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Francisco Javier Gómez Gálligo, Premio Notarios y Registradores 2020

FRANCISCO JAVIER GÓMEZ GÁLLIGO

PREMIO

NOTARIOS REGISTRADORES

2020

 

RAZONES PARA
LA CONCESIÓN
APUNTES BIOGRÁFICOS

Datos de Contacto

EL PREMIO SERÁ ENTREGADO EL 9 DE OCTUBRE DE 2021 DURANTE LA CLAUSURA DE LA XIII CONVENCIÓN DE LA WEB

  

RAZONES PARA LA CONCESIÓN:

EL EQUIPO DE REDACCIÓN DE LA WEB, TRAS AMPLIAS DELIBERACIONES, HA ACORDADO OTORGAR EL PREMIO NOTARIOS Y REGISTRADORES, EN SU VIII EDICIÓN, A 

DON FRANCISCO JAVIER GÓMEZ GÁLLIGO

       

    Por su vocación de servicio público que le ha llevado a desempeñar su labor buscando siempre la mejora de la sociedad.

    Por ser un trabajador infatigable y minucioso en todas las actividades que ha desarrollado.

     Por su vocación por el Derecho y el estudio que ha ejercido en ámbitos tan diversos como son la Universidad, las revistas jurídicas, la elaboración de futuras normas o como escritor.

    Por haber alumbrado nuevas generaciones de profesionales, escogiendo la excelencia entre ellos con ecuanimidad, en el paso decisivo que afrontan durante las pruebas de selección.

     Por su vocación de equidistancia de juicio y de acción que siempre ha sido un motor en su actividad profesional e institucional, lo que le acerca al Ideario de esta web, con la que tanto ha colaborado.

LA PRESIDENTA DEL COMITÉ:

DOÑA INMACULADA ESPIÑEIRA SOTO.

Propusieron su candidatura: José Ángel García Valdecasas (en 2018) y Jacobo J. Fenech Ramos (en 2019).

   

APUNTES BIOGRÁFICOS

1.- Infancia – Primeros estudios

Nació Javier el 19 de julio de 1960. El destino -quizás premonitorio- buscó un punto equidistante entre la procedencia de su padre José, malagueño, y su madre Rosa María, nacida en Sallent de Gallego, bello pueblo fronterizo con Francia en el centro del Pirineo oscense. Vio la luz -¡y qué luz- en las cercanías del Parque del Retiro de Madrid, pues su familia vivía por aquel entonces en la calle Antonio Arias, muy próxima al Parque.

Javier con sus hermanos

Su padre, intendente mercantil -según la denominación que tenían los economistas en la época- fue director de diversas empresas y, entre ellas de IPECSA, fabricante de los bolígrafos Bolín. Su madre, se licenció en historia y fue traductora de francés, lengua bien cercana a sus orígenes.

Javier resultó ser el único de cuatro hermanos que cursó la carrera de Derecho, pues los otros tres siguieron caminos muy distintos: Juan es ingeniero de caminos, Fernando, ingeniero de telecomunicaciones y sacerdote jesuita y Ana es médico.

Al poco tiempo se trasladó el domicilio familiar al Parque de las Avenidas (Madrid), lo que estuvo motivado, sobre todo, por ser más cercano al Colegio El Prado en Mirasierra, donde cursó sus estudios primarios y secundarios. Fue en varias ocasiones delegado de curso y participó de la selección de fútbol del Colegio, De su infancia, ordenada y alegre, conserva amigos entrañables como Jesús Aparicio, José Gracia, José Luis García Robles, Javier Serrano, o Javier Conde, por citar solo algunos de ellos, con lo que todavía celebra reuniones periódicas. 

Los cuatro hermanos ya en 1984

2.- Universidad – Mili – Oposición.

Cursó sus estudios universitarios en la Universidad Complutense -heredera de la histórica de Alcalá de Henares- entre 1978 y 1982. De su brillante expediente recuerda con especial orgullo la matrícula que le concedió un verdadero hueso, pero magnífico en sus exposiciones: el profesor García Gallo, de Historia del Derecho, que se prodigaba más bien poco en esos reconocimientos. El elenco de profesores que tuvo resulta deslumbrante. Citemos como ejemplos a Ruiz Jiménez en Natural, Sánchez Agesta y Jorge de Esteban en Político, Peces Barba en Filosofía del Derecho, López Vilas en Civil, Juan Iglesias en Romano….

Le tocó el final de la transición democrática: grises, huelgas, guerrilleros de Cristo Rey, conciertos, manifestaciones… Era un ambiente muy politizado que a veces perturbaba a los que querían sobre todo estudiar, aunque también sirvió para que los estudiantes se interesaran por la Política, con querencias de muy diverso signo.

Francisco Javier Gómez Gálligo en el RACA nº 11 de Vicálvaro con compañeros de la mili

La mili la hizo al tiempo que el último curso de la carrera, en el Regimiento de Artillería de Campaña (RACA) nº 11 con sede en Vicálvaro, heredero del Tercer Batallón de Regimiento de Real Artillería de España creado en 1710. Actualmente ocupa su espacio la Facultad de Derecho de la Universidad Rey Juan Carlos, donde -avatares de la vida- ejerció años después, como profesor asociado. 

Ya durante el servicio militar comenzó a opositar, inicialmente a Notarías, bajo la supervisión de los notarios José María Olivares James y Luis Felipe Rivas, de los que conserva un grato recuerdo por su gran formación jurídica y humana. La Academia Matritense del Notariado estaba -y sigue- situada en la calle Columela, 9 de Madrid, sede histórica de la misma, a donde iba a cantar vestido con el traje reglamentario militar.

Pero cuando se convocaron las Oposiciones tenía aún 22 años, por lo que no pudo firmarlas ya que el mínimo de edad exigido era de 23. Por ello, sus preparadores le aconsejaron presentarse a Registros, donde no se exigía ese mínimo de edad, lo que consiguió a la primera en las Oposiciones de 1984, siendo Presidente don D. Angel Lucini Casales, y con tan solo 23 años (tomó posesión ya en su primer destino con 24 años).

Promoción de Registros de 1984

3.- Doctorado, Familia y destinos.

Javier Gómez Gálligo en 1987

Tras concluir la Oposición y en sus primeros destinos comenzó el doctorado, obteniendo en 1990 el grado de Doctor en Derecho -cum laude- por la Universidad Complutense de Madrid, por la tesis doctoral «Distinción entre faltas subsanables e insubsanables en la calificación registral». Fue la última tesis doctoral dirigida por el profesor José Luis Lacruz Berdejo, antes de su fallecimiento.

Toda la familia veraneaba en San Lorenzo de El Escorial. Si ya es de por sí un sitio privilegiado, más si se contempla desde la llamada Casa de la Reina, con unas vistas magníficas hacia el Real Monasterio, lo que, con el paso del tiempo, por su austeridad y cercanía, puede ir imprimiendo carácter.

Entre el grupo de amigos, que formaban la pandilla típica de los años mozos, se encontraba Fernando Prieto, actualmente fiscal en el Tribunal Supremo, con quien sigue manteniendo, una buena relación de amistad.

Conoció a Alicia, porque formaba parte de la pandilla de sus hermanos mellizos, Ana y Fernando, siendo muy amiga de Ana. Pero no comenzaron a salir hasta 1985, ya con las oposiciones ganadas por parte de Javier y de Alicia, que es auditora del Tribunal de Cuentas. La boda se celebró en 1988, también en San Lorenzo de El Escorial, punto original de encuentro.

Aunque en este caso no se siguió la tradición de acudir el novio al pueblo de la novia -la Torre de Esteban Hambrán en Toledo- ello no quita el gran apego que tiene Alicia .y también Javier- por su terruño, como se lo reconocieron sus vecinos, nombrándola Pregonera de las Fiestas en 2017. Y allí vuelven cuando tienen ocasión.

Sus cuatro hijos -Leonor, Alicia, Javier e Inés- parece que se pusieron de acuerdo pues todos hicieron Derecho y ADE, lo que les garantiza una formación muy completa, cursando estudios tanto en el Centro Universitario Villanueva, como en el Colegio Universitario de Estudios Financieros (Cunef). Alicia hija ha seguido las huellas de su padre, dando un gran alegrón a la familia al aprobar en la última Oposición de Registros, estando destinada directamente nada menos que en un Registro de capital: Barcelona número 26.

Javier, durante su ya dilatada actividad profesional, ha sido Registrador de la Propiedad y Mercantil en Ribadavia (Orense), Caspe (Zaragoza), Tarragona n.0 3, Barcelona Mercantil XV, Santa María de Guía (Gran Canaria) y Las Palmas de Gran Canaria n.0 5, donde ejerce en la actualidad. También tomó posesión de una notaría en Vitoria-Gasteiz.

GALERÍA DE LUGARES:

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4.- Actividades corporativas y Tribunales de Oposiciones.

Javier dirigió el Centro de Estudios Hipotecarios de Cataluña entre los años 1994 y 1998. Durante ese cuatrienio organizó jornadas sobre contenidos específicos como la Ley de Subrogación y Novación, la nueva Ley de Arrendamientos Urbanos o la reforma de la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, entonces en periodo de gestación. Cotidianamente, conducía los seminarios que tenían lugar los martes.

Impulsó el Boletín del Centro de Estudios Hipotecarios de Cataluña, que se publicaba con artículos tanto en catalán como en castellano, del que fue director, con insignes predecesores como fueron Pedro Ávila y José Manuel García. Actualmente es su Presidente Honorario. 

También ha sido director de la Oficina Tributaria Gran Canaria Norte entre los años 2008 y 2011. Fue una gran experiencia, pues la instauración de estas oficinas comarcales que asumían competencias, fundamentalmente en materia fiscal, más amplias -funcional y territorialmente- que las propias de una oficina liquidadora de distrito hipotecario, supuso un importante reto organizativo y financiero.

Pero sin duda, en esta materia su papel más señero es el de haber intervenido en muchos Tribunales de Oposiciones, en una ocasión como secretario (2001) y en siete como presidente: en las oposiciones de Registros celebradas en 2002, 2004, 2006, 2010, 2013 y 2014. También fue presidente de las Oposiciones Restringidas entre notarios que se celebraron entre 2014 a 2018.

En su conjunto ha sido una experiencia intensa, dura y gratificante, en la que ha estado inmerso durante casi siete años de su vida, pues todo el ciclo de exámenes dura cerca de 11 meses, aparte de los preparativos.

Recuerda que, tras tanta convivencia, se generan importantes lazos afectivos con los miembros del tribunal, pero también tensiones motivadas por difíciles situaciones que han de solventar ante un aprobado dudoso o cuando han de adjudicar definitivamente las plazas, dejando fuera a personas muy válidas.

Se pasan momentos difíciles, como los de los atentados del 11-M, en el año 2004 que pillaron en plena oposición. Ofreció optar a los que se estaban examinando entre continuar o no, decantándose todos por seguir adelante a pesar de la situación de shock emotivo en que estaba sumida en ese momento toda la sociedad.

Oposición de 2004, la segunda en que intervino como presidente

Llegó a tener conocimiento de situaciones esperpénticas como el caso de una opositora que, a pesar de haberse retirado, dio a entender a un gestor muy conocido que estaba aprobada y que debían de recomponerse las actas, cosa que evidentemente no hicieron. La petición por una opositora que quería cantar mientras andaba por la sala, un apagón de luz o la imputación a un opositor de la muerte de un familiar, fueron también momentos difíciles. También recuerda que se produjo la casualidad en un tercer ejercicio, de que la escritura de ficción utilizada estaba autorizada en Telde (Gran Canaria) coincidiendo, sin saberlo, que uno de los opositores -quien por cierto obtuvo una nota estratosférica- era a la sazón notario de Telde: Alberto Blanco Pulleiro.

Como apuntes hacia los opositores presentes y futuros, procede reseñar que él cree que es preferible a la literalidad el que se deduzca que el opositor entiende lo que dice y lo relaciona con otros temas, y que se pueda notar que ya desde el primer ejercicio le ha dado alguna vuelta al segundo. Considera que a veces el tercer ejercicio práctico está demasiado infravalorado en el periodo de preparación y se estudia poco en relación a los orales, cuando es un ejercicio definitivo en su opinión.

Aparte de los lazos entre los miembros del tribunal, surgen también otros con los opositores aprobados y no aprobados. Fruto de ello, es el recuerdo que siempre ha tenido Javier en las cenas -las muy alegres cenas del Tribunal con los aprobados- hacia aquellas personas, que, de momento se han quedado en el camino, a muchos de los cuales prestó ayuda posteriormente para orientarles. Y la gran cantidad de bodas y reuniones de promoción a las que después han sido invitados Javier y Alicia por opositores que son ya registradores.

La labor de escuchar con atención tantos cientos y cientos de ejercicios en cada oposición se ve así compensada con los frutos del trabajo realizado.

 

5.- Letrado de la DGRN y Comisión General de Codificación

Comenzó su colaboración en el Centro Directivo en 1996, llamado en comisión de servicios por Luis María Cabello de los Cobos, a la sazón, Director General.

Dos años después se convocó concurso-oposición para cubrir diez plazas de letrados adscritos a la DGRN, presentándose un nutrido grupo de aspirantes. A resultas del mismo, reingresaron ilustres figuras como José Poveda, Juan Sarmiento o Jesus Díez del Corral, pertenecientes al extinto Cuerpo de Letrados de la DGRN, e ingresaron nuevos como Juan María Díaz Fraile, José Carlos Sánchez González, Ana Fernández Tresguerres o javier. Los que lograron entonces plaza, transcurridos cinco años, obtenían la doble condición de Notario y de Registrador, como les reconoció la Sentencia del Tribunal Supremo (Sala de lo Contencioso Administrativo) de fecha 6 de Julio de 2012). En el año 2011 se incorporaron otros como Fernando de La Puente, Eugenio Gomeza, Rafael Bornardell y Luis Rueda, donde ya no se reconoció el derecho de asimilación pues lo suprimió la reforma que se hizo ese año del Real Decreto de 1997 de régimen jurídico de notarios y registradores adscritos.

Francisco Javier Gómez Gálligo

En su labor como Letrado de la DGRN ha realizado muy diversos cometidos, como la coordinación del grupo de trabajo del que salió el embrión de la reforma de la Ley Hipotecaria de 2007. Formaba parte del grupo de Letrados Ponentes de las Resoluciones de la DGRN, en materia de recursos contra la calificación de los registradores, junto con los demás Letrados adscritos y notarios y registradores comisionados. Este reducido grupo ha preparado la gran mayoría de las más de 1300 resoluciones publicadas durante la etapa más prolífica hasta entonces de la Dirección General, lo que supone un arduo trabajo que ha permitido evitar la aplicación de la doctrina del silencio y reducir los recursos ante la jurisdicción civil.

Javier, en 2018, tras cesar como director general, volvió a la plaza que tenía reservada y que actualmente ocupa, compaginando este trabajo con el de registrador en Las Palmas número 5.

Desde el año 2000, es vocal permanente de la Comisión General de Codificación. Fue nombrado por Margarita Mariscal de Gante, ministra de Justicia entre 1996 y 2000. Entre los diversos proyectos a los que se dedicó a fondo estaba la Ley de Condiciones Generales de la Contratación y su Reglamento, y la Ordenanza del Registro de Bienes Muebles.

Tanto en su labor de letrado adscrito como en la Comisión General de Codificación reconoce a Luis María Cabello de los Cobos Manchaque tan prematuramente nos dejó– como su Maestro. 

6.- Profesor universitario.

En octubre de 2012, obtuvo la acreditación de investigación avanzada que habilita para ejercer como catedrático de Derecho Civil por la Agencia de Calidad Universitaria de Cataluña (AQU).

Es en la actualidad o ha sido profesor asociado, colaborador u honorario de derecho civil y mercantil en distintos centros universitarios:

Profesor asociado:

  • Universidad Rovira I Virgili de Tarragona (1995 a 1998).
  • en la Facultad de Derecho de la Universidad Rey Juan Carlos, sita justo donde estaba el cuartel en el que hizo la mili, durante 14 años (1999-2013)

Profesor colaborador:

  • Instituto de Economía Pública y Cooperativa (1991-1992) 
  • Centro Universitario Villanueva, que está adscrito a la Universidad Complutense (1998-2014). Obtuvo el Primer Premio Estudios Jurídicos Villanueva
  • Esade (1994-1996). También miembro del Consejo Profesional
  • Universidad de Barcelona (1993-1996) y Profesor Diploma de Postgrado en Medio-Ambiente y Urbanismo (2009-2010).
  • Cunef, también adscrito a La Universidad Complutense (desde 2007 a 2014 cuando fue nombrado DGRN).
  • en el Centro de Estudios universitario (CEU).

Profesor Honorario:

  • Universidad Complutense 
  • Universidad Autónoma De Madrid
  • Universidad Pontificia De Comillas. Icade.

    Logos de las Universidades con las que ha colaborado Francisco Javier Gómez Gálligo

Ha obtenido la evaluación positiva de la actividad docente e investigadora para la contratación como profesor contratado doctor de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA).

Fue nombrado Profesor Distinguido de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana.

Ha participado en diversos tribunales de tesis doctorales, actividades investigadoras y en cursos de verano como los de El Escorial y en cursos y conferencias a lo largo de Iberoamérica (Guatemala, Colombia, Bolivia, Uruguay…).

Es académico (correspondiente) de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación (RAJyL)

7.- Escritos jurídicos y RCDI.

Es autor prolífico de libros, tanto a título individual como coordinando obras colectivas o colaborando en ellas. Entre los primeros hemos de citar los siguientes:

  • Distinción entre faltas subsanables e insubsanables en la calificación registral: tesis doctoral. Madrid: Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España, Centro de Estudios Hipotecarios, 1989. ISBN 84-87262-07-4
  • Defectos en los documentos presentados a inscripción: distinción entre faltas subsanables e insubsanables. Ed. Civitas 1991
  • Las prohibiciones de disponer en el derecho español. Ed. Civitas 1992
  • Practica hipotecaria (volúmenes 1 a 7). Ed. Marcial Pons. 1994-1997
  • Lecciones de Derecho Hipotecario. Ed. Marcial Pons. 2000. Reedición 2007
  • La calificación registral. Estudio de las principales aportaciones doctrinales sobre la calificación registral (3 Tomos). Ed. Civitas. 1996. Reedición 2008
  • Legislación hipotecaria comentada. Ed. Mc Graw Hill. 2001
  • Derecho de bienes muebles. Ed. Marcial Pons. 2002, reedición 2020 en preparación.
  • La calificación registral (epílogo). Ed. Thomson-Civitas. 2008
  • Derecho Civil. Actualización

Hojeando un ejemplar de la Revista Crítica de Derecho inmobiliario

Aparte de estas obras individuales, tiene publicados 60 artículos en revistas jurídicas y ha participado en 48 obras colectivas, y. Aquí (Dialnet) se puede enlazar con algunos de sus libros y artículos.

Es también asiduo participante en congresos y conferencias. Autor muy citado, como puede verse por las citas que de él aparecen en esta misma web o en Google Académico.

Javier fue consejero secretario de la Revista Crítica de Derecho Inmobiliario desde 2000 a 2013 y actualmente es el presidente de esta revista, fundada nada menos que en el año 1925 por don Jerónimo González, siendo una de las más prestigiosas revistas jurídicas española, que ha obtenido una importante reconocimiento por parte de organizaciones que realizan una valoración independiente de las mismas (índices CARHUS, Latindex, Ulrich, FECYT, MIAR/ICDS o CIRC).

Es miembro del Consejo Académico de la Fundación para la Investigación del Derecho y la Empresa (Fide). 

También es presidente del Comité Ejecutivo de la Revista European Land Registry Association (ELRA).

8.- Su etapa como Director General.

Casi cuatro años desempeñó Javier el cargo de director general de los Registros y el Notariado, pues fue nombrado por Real Decreto 922/2014, de 31 de octubre, a instancias de Rafael Catalá Polo (ver entrevista) dictándose el cese y nombramiento de su sucesor mediante reales decretos de 3 de agosto de 2018.

Javier Gómez Gálligo en el despacho oficial

No procede aquí, por la brevedad de estas notas, hacer un análisis y reseña exhaustivos de su paso por el centro directivo como máximo responsable. Nos centraremos exclusivamente en la que fue su filosofía general, con sus propias palabras y en algunos de los hitos fundamentales que tuvieron lugar durante estos cuatro años, quedando mucha tinta de la pluma.

Dice javier (discurso en su Homenaje en 2019): «Pero fuimos inflexibles a la hora de definir la línea de separación entre forma y publicidad, entre función notarial y registral, tratando de impedir la colisión/absorción/ o sustitución de funciones entre corporaciones. Lo relativo a la formalización del título es competencia notarial, la publicidad depurada de los datos frente a terceros es competencia registral. Son DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA y si una cara pretende extenderse sobre la otra, la moneda se fractura.»

La ética de las nuevas tecnologías exige el control de la legalidad y de la capacidad de los otorgantes, asegura la presencia humana, del JURISTA en la innovación tecnológica. Tenemos que avanzar hacia el FUTURO defendiendo la dignidad de la persona, incorporando al quehacer humano las nuevas tecnológicas sin que sustituyan la dignidad de la persona. Y respetando la libertad contractual y la libre creación de derechos reales que caracteriza nuestro Derecho. «

Entre los hitos referidos podemos destacar los siguientes:

  • Preparación y ejecución de la Ley de Jurisdicción Voluntaria, que concedió nuevas competencias al notariado y a los registradores.
  • Desarrollo de la demarcación notarial que supuso su adaptación a las consecuencias de la crisis económica, reduciendo el número de notarios en 331.
  • Demarcación registral
  • Permitir el acceso a la nacionalidad española a los descendientes de los judíos sefardíes expulsados de España a finales del siglo XV.
  • Impulso e interpretación de la reforma de 2015 de la Ley Hipotecaria y su coordinación con el Catastro.
  • Inscripción de los recién nacidos desde los hospitales.
  • Dictar las resoluciones en plazo y, además, batiendo récords en el número.
  • Desarrollar la lucha de ambos cuerpos contra el blanqueo de capitales. ORGA y CRAB, así como el Registro de Titularidades Reales (RETIR)
  • Constitución del Registro de Fundaciones Estatales en la propia DGRN.
  • Implantar un identificador único para las fincas registrales.
  • Interconexión de los Registros Mercantiles.
  • El desarrollo de las comunicaciones electrónicas de notarios y registradores con la DGRN.

Tan intensa labor, de la que lo apuntado son meras pinceladas, reconoció en su discurso en su homenaje que no hubiera sido posible si no es con la colaboración gratis et amore de un nutrido grupo de miembros de ambos cuerpos: Eugenio Gomeza, Jorge Fuentes, Fernando de la Puente, Marí Luz Sánchez Jáuregui, Jesús Jiménez, Paloma Lombardo, José Ángel García Valdecasas, Jacobo Fenech, Oscar Zorrilla, Jesús Ducay, José Simeón Rodríguez, Fernando Restituto, Irene Montoliú, Raquel Sancho, Sara Gómez, Basilio Aguirre, Fernando Llopis, Diego Suárez, Amaia Precioso, David Melgar, Manuel Matas, Manuel Montánchez, Joaquín Delgado, Angel Valero, José Alberto Monge, Victor Muñoz, Jorge Gomeza, el LAJ David López Ribagorza, Ricardo Gómez Veiga de ISDEFE, Carlos Sánchez, Luis Rueda, Rafael Bonardell, Jesús Fuentes o Piedad Parejo.

Pero, aparte de ello, la actividad como director general le llevó a otras obligaciones relacionadas con las principales instituciones del Estado, como la llevanza del Libro del Registro Civil de la Familia Real o la intervención en la toma de posesión de numerosos ministros y de dos presidentes de gobierno, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, aparte de actuar como notario mayor del Reino en la toma de posesión de la anterior ministra de Justicia, Dolores Delgado.

Su labor, técnica, de defensa de los derechos individuales (véase v.g. Lobo nombre de varón de gran repercusión mediática) y de desarrollo tecnológico, supuso que su relevo al frente del cargo solo se produjo pasados tres meses desde el cambio de gobierno lo que implicaba una ausencia de prisas basada en su buen hacer.

9.- Otras actividades y reconocimientos.

Discurso durante su homenaje con ocasión de haber recibido la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort

Javier ha recibido la Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort, a lo largo de su actividad profesional, en tres categorías o grados diferentes y la Medalla de Honor del Colegio de Registradores:

  • La Cruz Distinguida de Segunda Clase en el año 1992, con tan solo 32 años.
  • La Cruz Distinguida de Primera Clase, poco después, en 1996, cuando ya estaba trabajando para la DGRN.
  • La Medalla de Honor del Colegio de Registradores en 2005.
  • Y la Cruz de Honor, de cuya Orden Ministerial se dio lectura en la tarde del 22 de 0ctubre de 2019 durante el Homenaje multitudinario que recibió. Ya había sido pedida antes de ser director general y se reactiva ante su cese. Esta alta condecoración está asemejada a la categoría de Encomienda con Placa o Encomienda de Número y lleva anejo el tratamiento de Ilustrísima. Como vocal permanente de la comisión general de codificación tiene tratamiento de Excmo.

También recibió el PREMIO ASLAN al mejor proyecto tecnológico de la Administración Pública en 2016, Categoría eGovernment – Tramitación, por haber puesto en marcha la comunicación telemática de nacimientos desde centros sanitarios al Registro Civil y en la que llegaron a participar el 100% de los hospitales públicos. La remisión del certificado de nacimiento, elección del nombre y del orden de los apellidos se hace hoy en día telemáticamente, gracias a este proyecto exitoso.

Entre sus aficiones deportivas está su fervor por el Real Madrid, del que es socio y euroabonado con su hijo Javi, y que le ha llevado a disfrutar en directo de eventos inolvidables como la final de Glasgow contra el Bayern Leverkusen (con el famoso gol de bolea de Zidane) el 15 de mayo de 2002 (la novena copa de Europa); la Final de Milán contra el Atlético de Madrid el 28 de mayo de 2016 al que se ganó la undécima por penaltis; y la final de la XII Champions en la ciudad de Cardiff (Gales) el 3 de junio de 2017 donde el Real Madrid derrotó por 4–1 a la Juventus y ganó la decimosegunda copa de Europa.

Javier, esquiando en Navacerrada

Lleva practicando el esquí desde muy pequeño, lo que es más que lógico por sus orígenes altoaragoneses. Recordó, de hecho, sus descensos desde el Pico Tres Hombres, encima de Formigal en el discurso de su homenaje. Para él se trata de una afición vital y de por vida, pues ya con nueve años acudía a la Escuela Española de Esquí. A lo largo de los años, le ha llevado a visitar varios países movido por su afición, especialmente los Alpes y a Canadá.

Y, en cuanto a nuestra web, ha demostrado en diversas ocasiones su aprecio por el proyecto de tender lazos entre notarios y registradores de base y trabajar en estrecha colaboración. Fruto de ello, a modo de ejemplo, podemos citar la concesión de una importante entrevista poco después de ser nombrado director general, el apoyo para la elaboración de los archivos con las actividades de la DGRN , la facilitación de fotos y datos de muchas promociones (en colaboración con el bedel José Díaz Ruiz) o su presencia física con ocasión de la Clausura de la VIII Convención de la web, que se celebró el 30 de mayo de 2015, en la que entregó el Premio Notarios y Registradores 2015 a José Antonio Escartín Ipiéns y pronunció un importante discurso sobre las actividades y proyectos del Centro Directivo.

En definitiva, hilvanando con las razones que al principio se expusieron, Francisco Javier Gómez Gálligo, por su laboriosidad, vocación de servicio, búsqueda de la equidistancia o la multitud de facetas en las que está desarrollando su actividad intelectual, le hace de sobras merecedor de este Premio, siendo, además, hasta el presente, el más joven de los galardonados al no haber cumplido todavía los 60 años.  (JFME)

Cuatro niveles de información para normativa y resoluciones

Equipo de redacción de notariosyregistradores.com, con el director general Javier Gómez Gálligo el 19 de mayo de 2018

 

PARA CONTACTAR CON FRANCISCO JAVIER GÓMEZ GÁLLIGO: 

– Puedes dejar su comentario en esta misma página como usuario o bien, enviar una felicitación, comentario… para que la Administración de la web lo publique en tu nombre.

– Puedes mandar un correo electrónico a Javier Gómez Gálligo. que le llegará directamente y sólo a él.

– Si deseas un correo clásico, puedes escribir a: Don Francisco Javier Gómez Gálligo. Revista Crítica de Derecho Inmobiliario. Calle Diego de León 21. Madrid 28006

– Puedes enviar fotos relacionadas con el galardonado.

EN SU DÍA SE PUBLICARÁ EL REPORTAJE DE LA ENTREGA DEL PREMIO

CURRÍCULUM VITAE DE FRANCISCO JAVIER GÓMEZ GÁLLIGO

ENTREVISTA QUE NOS CONCEDIÓ COMO DIRECTOR GENERAL EN 2014   

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Aurelio Menéndez: Semblanza

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HOMENAJE A DON AURELIO MENÉNDEZ (QEPD)

En la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación al presentar su Libro – Homenaje

textos de Juan María Díaz Fraile

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Don Aurelio Menéndes Menéndez durante la presentación del libro en la RAJYL

TEXTO INTRODUCTORIO

El pasado día 3 de enero falleció en Madrid D. Aurelio Menéndez Menéndez. Catedrático de Derecho Mercantil desde 1957, Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, socio fundador del despacho Uría y Menéndez en 1972, fue además Ministro de Educación y Ciencia en el primer Gobierno de Adolfo Suarez, Magistrado del Tribunal Constitucional, Consejero de Estado, Académico de Número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Vocal Permanente y Presidente de la Sección de Derecho Mercantil de la Comisión General de Codificación, y persona muy cercana al Cuerpo de Registradores, entre cuyos miembros figura una de sus hijas, habiendo sido durante muchos años miembro del Consejo de Redacción de la Revista Crítica de Derecho inmobiliario, a cuya presidencia accedió en 2016, a los pocos meses del fallecimiento de su predecesor D. Luis Díez-Picazo.

Uno de sus últimos actos públicos tuvo lugar a comienzos del mes de julio de 2015 en la sede de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación con motivo de la presentación de su libro “Estudios Jurídicos y Universitarios” en dos tomos, editado por el Colegio de Registradores conjuntamente con la editorial Civitas Thomson Reuters.

Uno de los intervinientes en dicho acto, Juan María Díaz Fraile, entonces director del Servicio de Estudios Registrales, hizo una glosa de la persona y obra de D. Aurelio, cuyo texto ahora publicamos en homenaje a su persona y trayectoria como gran maestro del Derecho.

 

PRESENTACIÓN LIBRO HOMENAJE A D. AURELIO MENÉNDEZ «ESTUDIOS JURÍDICOS Y UNIVERSITARIOS«.

REAL ACADEMIA DE JURISPRUDENCIA Y LEGISLACIÓN

2 DE JULIO DE 2015

La presentación de un libro siempre es motivo de satisfacción para la comunidad académica porque representa la aportación de algún tipo de novedad científica con la que se avanza en el conocimiento humano, aunque en las ciencias sociales esto resulte menos aparente que en las ciencias naturales. Si esto es así con cualquier libro, mucho mayor es la satisfacción cuando de lo que se trata es de reunir en una obra única de forma antológica una pluralidad de trabajos, estudios y escritos producidos durante más de 50 años por un mismo autor, facilitando así la difusión de su conocimiento y evitando el riesgo de pérdida u olvido que su propia dispersión pudiese suponer.

Para mí es, además, un motivo de especial satisfacción en mi doble condición impulsor de la coedición de este libro, a través del Colegio de Registradores, y de introductor de la obra, por encargo de mi querido y admirado amigo D. Aurelio Menéndez Menéndez. La tarea de presentar un libro, en tanto que introducción de la obra y del autor, es una actividad especialmente gratificante cuando ambos se sitúan en el plano de la excelencia académica y del prestigio jurídico universalmente reconocidos.

No es preciso que yo explique ante este ilustre auditorio quién es el profesor Menéndez Menéndez, pues la notoriedad de su obra y su propia relevancia profesional y social excusan tal presentación. Pero si admitimos que la persona es en gran parte lo que hace, habrá que convenir que en toda obra se produce una cierta simbiosis entre la misma y su autor. Así lo entiende también D. Aurelio, cuando dice que “uno está en el libro y en su aventura. Más aún, uno es el libro”. Por ello la presentación de un libro es un acto también de presentación del autor, y más en un supuesto como éste en que el libro es la recopilación antológica de multitud de trabajos y escritos producidos durante más de cinco décadas. Si a ello se le suma el hecho de que esta obra no es sólo una recopilación de estudios científicos, sino también de escritos dedicados a dibujar la semblanza de otras grandes personalidades jurídicas contemporáneas, otros grandes Maestros del Derecho del siglo XX, es inevitable hacer así mismo una semblanza del autor, pues en esos escritos se adivina, como dice Ángel Rojo en el prólogo, una forma de ser, de sentir y de pensar, es decir, se dibuja la propia personalidad de D. Aurelio que, sin pretenderlo, hace en esos escritos su propio autorretrato psicológico. Por ello no resultará impertinente recordar que hablamos de una de las figuras más sobresalientes y señeras del Derecho español del siglo XX y aún de los años transcurridos de la actual centuria, durante los que D. Aurelio ha prolongado sin descanso su actividad.

Decir esto es decir ya mucho, pero creo que no basta. Pero nada que se pueda decir en el estrecho margen de tiempo de un acto de estas características bastaría para abarcar la glosa de una obra y una personalidad como la del prof. Menéndez. Por ello, me limitaré a destacar algunos aspectos, algunas pinceladas que con técnica impresionista permitan transmitir al menos una parte de lo que encierra este libro sobre la obra y personalidad del autor, a través del hilo conductor de las dos grandes pasiones que han estado presentes durante toda su vida adulta: el Derecho y la Universidad.

 

1. PASIÓN POR EL DERECHO

La pasión por el Derecho: he aquí una confesión propia y personal del prof. Menéndez que reitera en varios de sus escritos: “he sido y soy un enamorado del Derecho”. Cierto que confiesa también que no ha terminado de desentrañar y despejar sus dudas sobre la relación entre Justicia y Derecho (“no conseguiré disiparlas”, nos dice), pero esas dudas no ocultan la grandeza del Derecho mismo como gran sistema de ordenación colectiva contrario a la arbitrariedad. Por ello, la anomia le produce el efecto del horror al vacío, como le sucedió en el periodo 1976-1977 en que los vertiginosos acontecimientos políticos de la época, de los que fue protagonista directo, iban derrumbando las instituciones y normas del régimen anterior sin haber creado todavía las nuevas. Pero alerta también contra el fenómeno contrario, la “multinomia” o masiva proliferación normativa en que hoy nos encontramos, que amenaza por su propio exceso con el fin primordial de seguridad que todo ordenamiento debe cumplir.

Nada de ello debilita su pasión por el Derecho, Derecho que ha vivido en sus más diversas proyecciones:

a) en primer lugar, ejerciendo la potestad reglamentaria y de impulso legislativo como miembro del Gobierno de la Nación al asumir la cartera de Educación y Ciencia en el primer Gobierno de Suarez, que hizo posible la gran obra política de la transición. La contribución decisiva de D. Aurelio a la Ley de Reforma Política de 1977 no ha sido, a mi juicio, destacada de forma suficiente. Ahora se reivindica esta intervención en el reciente y magnífico libro de Juan Fernández-Miranda “El guionista de la transición”;

b) otras veces como intérprete de la norma de normas, como Magistrado del Tribunal Constitucional, Tribunal a cuya presidencia fue tentado;

c) otras veces en su elaboración prelegislativa como Presidente de la Sección de Derecho Mercantil de Comisión General de Codificación durante un dilatado periodo de tiempo (desde 1978 hasta 2006)

d) ha ejercido también el Derecho a través de la función consultiva como Consejero de Estado;

e) también en su dimensión académica como miembro de Número de esta Real Academia de Jurisprudencia y Legislación desde 1986;

f) otras en el ejercicio práctico de la abogacía como cofundador de uno de los despachos colectivos más importantes y prestigiosos de España y Europa;

g) y siempre en fin como profesor universitario, la vocación que más hondamente ha sentido a lo largo de toda su trayectoria vital. Como él mismo dice “la gran llamada profesional” de su vida.

Dentro de esta faceta de profesor hay que enmarcar su labor de constante investigador del Derecho Mercantil, que le ha llevado a publicar una magna obra que abarca varios libros y monografías y más de sesenta artículos sobre los sectores más diversos de su especialidad (Derecho de la empresa, Derecho de sociedades, títulos-valores, contratos mercantiles, quiebra y suspensiones de pagos, Derecho de la navegación marítima y Derecho registral mercantil). Todo ello le acredita como un mercantilista de singular valía, continuador destacado de la gran obra realizada por la moderna Escuela española de Derecho mercantil.

Son pocos, muy pocos, los juristas a los que por su impronta en la doctrina y por sus ascendencia intelectual, moral y jurídica sobre un grupo más o menos amplio de investigadores les cabe el honor del tratamiento de “Maestro”, y entre estos pocos está sin duda el profesor Menéndez Menéndez, Maestro de la importante Escuela moderna de Derecho Mercantil. Y es que durante más de cuarenta años ha impartido la docencia de su disciplina en varias Universidades españolas (País Vasco, Santiago de Compostela, Salamanca, Oviedo y Autónoma de Madrid), y ha dejado una huella profunda de su magisterio en gran número de promociones universitarias, siendo de destacar el dato de que en la actualidad son once los Catedráticos de la especialidad que se formaron bajo su dirección; a todos ellos habría que añadir ya el nombre de varios Catedráticos de la especialidad discípulos de sus discípulos, y la formación de un gran número de Profesores de distintos grados, en una singular labor de escuela que muestra la relevancia y el ejemplo de su magisterio científico y humano.

 

2. PASIÓN POR LA UNIVERSIDAD

Pero la pasión por la Universidad que el prof. Menéndez confiesa va mucho más allá de la labor investigadora y de formación del profesorado. Se enraíza en su pasión por el saber. Sólo así se explica que con una humildad que encierra una enorme grandeza, una de sus máximas más repetidas sea la de que no es verdadero maestro el que no sabe, llegado el momento, ser discípulo de sus discípulos. Esto significa, me parece a mí, que la inquietud por el conocimiento, síntoma de permanente juventud intelectual, no se agota nunca y termina identificando la felicitad de la enseñanza con la felicidad del aprendizaje.

Al hablar de esta gran vocación y pasión, sólo aquí, reclama el más alto grado de vanidad. La Universidad ha sido para mí – nos dice – como una “locura de amor”, con “mis infidelidades, que no han faltado, pero con mi sostenida devoción”. “Cincuenta años en ella camino de Bilbao, Santiago de Compostela, Salamanca, Oviedo y Autónoma de Madrid. Es un camino inolvidable”.

Esta pasión por la Universidad está estrechamente vinculada a las relaciones con todos los maestros, colegas y discípulos de la Escuela de Derecho Mercantil fundada por D. Joaquín Garrigues y de la que prof. Menéndez ha sido uno de los exponentes máximos junto con su maestro Rodrigo Uría. Esas relaciones de maestro-discípulo, a medio camino entre la amistad y la filiación, forman parte intrínseca de esa pasión universitaria. Sus evocaciones personales, de tono intimista, de sus maestros Torcuato Fernández-Miranda y Rodrigo Uría, son un verdadero modelo de agradecimiento y profundo respecto. Del primero destaca su gran rigor intelectual y su gran pasión por el saber, a quien trató de cerca durante los tres años que compartieron en el Colegio Mayor Valdés-Salas, lo que le permite a D. Aurelio hablar de su magisterio en el diario vivir. Torcuato fue quien le “raptó” para la Universidad, y seguramente alguna parte tuvo en la aceptación por D. Aurelio de la cartera ministerial de Educación y Ciencia que ocupó, como se ha dicho, en el primer Gobierno de Suarez. Seguramente es también de Fernández-Miranda de quien toma en origen la preocupación por las relaciones entre Derecho y Justicia y la aversión por la arbitrariedad. El Derecho está en el mundo del ser. La justicia, en el de los valores. Lo contrario del Derecho no es la injusticia, lo contrario del Derecho es la arbitrariedad, nos dice.

Del escrito que dedica al recuerdo del prof. Rodrigo Uría González me declaro incapaz de hacer una síntesis. Debe leerse en su integridad y con detenimiento. El repaso que hace de su infancia, familia y etapa universitaria de Oviedo; su etapa de complemento de formación en las Universidades italianas y alemanas; sus oposiciones a Cátedra de Derecho Mercantil (tras cambiar su inicial inclinación por el Derecho público) en 1935; su amistad con Joaquín Garrigues, su participación en la creación y desarrollo de la Escuela Española de Derecho Mercantil; los inicios de su etapa madrileña tras la conclusión de la Guerra Civil; su obra jurídica que huye tanto del conceptualismo y la abstracción como del arbitrario practicismo; sus esfuerzos por incluir el concepto de lo equitativo en el ejercicio del Derecho; su condición de abogado. Ese primer bufete instalado en la  calle Nuñez de Balboa, 48, en el mismo piso en que tenía D. Rodrigo su hogar familiar, que a finales de los cuarenta empieza a frecuentar D. Aurelio. Allí comenzó también a ejercer el prof. Menéndez la abogacía y allí “fabricaban” los primeros números de la Revista de Derecho Mercantil. Ese vínculo y colaboración con la Revista no se interrumpe durante los casi quince años que D. Aurelio ejerció su Cátedra fuera de Madrid; tampoco se cortó la relación profesional de la abogacía, y ello le permitió participar con algunos dictámenes en el famoso asunto “Barcelona traction”. Después vendría el traslado del despacho a la sede de la calle Hermosilla 30, posteriormente a Jorge Juan 6 y finalmente a Príncipe de Vergara 187, fruto de la expansión de aquél inicial despacho “Boutique” de 8 ó 10 abogados y su transformación en el gran despacho colectivo en que se convirtió a partir del impulso y la experiencia de D. Rodrigo Uría hijo, tras el regreso de su estancia en el despacho Curtis Mallet de Nueva York. Pero, por encima de todo ello, está la valoración personal y humana que hace de su maestro: “hombre sabio, bondadoso y sencillo que amaba la vida y el contacto con el prójimo”.

– Pero esta pasión universitaria es tan fuerte que transciende los aspectos de docencia e investigación y se prolongan en los de – si se me permite la expresión – “ideólogo” de la Universidad. Quien quiera acometer cualquier proyecto de análisis y reforma de las enseñanzas universitarias en España tiene que acudir como texto de lectura obligada a la introducción que escribió el prof. Menéndez en el primer número del Anuario de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid en 1997, con ocasión del 25 aniversario de su fundación. Allí está compendiada en pocas páginas de forma magistral toda su experiencia y sus conclusiones, también sus dudas, en relación con la docencia y la investigación universitarias.

a) Allí está la narración en primera persona de la fundación y desarrollo de la Facultad de Derecho desde su instalación inicial en el año 1970 en el Casón del Observatorio del Parque del Retiro en la calle Alfonso XII hasta la inauguración de la nueva sede en diciembre de 1994, bajo la presidencia del actual Rey de España Felipe VI, el más ilustre licenciado de la Facultad y el más ilustre discípulo de D. Aurelio de quien fue preceptor, como su maestro Torcuato Fernández-Miranda lo había sido de Don Juan Carlos.

La creación de esta Universidad era un sueño que el prof. Menéndez rememora evocando sus paseos con el Rector Luis Sánchez Agesta por el amplio solar de Cantoblanco en que se instalaría pocos años después. Un sueño en el que intentaban poner en marcha una Universidad ambiciosa en su esfuerzo de investigación, modernizada en sus métodos pedagógico y selectivo, y sensible a su función cultural. Y para ello se pretendía que la Universidad fuera verdaderamente autónoma, científica y funcionalmente, en la selección de profesores y alumnos, en la libertad de los planes de estudios y hasta en la utopía de los cincuenta alumnos por aula.

Al cabo de los 25 años “nada ha llegado al sueño”, dice el prof. Menéndez. Pero en medio de algunas ilusiones perdidas, queda la realidad de una Facultad de Derecho que ha contribuido a mejorar el nivel científico y docente de la Universidad española. Así lo acreditan numerosas pruebas y testimonios, como los del profesor alemán Klaus Tiedermann, con ocasión del acto de su investidura como Doctor “honoris causa”, o del prof. Peter Ulmer, Rector de la Universidad de Heidelberg, cuando no dudan en hablar públicamente de la trayectoria ejemplar de la Universidad Autónoma y de su extraordinaria reputación internacional. Ahí está el prestigio de su cuadro de Catedráticos y profesores, la brillante trayectoria profesional de muchos de sus egresados, la formación de la Biblioteca de la Facultad, referencia nacional e internacional, la labor de sus famosos seminarios o la creación del célebre “Anuario de la Facultad de Derecho”, con el que el Colegio de Registradores se honra en colaborar.

b) Allí están todos los análisis y todas las reflexiones que para cualquier reforma universitaria se deben tener en cuenta:

1º) en materia de docencia: en la que insiste en la necesidad de superar una Facultad de apuntes y exámenes, por una Facultad en la que se enseñe a pensar y se enseñe a hacer, sin por ello despreciar el viejo método de la “lección magistral”. Insiste también en la importancia de que los alumnos aprendan a utilizar la bibliografía y en acercar el libro al alumno, hasta el punto de que entiende que la idea rectora de la vida de la Facultad ha de ser la del “culto al libro”.

En cuanto a los planes de estudios, muestra sus dudas sobre el acierto del plan cuatrianual. “¿Habremos acertado?”, se pregunta. Cierto que aporta flexibilidad y orientación práctica, pero cierto es también que hay el peligro de que las disciplinas optativas se fijen caprichosamente, y también el riesgo de lo que llama “la especialización prematura”.

2º) en cuanto al profesorado: aquí aporta sus valiosas reflexiones sobre las discusiones esenciales sobre el régimen de selección del profesorado, el equilibrio entre la enseñanza y la investigación en la actividad de los docentes, la forma en que los métodos pedagógicos pueden ayudar a cortar el nudo gordiano de la inacabable discusión sobre la universidad masificada y la selección del alumnado. También en este capítulo destacan la sinceridad y hondura de sus reflexiones sobre la figura de los catedráticos y profesores “profesionalizados” extrauniversitariamente, y el dilema entre la dedicación exclusiva y la dedicación parcial. Aquí se inclina por la conveniencia de buscar fórmulas que hagan compatible la dedicación a la Universidad y el ejercicio de la Abogacía, para evitar el peligro del llamado “Derecho de los profesores” que corre el riesgo de perderse en la pura especulación formal. Pero alerta también, en un ejercicio de honestidad intelectual y ponderación de la que siempre hace gala, del riesgo contrario, en el sentido de que una de las dos profesiones perderá peso a favor de la otra, inclinándose la balanza del lado de la profesión que presente mayores urgencias.

 

3. SUS APORTACIONES DOCTRINALES

Sobre sus aportaciones doctrinales, imposibles de abarcar por su extensión y profundidad en esta presentación, me permitirán que, en mi calidad de Director del Centro de Estudios Registrales del Colegio de Registradores, destaque muy brevemente las relativas al Derecho Registral mercantil.

1) Empiezo por una que está ausente de este libro, porque en sí misma es un tomo de una obra mayor. Me refiero a su trabajo sobre “El Registro Mercantil español (formación y desarrollo)” que integra el Tomo V de la obra “Leyes Hipotecarias y Registrales de España. Fuentes y evolución”, publicado en 1991, obra magna en 6 tomos con la que el Colegio de Registradores quiso sumarse a las celebraciones organizadas con motivo del quinto centenario del descubrimiento de América. Trabajo cuya ejecución completa llevó años, y en cuya comisión redactora estuvo presente desde el primer momento el prof. Menéndez, a quien además se le encomendó la redacción del citado tomo V. Por su extensión esta obra no está incluida en el libro que hoy presentamos, como ocurre con el resto de sus monografías. Pero no podía dejar de mencionarlo, pues se trata sin duda de la mayor contribución a la investigación histórica sobre la formación y desarrollo del Registro Mercantil español desde su introducción en el Código de comercio de 1829. Y responde a la inquietud que el prof. Menéndez quiso siempre transmitir a sus discípulos de estudiar la historia de las instituciones para comprender en profundidad su funcionamiento.

2) Mención especial merece también la conferencia sobre el Derecho comparado europeo sobre la publicidad mercantil, publicado originalmente en el libro sobre conferencias sobre el Derecho comunitario europeo, editado por el Colegio de Registradores en el ya lejano año 1976, casi 10 años antes del ingreso de España en las Comunidades Europeas, lo que pone de manifiesto la visión de futuro de los organizadores de aquellas conferencias y la intervención decisiva del prof. Menéndez en la misma. Allí ensaya un criterio de sistematización de los sistemas registrales en la doble dimensión histórica y geográfica europea, en tres grupos que denomina, respectivamente:

– la solución corporativa, ligada a las viejas matrículas de los comerciantes, cuyos inicios se observan en las Repúblicas italianas del medievo merced a la temprana organización de sus mercaderes en corporaciones profesionales, y cuyos efectos jurídico-privados eran muy limitados (si bien servía para determinar las personas sometidas a la jurisdicción mercantil);

– la solución negocial, en que la sanción de la falta de publicidad se proyecta sobre la validez y eficacia del acto o negocio inscribible; solución que aparece en la Ordenanza francesa del Comercio Terrestre de 1673, y es posteriormente acogida en el Código de Comercio napoleónico de 1807;

– la solución registral, que no incide sobre la validez de las relaciones jurídicas sustantivas, sino sobre las consecuencias que produce la ignorancia o el conocimiento de los actos inscribibles por parte de los terceros; solución en la que se observa una evolución que va de una inicial publicidad-noticia en la que el hecho de hacer posible el conocimiento de lo inscrito por parte de terceros agota la finalidad de la inscripción; que pasa por un estadio intermedio en que la inscripción sirve de base a la presunción de que lo inscrito es efectivamente conocido por terceros; para llegar posteriormente a un estadio de “cognoscibilidad legal” cuya estación de llegada es precisamente la eficacia sustantiva de la inscripción, con independencia del conocimiento efectivo que de la misma puedan tener los terceros. Transformación del Registro en un instrumento de publicidad legal con efecto frente a terceros que se debe fundamentalmente a los países germánicos, tal y como aparece ya en el Código general alemán de 1861. Sistema que inspiraría la solución del Código de comercio español de 1885.

3) Otras aportaciones doctrinales imprescindibles del prof. Menéndez en el ámbito del Registro Mercantil son las relativas al concepto de buena fe del tercero, inclinándose por la teoría subjetivista de la buena fe, como estado psicológico o de creencia del tercero. Late también en este planteamiento la concepción del prof. Menéndez sobre el Derecho, que no se identifica con el concepto mismo de justicia, sino como instrumento para su realización. Y por ello construye un concepto de la buena fe guiado por la necesidad de seguridad jurídica en el tráfico mercantil, pero haciendo ello compatible con una vertiente ética de la cuestión, de forma que el autor nos advierte de que la protección de la apariencia debe dispensarse a quien la merece: el tercero de buena fe, pero sin llegar a desvirtuar esta protección imponiéndole la obligación de indagaciones extrarregistrales de actos no inscritos.

Igualmente capital es su interpretación de la reforma mercantil societaria del año 1989 en lo relativo a la oponibilidad o eficacia frente a terceros del Registro, una vez que por exigencias del Derecho comunitario a través de la primera Directiva de sociedades se rompe el automatismo de la ecuación publicidad igual a inscripción. La publicidad se integra tras la reforma por un conjunto de dos elementos: la inscripción más la publicación en el Boletín Oficial del Registro Mercantil. El prof. Menéndez se percata desde el primer momento de que esa dualidad de mecanismos de publicidad, al mismo tiempo que aumenta la difusión de los hechos, encierra el peligro de restar eficacia y fijeza al sistema, pues da pie potencialmente a situaciones patológicas de divergencia entre el Registro y el Boletín, que sistematiza en tres grupos: el desajuste cronológico, la falta de uno u otro medio de publicidad y la discordancia de contenido.

El alcance de esta reforma y sus consecuencias exigía, pues, que la mejor doctrina diese la pauta para su interpretación, y en esa difícil tarea no faltó la aportación doctrinal decisiva de D. Aurelio a través de su estudio “La eficacia registral respecto de terceros” publicado en 1992.

 

4. REFLEXIÓN

Es curioso recordar cómo la Revolución francesa al destruir todas las instituciones políticas del pasado, afirmando los nuevos principios de libertad e igualdad de los ciudadanos, abre un importante movimiento constitucionalista en Europa y procede a la reconstrucción de todo el Derecho público y privado sobre nuevas bases mediante el fenómeno de la “codificación”.

La codificación moderna aparece, pues, unida al movimiento constitucionalista, y así ocurrió también en España, de forma que el ideal codificador fue proclamado por vez primera en la Constitución de Cádiz de 1812, que en el ámbito mercantil da lugar al Código de Sainz de Andino de 1829 y al actualmente vigente de 1885. Código de “tienda y almacén”, como cariñosamente el denomina D. Aurelio.

Y en esta labor no se puede silenciar el trabajo de la Comisión General de Codificación ni el hecho de que su Sección de Derecho Mercantil haya sido presidida por el prof. Menéndez durante casi 20 años (entre 1978 y 2006). En su condición de tal ha dirigido todo el movimiento de reforma de nuestra legislación mercantil de los últimos veinte años. Esa obra que ha plasmado en un abundante número de leyes fundamentales para el desarrollo de nuestras instituciones jurídicas y económicas.

Sin embargo, no es ajeno D. Aurelio al desasosiego que produce el efecto del exceso de normas. Y así en su reciente estudio de 2013 “sobre el Derecho, los jueces y las leyes” nos advierte de la necesidad de preservar la calidad de las leyes y de dedicar más atención a los procesos de su elaboración, superando así la visión heredada del positivismo del jurista como un simple intérprete y aplicador del Derecho. Alerta sobre la inflación normativa que da lugar a una legislación desordenada y aún anárquica. Su insistencia sobre el estudio de los precedentes históricos entronca con las ideas del añorado maestro Tomás y Valiente cuando decía en 1996 que “no hay dogmática sin historia, o no debería haberla, porque los conceptos e instituciones no nacen en el vacío puro, sino a consecuencia de procesos históricos de los que arrastran una carga quizá invisible pero condicionante”.

Creo que difícilmente se puede encontrar una cita que aúne y sintetice de forma más gráfica las dos corrientes jurídicas que entraron en conflicto en la Alemania del siglo XIX, la de la escuela racionalista de Thibaut y la escuela histórica de Savigny.

Y en este punto quisiera hacer una reflexión sobre el acierto que representa que desde el poder político y legislativo se acoja – como he dicho en alguna ocasión -, no de forma resignada ni displicente, sino con la avidez del que sediento recibe agua, el consejo del que sabe. Pocas veces se ha sintetizado mejor las relaciones entre poder y ciencia que en la famosa distinción de Álvaro D’Ors entre “auctoritas” como el “saber socialmente reconocido” y la “potestas” como el “poder socialmente reconocido”.

El poder fecundado por la “auctoritas” genera Derecho; el poder sin esta sabia sólo produce leyes, leyes que en muchos casos son inestables y caducas desde el momento en que nacen.

Con la ayuda, el consejo y la contribución doctrinal aportada por personas como el prof. Menéndez, en quien se aúnan por su gigantesca obra y actividades la “auctoritas” y la “potestas”, confiemos en que triunfe esa gran tarea de “La lucha por el Derecho” que se evoca en el título del libro de Ihering, con cuya cita concluye la última página del libro que hoy presentamos.

Por todo ello y por mucho más cuya referencia excede de los límites de esta presentación, es para mí, como Director del Servicio de Estudios del Colegio de Registradores de España y como amigo, un placer y un gran honor presentar esta obra, y recomendar su lectura en la que el lector encontrará que mis palabras se han quedado cortas, muy cortas, al glosar la figura y obra del maestro de maestros Menéndez Menéndez.

 

Juan María Díaz Fraile

Director del Servicio de Estudios del Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España (2015-2017)

 

Thomson Reuters

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