, ni aún esclavo”. El futuro no lo conocemos pero seguro que será mejor.

Muchísimas gracias a todos por vuestra paciencia y atención.

José Ángel García Valdecasas Butrón.

 

CRUCES DE SAN RAIMUNDO CONCEDIDAS EN DICIEMBRE DE 2017

OFICINA MERCANTIL

SECCIÓN NOTICIAS

PORTADA WEB

 

Discurso de José Ángel García Valdecasas al recibir la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort

Entrega de la Cruz de San Raimundo de Peñafort a un grupo de registradores. José Ángel García Valdecasas, compañero de redacción, recibe la Cruz de Honor.

De izquierda a derecha:

  • Don Juan Segoviano Astaburuaga
  • Don Jesús Ducay López
  • Don José Ángel García Valdecasas
  • Don Francisco Javier Gómez Gálligo
  • Don Rafael Catalá Polo
  • Doña María Emilia Adán
  • Doña Sara Gómez López
  • Don Cesar Alfonso Frías Román y
  • Don Fernando Restituto Ruiz

ENTREGA CUARTO GALARDÓN NOTARIOS Y REGISTRADORES: DISCURSO DE ACEPTACIÓN DE JOSÉ ANTONIO ESCARTÍN IPIÉNS

DISCURSO DEL EXCMO. SR. DON JOSE ANTONIO ESCARTÍN IPIÉNS, ACEPTANDO LA ENTREGA DEL GALARDÓN NOTARIOS Y REGISTRADORES 2015 

 

Con la venia del Ilmo. Sr. Director General de Registros y Notariado, para citarle por su nombre, estimados Javier y esposa. Querido José Ángel García Valdecasas, Presidente del Jurado Calificador, a todos y cada uno de los “Notarios y Registradores.com”

 

Mis queridos parientes y amigos:

1.-Mi turno debe empezar y terminar con la palabra “gracias”. Y así lo hago de corazón a todos los presentes y a muchos ausentes, entre ellos los más de trescientos que me han felicitado. Sin embargo es insuficiente para expresar mis sentimientos respecto de vosotros “notarios y registradores.com”; he conocido vuestra andadura desde sus inicios, he sido beneficiario de vuestro trabajo, he participado de vuestras reuniones anuales en su parte festiva.

 Y colmando cualquier otra atención hacia mi persona, hoy recibo materialmente el premio que lleva vuestro nombre, correspondiente a su cuarta edición 2015; incorporándome a un cuadro de honor en el que figuran los premiados en ediciones anteriores, Antonio Ipiéns, Julio Burdiel y Pedro Ávila, nada menos. Me llena de orgullo y me produce vértigo.

El valor inmaterial de este premio, en mi caso, radica en la generosa decisión de concederlo por parte del grupo ejemplar y ejemplarizante de notarios y registradores, cuya singularidad consiste en que vuestro eficiente trabajo lo ponéis a disposición de quien quiera verlo, en la RED sin encriptaciones ni peajes; para mi un estímulo y una exigencia.JoseAntonioEscartin_expone

 Después de oír el discurso de José Angel (algo más que un texto de cortesía, sino una laudatio en toda regla); y de entregarme el emblema o logotipo que simboliza el valor inmaterial incalculable de vuestra actividad.  En una palabra, me habéis abierto las puertas de vuestra casa entregándome su llave. Lo situaré en lugar digno y visible para recordar estos hechos.

Deciros gracias, por tanto, es muy poca cosa.

2.- Querido José Ángel y miembros del Jurado: Habéis velado por la pureza del procedimiento de designación; a todos os agradezco vuestra participación y valoro la dificultad de proponer y discernir, que lleva consigo el elegir o el excluir.

Al final del proceso y en el día de hoy has cumplido, José Ángel con elegancia y mesura en tu discurso de presentación con la exposición de las razones que os han llevado a concederlo. La encomienda no era fácil; te he escuchado complacido como no podía ser de otra manera.

Sobre una base y textura de afecto y de sensibilidad has ido insertando datos, fruto de un minucioso trabajo, hasta tal punto que algunos de ellos, para mí casi olvidados, me han sonado como novedad; todavía no he acabado de asimilar tus palabras que guardaré, releeré y recibo como un elemento más de ese “conócete a ti mismo”.

Sería impropio de este acto glosar tu discurso. Pero si me parece oportuno referirme a dos bloques temáticos que has enunciado: El primero, relativo a mi experiencia profesional y corporativa como Notario; y el segundo, relativo a mi ya lejana y modesta participación en la Política y su consecuencia, mi Vocalía en la Comisión General de Codificación. No hablaría hoy y aquí de estos asuntos sino en la medida que mi reflexión pueda ser de utilidad, si quiera para tenerla en consideración.

 El titular del primer bloque sería: “Las Instituciones Notarial y Registral, como Titulares de la Fe Pública Extrajudicial y Profesionales del Derecho deben establecer una colaboración leal y permanente para hacer efectivo el principio de legalidad en el ejercicio de sus respectivas funciones de seguridad jurídica preventiva”.

El titular del segundo bloque sería: “ Los Procesos de elaboración de las Leyes, y en especial los Cuerpos Legales Codificados Básicos deben tener fases públicas y participativas, a fin de propiciar Leyes razonables y justas, basadas en el interés general, ampliamente consensuadas para ser estables y técnicamente irreprochables”.  

3.- Cuando al terminar mi carrera de Derecho en la Universidad de Zaragoza decidí preparar las oposiciones de Notarías, no era porque conociera cual era realmente esa profesión ( que luego a lo largo de mas cuarenta y dos años ha sido mi segunda piel); sino, simplemente, porque elegí un Programa con 178 Temas de Derecho Civil, 78 de Derecho Hipotecario y 50 de Derecho Notarial; con ello prolongaba el estudio del Derecho Civil, verdadera asignatura troncal de la carrera;  y ello fue así porque en nuestra promoción 1.952/57, tuvimos la fortuna de tener un Maestro, DON JOSÉ LUÍS LACRUZ BERDEJO, que nos enseñó en los cuatro cursos de la asignatura. Fue la primera promoción a la que dio clase en su querida Universidad de Zaragoza. Sin olvidar a su equipo básico, los Profesores SANCHO REBULLIDA y ALONSO LAMBÁN. Esta asignatura troncal decidió el futuro profesional de la mayor parte de los integrados en esa promoción. Nunca olvidaré a mi Universidad de Zaragoza y a sus grandes Maestros como forjadores de vocaciones profesionales. Hoy nos honran con su presencia los Profesores Teodora Torres García, Álvaro Núñez Iglesias y Mª Angustias Martos; en vuestra presencia expreso mi gratitud a aquellos Maestros y a la Institución Universitaria.

Al llegar a mi primer destino como notario en Alcalá de los Gazules (Cádiz), salió a mi encuentro y me acogió con todo cariño el Registrador de la Propiedad de Medina Sidonia, Carlos García Rodríguez; no solo me dio las explicaciones básicas de la práctica notarial y registral de la Zona, sino que me aleccionó sobre el reciclaje que necesitaba un chico de veintisiete años procedente del Pirineo de Huesca para instalarse en un pueblo de la Andalucía profunda. Mi experiencia andaluza, que arrancó de las oposiciones de Granada en 1962/63, la he incorporado a mi vida.

Con este precedente andaluz, pasados cuatro años, sucedió con toda normalidad el que en Logroño, instaláramos las Notarias y los Registros en la misma planta del mismo edificio; tal proximidad física y mucho mas funcional, con respeto a las personas y sus respectivas responsabilidades, fue muy fecunda en la práctica; pues no solo contribuyó a una visión mas integrada de la función notarial y registral; sino que también centralizó en un radio de 150 metros a toda la Comunidad Jurídica local.

Cuando vine a Madrid en 1.981, (no por un proyecto profesional planificado, sino por fuerza del infausto y cruel año 1.980) ya llevaba 18 años ejerciendo con esos hábitos; por lo tanto traté de continuar con la buena comunicación Notaria-Registro que era mi modo de actuar. Sin olvidar al compañero Letrado Artesano que entraba en mi Notaría como un compañero. Ello se puso a prueba en los veinticinco años que ejercí en Madrid en medio de un espectacular desarrollo político, social, económico y de transformación de la ciudad, que repercutió en mi Notaría. Fue un constante aprendizaje y tuve una gran conexión con los Registros de la Propiedad y los Mercantiles. Es decir, pasé de haber instalado una notaría de pueblo en el corazón de la Ciudad, a tener una Notaría Urbana en la que la vida mercantil convivió con la tradicional vida civil.

Reflexioné sobre nuestros orígenes: 1.855, Ley de Enjuiciamiento Civil y últimas Leyes desamortizadoras; 1861, Ley Hipotecaria; 1.862, Ley del Notariado. Nada de un simple azar cronológico, sino el propósito del Legislador de organizar el nuevo mercado inmobiliario desde EL DERECHO, encomendando la función a dos profesiones jurídicas, Notarios y Registradores; y mediante dos instrumentos, verdaderas columnas que sustentan la bóveda del Sistema, a saber: la Escritura Pública Notarial como título ordinario de acceso al Registro y la Inscripción Registral. Autorización Notarial (redacción del documento, autenticación del acto y custodia del único original, la escritura matriz) e Inscripción Registral, en un Registro Tabular, por fincas y no de personas,   previa la calificación del título por el Registrador y bajo su responsabilidad. Ello explica los efectos jurídicos del título reforzado por la inscripción: publicidad formal, legitimación, y fe pública (preclusiva y convalidante). La vieja cuestión de la inscripción declarativa o constitutiva ha sido superada por la evolución de los tiempos, dado que el título no inscrito ha perdido todo su valor económico en los Mercados. Este Sistema, se aplicó al Derecho Mercantil Registrable.JoseAntonioEscartin_con_el_bajorrelieve

En la Cúpula del Sistema se sitúa la Dirección General de los Registros y del Notariado, con importantes competencias Orgánicas y Funcionales; destacando entre éstas la relativa al Recurso Gubernativo contra la Calificación Registral que ha originado una Jurisprudencia secular de gran prestigio.

 El conjunto de esta ordenación dura ya ciento cincuenta años. Y ha servido y sirve a la Sociedad. Podemos ponerlo en comparación con cualquier otra de nuestras Instituciones y no quedaríamos defraudados. Ello ha requerido una constante adaptación a las necesidades sociales. Bastaría someterlo a la prueba de su desaparición para que se notara su falta, tanto en seguridad jurídica como en términos de costos de transacción, término usual de los economistas. Recuerdo la claridad de conceptos que puso de relieve JULIO BURDIEL, en ocasión similar a la de hoy, exponiendo la teoría del Caos.

Pero no han faltado momentos críticos y los seguirá habiendo. Los hubo en la Transición y se reiteran de modo recurrente a través de múltiples manifestaciones. Y también de fallos y defectos del Sistema, como sucedió en a finales de los ochenta del pasado siglo ante el fenómeno turístico. En el Parlamento Europeo, la llamada comisión MAC MILLAN puso al sistema inmobiliario español contra las cuerdas.  La campaña mediática fue demoledora.

 En una especie de juicio oral en Bruselas, en 1.991, ante un Tribunal Mediático presidido por el indicado Diputado Británico, explicó ISIDORO LORA TAMAYO la llamada “multipropiedad”  (antes de la Directiva de 1.994) y yo defendí el sistema español en términos parecidos a los aquí expresados.

Al final quedó claro que se trataba de una pelea entre británicos (agresivos operadores que desconocían el Derecho Español o el Continental, y la violenta respuesta de las asociaciones de consumidores del Reino Unido).  Ello provocó una reacción en el Parlamento Europeo que encargó a una Comisión el estudio del sistema inmobiliario y a la que informé, a través de Andersen Consulting Francia, sobre el Sistema Español, desde sus orígenes hasta la nueva realidad multidisciplinar, un retablo barroco de profesiones y la presencia creciente del Derecho del Consumo.

 Estos elementos se han puesto de manifiesto hoy con la crisis financiera e inmobiliaria. El protagonismo inicial de Notarios y Registradores como profesiones jurídicas, concurre con todo ese mundo. Además el Derecho a la Tutela Jurisdiccional, por una parte; y por otra el control Administrativo, desde el Urbanismo, la construcción, hasta el Consumo e incluso el Medio Ambiente ha alterado profundamente el Cuadro Institucional Clásico. No voy a entrar en ello; pero sí decir que cada vez que se declara la nulidad de una cláusula documentada en escritura pública e inscrita en el Registro, o se impone una sanción administrativa a tales Actos, jurídicos documentados en dichos Instrumentos, se abre una grieta en el sistema de Seguridad Jurídica Preventiva.

 ¿Qué hacer Notarios y Registradores en este nuevo contexto? No es buena política la de confrontación; sino que la lealtad personal, institucional y corporativa entre las dos grandes profesiones jurídicas, que tradicionalmente ha logrado unos excelentes resultados y amplia aceptación social, no debe malograrse, sino que, al contrario, es imprescindible no solo para la subsistencia de las dos Instituciones Notarial y Registral (que también), sino del Sistema mismo. El control judicial y administrativo es inexcusable, pero mejor todavía el control preventivo de legalidad tal como se ha desarrollado en España en los último 150 años. Prevenir es mejor que curar. A todos nos compete este reto; hay que tender puentes, desde el Centro Directivo hasta todos y cada uno de los Notarios y Registradores que detentan poder del Estado como titulares de la Fe Pública. Vosotros, NyR, sois un ejemplo a seguir.

4.- Correspondiendo al segundo bloque enunciado por José Ángel, el relativo a mi paso por la Política, os diré que fue muy modesto en cuanto a términos de poder se refiere, pero muy intenso en términos de servicio, y en particular, en cuanto a mi participación en los trabajos parlamentarios de la primera legislatura de los que destaco las tres leyes de reforma del Código Civil de 1981/83, que supusieron la innovación de 542 artículos de dicho Texto. En las tres leyes fui Ponente en el Congreso de los Diputados por la UCD, partido del Gobierno en una Cámara Legislativa en que imperó el diálogo plasmado en la definitiva redacción de numerosos artículos del CC, que como bien se ha dicho es la Constitución de los Ciudadanos. Esta experiencia y su prolongación al ser nombrado Vocal Permanente de la Comisión General de Codificación a la que me incorporé en 1982 han motivado mi preocupación sobre las relaciones entre Política y Sociedad en los procesos de elaboración de las Leyes.

Sobre este asunto he escrito sendos trabajos en la Revista el Notario del S. XXI y en la Revista de Derecho Civil que se publica en la RED y que dirigen el Catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Almería don Álvaro Núñez Iglesias y la Catedrática emérita de Valladolid Dª Teodora Torres. Y Coordina la Profesora Mª Angustias Martos. A ellos me remito.

  La mala conexión o la desconexión entre Política y Sociedad es denunciada con frecuencia, y con razón, desde la Sociedad: Cuántas necesidades sociales muy reales no llegan nunca a la Política o llegan tarde y mal; pero también se ve desde la Política. La soledad de quien a la hora de tomar decisiones de urgencia no puede contar con los serenos pero lentos procesos de reflexión de las comisiones de estudio; o lo que es peor, cuando el político siente la necesidad de echarse en brazos de quienes conocen el tema pero que al estar directamente interesados, anteponen este interés al bien común.

Los Grandes Textos Legales integrados en los Códigos no son un simple acontecimiento histórico petrificado e inamovible perteneciente al pasado; sino que un Código que no se revise y no se adapte a la realidad social que está llamado a regular queda convertido en una hermosa pieza de museo; y que el Derecho vivo necesita de una renovación constante para evitar la necesidad de una radical reforma. Ante el marasmo normativo es necesario recuperar el espíritu codificador, y acometer de nuevo la obra de superar una legislación dispersa que viene a recordar el reto que tuvieron los primeros codificadores frente a la legislación del antiguo régimen, a lo más, recopilada.

Siento decir que la tarea de la Codificación de las Leyes Básicas en España es manifiestamente mejorable. Solo se renuevan los Códigos por razones coyunturales o de urgencia; el último síntoma es la doble ausencia: Por una parte la de la Periferia en las cuestiones competencia del Estado Central (que también le afectan), como la del propio Estado Central en la Periferia. Además, el contexto europeo e internacional y las necesidades de una Sociedad cada vez más integrada nos obliga a coordinarnos no a singularizarnos. No pueden coexistir en España cinco normativas sobre la custodia parental de los hijos menores o de capacidad protegida, sin crear gravísimos problemas en tema tan sensible.

Las iniciativas legislativas no llegan a las Cámaras por generación espontánea, sino que van precedidas de unos trabajos prelegislativos de muy diversa procedencia.   El sistema democrático, legitimado por el voto ciudadano, puede llevar a los Parlamentos a personas legas en Derecho. Pero el Estado de Derecho se sustenta en leyes racionales y justas, dirigidas a satisfacer el interés general (y no otros espurios), con vocación de permanencia (y por tanto ampliamente consensuadas) y técnicamente irreprochables. Con estas palabras hago una definición descriptiva de la que magistralmente hizo en el SXVII el jesuita P. Suarez “precepto común, justo y estable, suficientemente promulgado”. Para ello es imprescindible que los procesos prelegislativos de elaboración de las Leyes sean públicos, participativos y transparentes.

 Todos estamos llamados a esta tarea. Y en la Revista de Derecho Civil tenemos proyectado incorporar gente animosa y preparada que desee asumir este cometido.

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No puedo terminar sin hacer una doble mención de gratitud.

5.- Gracias al redactor del apunte biográfico que figura en el expediente. Ha tenido gran repercusión a través de vuestra página. Pertenezco a la generación del trasvase del mundo rural al urbano. Hubo quienes se fueron al exilio, otros a la emigración en búsqueda de oportunidades para ellos y sus hijos. En mi caso emigré en coche de lujo. Ello solo fue posible porque me ayudaron familia, maestros, amigos y colaboradores de mi despacho, así como profesionales y clientes.

 De todos ellos, cito a una sola persona: Maria Amparo Yago Ortega. Nos conocimos el 7 de marzo de 1.960, en un momento difícil para cada uno; ella estudiaba Farmacia, una difícil carrera, yo me enfrentaba a las oposiciones. Pero una fuerza interior hizo imposible el separarnos; a los dos años y medio, ella era Farmacéutica y yo Notario; y a los ocho, tras unas restringidas, ya habíamos llegado a Logroño. Mi carrera de opositor terminó de la siguiente forma: Al llegar a Logroño le dije a Amparo de cómo el Tribunal me animó a que continuase mi ruta de opositor cara a Madrid. La contestación de Amparo, ya farmacéutica, pero con terminología propia del Derecho Civil fue la siguiente: “Soportamos las oposiciones libres porque eran gastos necesarios; soportamos las restringidas porque eran mejoras útiles; pero en cuanto a lo de ir a Madrid, se trata de gastos suntuarios, de puro lujo o mero recreo; así que si quieres, sigue, pero con tu madre”. Continué en Logroño la ruta del opositor, pero esta vez como preparador viviendo en nuestra casa mi alumno y cuñado, Antonio Yago Ortega, que iba para Catedrático de Lógica Matemática siguiendo a su maestro de Salamanca y Munich; y que transmutó su destino haciéndose Notario, en carrera brillante y fulgurante. Hoy sigue en Murcia como el más antiguo de la ciudad.

6.- Y me queda un último apartado que podría calificar de elogio a la amistad. Aquí están David Pérez Maynar y Matilde, nos conocimos el trimestre en el que David y yo cumplíamos nueve años; bachiller y carrera juntos, su casa de Zaragoza mi segundo hogar; juntos decidimos hacernos Notarios. Cada uno hizo su vida pero siempre amigos. Gracias por haber venido desde Barcelona.

Lo que significan Julio Burdiel y Maria Luisa para Amparo y para mí es indescriptible y ya lo ha dicho Julio en su escrito en este expediente; y en su día lo dije yo en el suyo. Sobran más comentarios.

Finalmente Celso Méndez Ureña, mi antiguo socio y hoy brillante continuador y superador de nuestra antigua Notaría. Por su inteligencia, capacidad de trabajo, bondad y generosidad puedo reencontrarme con mis viejos clientes y amigos y aliviar la nostalgia.

 Lo penúltimo, “notariosyregistradores.com”, me acabáis de inyectar en vena un complejo vitamínico masivo que me devuelve las fuerzas y autoestima y me anima a proseguir.

 Y lo último, pero no lo menos importante, de este acto es que lo es “inter vivos”. Yo espero disfrutar muchos años de vuestra amistad y deseo de que “notarios y registradores.com” lo vea con el mismo nivel de aceptación pública del que hoy disfruta.

Amigos, ¿qué más quiero y puedo desear?

Madrid a 30 de mayo del 2015.

José A. Escartín. 

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BIOGRAFÍA DE JOSÉ ANTONIO ESCARTÍN IPIÉNS

José Antonio Escartín Ipiéns: voz y carta manuscrita

SEMBLANZA POR JULIO BURDIEL

PÁGINA GENERAL DEL PREMIO NOTARIOS Y REGISTRADORES

REPORTAJE SOBRE LA WIII CONVENCIÓN

HOMENAJE EN LA REVISTA DE DERECHO CIVIL TRAS LA CONCESIÓN DE LA MEDALLA AL MÉRITO NOTARIAL EN 2023 (por Teodora Torres)

ENTREGA CUARTO GALARDÓN NOTARIOS Y REGISTRADORES: DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL COMITE JOSE ANGEL GARCIA VALDECASAS

DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL COMITÉ, JOSÉ ANGEL GARCÍA-VALDECASAS CON OCASIÓN DE LA ENTREGA DEL GALARDÓN NOTARIOS Y REGISTRADORES 2015 AL EXCMO. SR. DON JOSE ANTONIO ESCARTÍN IPIÉNS.

 

Cuando hace cuatro años, con gran ilusión, con ilusión de principiantes, concedimos el primer galardón de “notariosyregistradores”, nunca pude imaginar las satisfacciones que nos daría. Pero quizás la mayor satisfacción recibida ha sido la de poder entregar el cuarto galardón, lo que en premios es casi la mayoría de edad, hoy además refrendada por la presencia del Ilmo. Sr. Don  Javier Gómez Gálligo, nuestro Director General, a una persona que desde los balbuceos de este proyecto nos ha acompañado todos los años con una fidelidad total y absoluta.

José Antonio ha sido y es y lo seguirá siendo uno más en la web y aunque se pudiera pensar que por ello ha habido corporativismo en la concesión del premio, ha sido todo lo contrario, pues sus merecimientos son tan gigantescos que de no haber estado junto a nosotros seguro que mucho antes se le hubiera concedido. La distancia a veces no nos deja ver la realidad, pero también la cercanía, en ocasiones, es un obstáculo para apreciar los merecimientos. Con José Antonio hemos vivido muchas cosas juntos y estas palabras son más fruto del sentimiento que del razonamiento. La distinción es importante para el que la recibe pero también para el que la otorga y honrándole, como lo hacemos, nos honramos a nosotros mismos.JoseAngelGarciaValdecasas_exponiendo

Si nuestro galardón es un reconocimiento al mérito, a la capacidad intelectual, a la voluntad irreductible, al deseo de concordia entre las instituciones, al espíritu de servicio, nadie mejor que José Antonio encarna esos valores.

Su vida, la vida de José Antonio, es una verdadera anticipación. Para él la auténtica esencia de la vida es la vida misma. Lo vemos al repasar de forma muy breve su biografía.

Nace en 1935, cuando la segunda república española da sus últimos estertores entre dos revoluciones. Biescas, el sitio que le vio nacer, es un pequeño municipio del Pirineo Aragonés que sufrió especialmente las consecuencias de la guerra civil en la batalla de Sabiñánigo, también llamada ofensiva de Biescas, cambiando en varias ocasiones de bando contendiente, lo que incrementó, si ello fuera posible, el sufrimiento de sus habitantes.

La localidad queda prácticamente destruida pero pese a ello, al terminar la guerra, con cuatro años, ya le vemos aprendiendo latín y quien aprende y sabe latín puede aprender cualquier cosa, y también aprende los rudimentos necesarios para poder cursar el bachillerato.

A partir de este momento, ya en Zaragoza, sus estudios se encauzan de forma brillante, siendo premio extraordinario de reválida, cuando la reválida era un compendio de los conocimientos de siete años y el examen se celebraba en la universidad.

Así llega a la facultad de derecho, finalizando sus estudios con el premio nacional Calvo Sotelo al mejor expediente académico de derecho de toda España que le fue entregado en el Consejo de Estado. Ya se va revelando con anticipación lo que sería su vida profesional. Obtiene las oposiciones de notarias en Granada 62/63, siendo su primer destino Alcalá de Los Gazules. Prepara restringidas, cuna de verdaderos juristas, y en Logroño, ya notario de primera, inicia una actividad política a la que le lleva su espíritu de servicio, participando activamente en la fundación del gran partido de la transición que fue Unión de Centro Democrático.

Después se asienta en Madrid, en donde finalizará su trayectoria notarial en el año 2005.

Pero no finaliza su trayectoria de servicio a los demás pues sigue tan activo y tan ilusionado con su trabajo como en los primeros años.

El mundo jurídico de hoy y con él José Antonio, asiste atónito y perplejo a grandes paradojas y chapuzas jurídicas. Leyes innecesarias, no reclamadas por el devenir vital de la sociedad, leyes que entradas en vigor son rápidamente olvidadas, ¿Quién se acuerda hoy de la ley de Economía Sostenible que parecía iba a terminar con todos nuestros males económicos? Leyes para estimular el emprendimiento, olvidando que ese emprendimiento es obra de los empresarios y que estos lo que necesitan es menos leyes y más libertad económica. Leyes que como la concursal han sufrido múltiples modificaciones que la hacen irreconocible incluso para sus primitivos redactores. Hay en concreto una disposición adicional, que ha sufrido la friolera de diez modificaciones. Leyes que se dan para una muy concreta necesidad sin confesar que es para ello y se agotan nada más promulgadas. Leyes que pretenden solucionar el desorden legislativo de nuestro Estado, como la Ley de Unidad de Mercado, y que por una manifiesta falta de lealtad institucional, con recursos al Tribunal Constitucional incluidos, le es sumamente difícil cumplir con sus objetivos. Leyes a las que le falta la estabilidad y firmeza necesaria para sobre ellas fundamentar una verdadera seguridad jurídica olvidando que sin seguridad no hay inversión ni desarrollo posible. Leyes políticas, olvidando que el derecho es derecho aunque con el derecho se pueda hacer política. Leyes irracionales, inaplicables en sí mismas, olvidando su mismo concepto y que por tanto van a causar más males que beneficios a la sociedad.

En fin leyes chapuzas, leyes provisionales, leyes para salir de un apuro o como dice Eslava Galán, para salir del paso. Cuenta este autor, como paradigma de las chapuzas nacionales que puede ser de aplicación en la actualidad a lo que exponemos, que en tiempos de Felipe IV, plena decadencia de los Austrias, un alcaide de un castillo de Jaén solicitó diecisiete alabardas para defensa. El escribano, con pluma chapucera, echó un borrón sobre la palabra “alabardas” lo que provocó que los encargados del almacén, tampoco muy espabilados, mandaran diecisiete “albardas”. A la vista del desastre el alcaide, bastante molesto, llamó de nuevo al escribano y le mandó redactara un nuevo oficio devolviendo quince albardas y explicando que se quedaban con dos, una para el escribano por burro, y otra para él “por fiarme de lo que vuesa merced escribe, sin cotejarlo debidamente”.

Nada de esto se puede decir de la labor de José Antonio, como experto jurista, al frente de las comisiones de las que ha formado parte para mejorar nuestras leyes.

Así, como se destaca en su biografía, fue ponente en cerca de treinta leyes exitosas de la primera legislatura post constitucional. Entre otras la Ley Orgánica del Consejo de Estado, Régimen transitorio de la Imposición Indirecta, ITP y AJD, Procedimientos Tributarios, Ley de Ordenación del Seguro Privado, y en lo que a nosotros nos afecta, por incidir directamente en la esfera civil, fue el principal responsable (ante el grupo parlamentario de UCD) de la Ponencia de la Ley de 13 de mayo de 1981  de modificación del Código Civil en materia de filiación, patria potestad y régimen económico del matrimonio, ley que marcó un antes y un después en las relaciones familiares de los españoles, con aciertos notables que permanecen invariables después de muchos lustros.

También fue el Ponente de la polémica Ley del Divorcio, de 7 de julio de 1981, que casi provoca un primer divorcio político en el seno de la UCD. Por ella se modifica la regulación del matrimonio en el Código Civil y se determina el procedimiento a seguir en las causas de nulidad, separación y divorcio.

Y por último también participa en la trascendental modernización del régimen tutelar que quedó dictaminada en su legislatura y que casi incólume se aprobó en la legislatura siguiente.

Fueron en total 542 artículos del Código Civil los modificados, lo que constituye casi un tercio del cuerpo legal que rige nuestra persona y patrimonio desde su nacimiento hasta su óbito.

Estos son unos brevísimos trazos, no quiero cansarles-su biografía completa se encuentra en la web que nos ayudan a conocer su trayectoria vital y profesional.

Por ello y como ya apuntamos vemos que su vida ha sido una verdadera anticipación.

Se anticipa a la utilización de la tecnología como medio o instrumento, con el uso de un magnetófono para mejorar su expresión oral.JoseAngelGarciaValdecasas_exponiendo_JAE_escucha

Se anticipa en disfrutar del conocimiento, siempre con ansias de llegar más lejos como cuando inicia la aventura, junto con Teodora Torres y Álvaro Núñez aquí presentes y copartícipes junto con él, de la primera revista jurídica española totalmente on line, la Revista de Derecho Civil a la que le está acompañando el más rotundo de los éxitos

Se anticipa en el amor a la verdad y a la belleza, aunando en la redacción de los instrumentos públicos la precisión en el lenguaje, la verdad en el concepto y la severidad en la forma, como de forma ciertamente elocuente dice el Reglamento Notarial.

Se anticipa en el amor a la bondad, al altruismo y a la amistad, aquí muy bien representada por Julio y David, sus amigos del alma que siguen disfrutando con sus éxitos.

Se anticipa en terminar con la cultura de lo que Garrigues, ya en los años 50, llamaba “la cultura de donde hay que firmar” explicando de forma concienzuda y sin mirar nunca la hora, lo que en su notaría se firmaba y sin tener en cuenta si se trataba del contrato de una gran empresa o de modesto testamento, procurando que se comprendieran en su integridad.

Se anticipa en la consideración de que las leyes deben iluminar nuestros problemas y no ser un problema en sí mismas como ocurre hoy día.

Se anticipa en la importancia que debe darse al pasado en la confección de las normas jurídicas. Somos herederos de una larga tradición jurídica que nunca debemos despreciar importando novedades ajenas a nuestra especial forma de ser como españoles.

Se anticipa en la consideración del jurista como médico de leyes y buscador de los tesoros que se encierran en las normas para sacarles todo su partido, sobre la base de un profundo conocimiento del derecho adquirido en el estudio y la práctica constante.

Se anticipa en la consideración de que el notariado, como órgano vivo que es, debe estar dirigido por los mejores accediendo a participar en sus juntas directivas y llevando y defendiendo nuestro sistema de seguridad jurídica preventiva en Bruselas y otros foros europeos.

Se anticipa en ver las cosas no sólo a lo alto y a lo ancho sino también en lo profundo como lo prueba la permanencia de las reformas del CC en las que participó activamente.

Se anticipa en su adaptación a los cambios para triunfar. Siempre adelante adecuando su actividad política y jurídica a las necesidades de la sociedad, siendo político de políticos y notario de notarios.

Se anticipa en la superación de inmovilismos y por ello participó activamente en la transición española, uno de los mayores éxitos políticos del siglo XX.

Se anticipa en ampliar nuestras funciones sociales, pero desde nuestras propias competencias y conocimientos, sin necesidad de asumir competencias impropias que nos desnaturalizan y no sabemos a dónde nos llevan.

Se anticipa en transformar su conocimiento en valor para sus compañeros, con múltiples publicaciones, conferencias y trabajos.

Se anticipa en la modernización del derecho patrimonial de la familia innovando con normas protectoras de la mujer mucho antes que se hablara de “género” o de listas cremallera.

Por último quiero dedicar también este galardón, tiene una parte cardinal del mismo,  a la mujer más importante que ha formado parte de su vida, mitad del cielo y mitad de su alma: Amparo, que siempre le acompaña, que siempre estuvo junto a él, que supo esperar, que supo renunciar a parte de su vida para que José Antonio se dedicara a los demás y por ello el galardón tiene que ser  también para  uno de los dones más grandes que le dio  la vida,  como es el de tener una compañera fiel, que le comprendió en todo momento, que participó de sus ilusiones y que compartió sus esperanzas. En definitiva ella hoy también es y debe ser protagonista.

Muchas gracias José Antonio por la aceptación del premio y te deseo, te deseamos todos, muchos años de fructífera labor en todas tus actividades y en la que compartes con nosotros, y con Teodora y Álvaro, tu revista de Derecho Civil, que aunque autónoma, confío que permanezca siempre ligada a la web notariosyregistradores.

 

José Ángel García-Valdecasas Butrón

Presidente del Comité de entrega del galardón.

 

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BIOGRAFÍA DE JOSÉ ANTONIO ESCARTÍN IPIÉNS

SEMBLANZA POR JULIO BURDIEL

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REPORTAJE SOBRE LA WIII CONVENCIÓN