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IGNACIO SOLÍS VILLA
PREMIO
NOTARIOS Y REGISTRADORES
2022
RAZONES PARA LA CONCESIÓN |
APUNTES BIOGRÁFICOS |
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EL EQUIPO DE REDACCIÓN DE LA WEB, TRAS AMPLIAS DELIBERACIONES, HA ACORDADO OTORGAR EL PREMIO NOTARIOS Y REGISTRADORES, EN SU IX EDICIÓN, ADON IGNACIO SOLÍS VILLA |
Por su aplicación y brillantez en los estudios; por su atención a los alumnos tanto universitarios como los opositores a notarías y registros; por sus servicios al notariado, desde estamentos corporativos y desde medios de comunicación; por abrir nuevos caminos a la seguridad jurídica preventiva, a través de la jurisdicción voluntaria y especialmente en materia de resolución de conflictos; por su carácter conciliador, su capacidad de saber escuchar y la franqueza de trato, y por continuar con su actividad intelectual y de servicio una vez dejado el despacho notarial. |
LA PRESIDENTA DEL COMITÉ:DOÑA INMACULADA ESPIÑEIRA SOTO. |
Propuso su candidatura: José Manuel Hernández Antolín, notario de Madrid y registrador (en excedencia)
APUNTES BIOGRÁFICOS
1.- Infancia – Estudios secundarios
Ignacio tuvo la fortuna de venir al mundo en el seno de una amplia familia en la localidad cordobesa de Lucena el 10 de junio de 1948.
Su padre fue José Solís Navarrete, notario, que ejerció en muy diversos lugares de la geografía española: Mosqueruela (Teruel), Castroverde (Lugo), Tudela de Duero (Valladolid), Piedrabuena (Ciudad Real), Lucena (Córdoba), Cádiz, Murcia y Madrid.
Su madre, Rosario Villa Valenzuela, doctora en medicina, fue discípula y colaboradora del doctor Gregorio Marañón que le dirigió su tesis: ”La personalidad sexual y las glándulas endocrinas extragonadales”, leída el 9 de julio de 1935, que fue pionera en su época.
Fue el decimoprimero de quince hermanos, que a lo largo de la vida se han dedicado a muy diversas profesiones: José (abogado), Isabel (catedrática), Amelia (catedrática), Rafael (abogado), Narciso (falleció siendo niño), Sofía (secretariado), Rosario (catedrática), Constanza (farmacéutica), Araceli (farmacéutica), Pilar (inspectora de trabajo), Ignacio (notario), Javier (médico), Carlos (notario), Antonio (ingeniero) y Luis Alberto (ingeniero).
Su infancia se desarrolló en Lucena, Cádiz, Murcia y Madrid. En Cádiz fue, muy pequeño, al Colegio de San Felipe Neri, de los Marianistas donde estuvo dos años.
En Murcia, todavía como párvulo, fue al Colegio del Buen Pastor, que regían las hermanas Quirós. Para la educación primaria, le matricularon sus padres en el Colegio La Merced, de los Hermanos Maristas, primero en lo que llamaban “La Sucursal”, que estaba en la calle Acisclo Díaz donde hizo hasta el ingreso de bachillerato y, después, en el Colegio del Paseo del Malecón en el que cursó seis años del bachillerato.
Fue un colegio religioso que recuerda con mucho cariño, pues en él recibió una buena formación y “con ninguna sensación de que le obligasen a rezar demasiado”. Magnífica enseñanza que le facilitó enormemente los estudios posteriores.
El preuniversitario ya fue en Madrid -donde se había trasladado la familia por el destino profesional de su padre-, en el Colegio de los Maristas del Paseo de Eduardo Dato. En esta ciudad se examinó y obtuvo el Premio Nacional de Bachillerato.
Recuerda que su vida, durante este período de infancia y adolescencia, fue austera y con un intenso ambiente de trabajo del que se ocupaba fundamentalmente su madre. Por ejemplo, a las 6:00 de la mañana estaban levantados para estudiar y acabar de hacer los deberes.
Todos estudiaban y cuando faltaba el servicio, todos contribuían a las tareas domésticas sin ningún tipo de discriminación; concretamente él, en unión de otro hermano, solía encargarse de fregar la vajilla
Recuerda con nostalgia los alegres veranos durante esta época de infancia y adolescencia. La familia se trasladaba desde finales de junio hasta primeros de septiembre a la casa número 3 de Las Villas, un conjunto de diez viviendas junto al mar, algo apartado entonces de La Torre de la Horadada, población veraniega de Alicante; las casas siempre estaban ocupadas por las mismas familias casi todas con muchos hijos por lo que cada año la gran pandilla se mantenía.
2.- Universidad – Oposición.
Estudió Derecho en la Universidad Complutense de Madrid entre 1965 y 1970. Cuando terminó la carrera tenía 22 años, recién cumplidos, al haber nacido en junio.
Dentro de un gran elenco, recuerda como excelentes profesores a don Jesús Rubio (por su gran calidad humana y método en el estudio de su materia, Mercantil) y a don Mariano Aguilar Navarro, en Internacional Privado (con menos estructuración de contenidos, pero que abría horizontes nuevos y perspectivas distintas).
Pero quien dejó una huella más profunda en su formación fue sin duda don Federico de Castro y Bravo, con quien mantuvo la relación hasta su fallecimiento. De vez en cuando acudía a su casa a las famosas meriendas de la calle Las Calas. La casa de don Federico siempre estaba abierta para sus amigos.
Don Federico era una persona muy accesible hacia sus alumnos, pero, eso sí, una vez que hubiesen aprobado. Le invitó al Seminario de Menores -que llegó a dirigir- y luego al Seminario de Mayores y, nada más concluir la carrera, tuvo el honor de entrar en su cátedra.
Oposiciones. Tras el verano posterior a la finalización de la carrera y, coincidiendo con su entrada en la cátedra de don Federico como profesor ayudante el 1 de octubre de 1970, simultaneó su trabajo docente con la preparación de las oposiciones libres a notarías.
Sus preparadores fueron don José Poveda Diaz, don Eugenio Aguilar y don Eduardo Fernández Galvis, También, a veces, don José Antonio Miquel Calatayud. y don Fernando Sotelo. La Academia estaba situada en la calle Eloy Gonzalo. Después -ya notario- colaboró en la famosa Academia de Costanilla de Los Ángeles.
Durante esa época, vivía con sus padres en el domicilio familiar de Madrid. Estudiaba por las mañanas en el despacho de la cátedra de don Federico y, por la tarde-noche, en su casa. Fueron dos años y medio muy intensos de esfuerzo, pero cortos con relación a lo que necesitaba un opositor medio en la época (y en la actualidad). Aprobó en marzo del 73.
La convocatoria tuvo lugar en el BOE del 26 de abril de 1972 y fue firmada por 405 aspirantes. Obtuvo el puesto número dos de los 81 aprobados, con 64 puntos. Tenía 24 años.
El Tribunal estaba formado por don Pablo Jordán de Urríes, como presidente; don Tirso Carretero García, Registrador de la Propiedad de Alcázar de San Juan; don Agustín Luna Serrano, Catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Santiago de Compostela; don Antonio Ipiéns Llorca, Letrado del Cuerpo Facultativo de la DGRN (y Premio Notarios y Registradores en su primera edición); don Francisco Lucas Fernández y don José Manuel Gonzalo de Liria y Azcoiti, Notarios de Madrid, y don Victorio Magariños Blanco, Notario de Andújar, en funciones de Secretario.
Por su puntuación, obtuvo una plaza de segunda categoría directamente: Coín, en la provincia de Málaga.
3.- Familia
Ignacio hizo las milicias universitarias durante tres veranos consecutivos en el campamento de El Robledo, situado en La Granja de San Ildefonso (Segovia).
Durante uno de los permisos reglamentarios, se fue a Santiago de Compostela para ver a su padre que estaba hospitalizado, por haberse roto una cadera al caerse, coincidiendo con la celebración de un congreso notarial. Y allí conoció a María José de La Fuente López, hija de un notario amigo de su padre. María José es gallega, nacida entre Mondoñedo y Lugo cuando trasladaban a su madre para dar a luz.
Más tarde, ella fue a estudiar la carrera de Derecho a Madrid. Fue entonces cuando entablaron una mayor relación y se hicieron novios, una vez que ella había aprobado el Civil I, que era la asignatura en la que daba clases Ignacio. Corría el año 1972. No cambiaron de status hasta 5 años después cuando se casaron, ya en 1977. Fue en la Iglesia de Santa Bárbara de Madrid (conocida como la Iglesia de las Salesas Reales).
Tienen una hija, María José Solís de la Fuente, casada con Jorge Fernández Vicéns. Ella es notaria, hija y nieta de notarios, ejerciendo en la actualidad en L’Escala, provincia de Girona. Aprobó la oposición en 2018.
4.- Destinos.
COÍN. Tomó posesión de la notaría el 27 de julio de 1973. En este destino, situado en el corazón de la provincia de Málaga, estuvo ejerciendo la profesión notarial durante alrededor de tres años y medio que fueron maravillosos, ya que al vivir en la población le daba tiempo para atender al despacho, estudiar, pasear, conocer la región y continuar su labor docente los largos fines de semana.
Aunque en la comarca seguía teniendo una gran importancia la actividad agrícola, ya en aquella época empezaban a asentarse también extranjeros, lo que a veces añadía un elemento de complejidad a algunas escrituras; ello daba lugar a curiosos contrastes, pues lo mismo autorizabas un reconocimiento de titularidades fiduciarias, materia que ha motivado resoluciones muy debatidas de la Dirección General, incluso décadas después, que te enfrentabas con una sociedad anónima constituida en 1926 que aún no se había adaptado a la entonces vigente ley de 1951 y que seguía funcionando al margen de la misma.
Recuerda al efecto una anécdota: dicha sociedad tenía por objeto la explotación de un molino aceitero en una pequeña población; las juntas generales se convocaban mediante anuncio hecho por el pregonero del pueblo para celebrarse en el molino después de la cena; fue requerido por el abogado de uno de los agricultores disconformes para acompañarlo a la junta y hacer saber al presidente que la junta era nula por no haberse convocado mediante los anuncios exigidos por la Ley de Sociedades Anónimas; recuerda la extrañeza del presidente por el hecho de que alguien “que estaba allí” pudiese quejarse por no estar bien convocado, dado que desde siempre se venía funcionando así.
Aquí se ve una muestra palpable del choque entre la legalidad formal y el modo en que iba funcionando la sociedad consuetudinariamente durante 50 años. Da que pensar sobre la necesidad de adaptar las formas al fondo siempre que ello sea posible.
Madrid. Durante su estancia en Coín, preparó las oposiciones entre notarios que se desarrollaron en 1976, obteniendo el tercer puesto entre los 39 aprobados, lo que le permitió acceder a una notaría de Madrid, la que dejó vacante don Enrique Sánchez Oliva, tras la jubilación.
Fue su destino definitivo, que duró nada menos que 42 años en la misma plaza, desde el 1 de marzo de 1977, aún con 28 años, hasta el 6 de julio de 2018, poco después de cumplir los 70, que entonces era la edad de jubilación forzosa. Todo un récord, como lo hace ver Justito el Notario en su blog.
Su notaría nunca ha sido de protocolo voluminoso en cuanto a números. Mucho testamento, muchas personas con necesidad de representación legal (medidas de apoyo ahora se diría), consecuencia de sus colaboraciones, ya desde su llegada a Madrid, con diversas asociaciones que defendían a las personas con discapacidad. En su día a día primaba la atención cercana y personalizada al ciudadano que, en bastantes ocasiones, cristalizaba en relaciones de amistad. También, de vez en cuando, autorizó importantes operaciones mercantiles, o conformó regímenes complejos como son los conjuntos inmobiliarios.
La notaría estuvo situada, primero en la calle Villanueva 13, muy cerca de la Biblioteca Nacional y, luego, en Velázquez 16. En 1987 su hermano Carlos Solís Villa obtuvo plaza en Madrid y desde entonces estuvieron convenidos. Quiere dejar constancia de que sin la generosidad y apoyo de su hermano no le hubiera sido posible atender las tareas docentes y corporativas.
GALERÍA DE LUGARES:
5.- Actividades corporativas.
Sus aportaciones fueron constantes durante estos 40 años, fundamentalmente a través del Colegio Notarial de Madrid y del Consejo General del Notariado (o su precedente, la Junta de Decanos).
Durante la década de los 80 formó parte de la Junta Directiva del Colegio Notarial de Madrid, como Censor 2º, entre los años 1984 a 1989. Y, poco después, fue secretario de la Junta de Decanos de los Colegios Notariales de España, presidida por José María de Prada González, entre 1990 y 1993.
Ya en nuestro siglo, ejerció el cargo de vicedecano en la Junta de Madrid, presidida por José Aristónico García Sánchez, de 2005 al 2007, y, tras su jubilación, Ignacio fue elegido decano por el año que faltaba de mandato, el 2008.
Reconoce que el acceso al vicedecanato se debió a la amistad que profesa con José Aristónico desde los tiempos de Málaga, lo mucho que de él ha aprendido en múltiples campos y la impagable deuda de gratitud que con él mantienen tanto Ignacio como el notariado en su conjunto.
Y en las siguientes elecciones, convocadas tras la modificación de la estructura territorial de las Colegios para adaptarlos a las Comunidades Autónomas, encabezó la candidatura que resultó ganadora, con amplio refrendo en las urnas, jurando el cargo de decano en enero de 2009 para el siguiente cuatrienio ante un numeroso auditorio. Se puede recuperar desde este enlace el Discurso de toma de posesión.
En el programa con el que se presentó destacaba la potenciación del notario en su doble función de profesional y de funcionario, el ponerlo al servicio de los valores fundamentales del ordenamiento enmarcados en la Constitución para el mejor servicio hacia el ciudadano y la sociedad; el intensificar la utilización de las nuevas tecnologías, pero sin que ello implicara una modificación de la función esencial que durante siglo y medio venía desempeñando el Notariado; también defendía reformas corporativas para ahondar en la transparencia y en la efectividad de los órganos colegiales y del CGN; propugnaba la necesidad de potenciar la seguridad jurídica preventiva con una hoja de ruta basada en dos pilares fundamentales. el documento notarial y el registro. Este ambicioso programa incluía también medidas de tipo deontológico, de potenciación de servicios colegiales, arbitraje y mediación o actuaciones relacionadas con la extinta mutualidad.
Su Junta directiva estaba plagada de primeros espadas del Notariado, habiendo sido después dos de sus miembros sucesores en el cargo y presidentes del CGN: Vicedecano: José Ángel Martínez Sanchiz. Censor Primero: José Manuel García Collantes. El resto del elenco estaba formado por Fernando Rodríguez Prieto, Ignacio Gomá Lanzón, María-Almudena Zamora Ípas, Concepción Pilar Barrio Del Olmo, Adolfo Príes Picardo y Luis Enrique García Labajo.
Dentro de la intensa actividad desarrollada durante este periodo, tan solo destacaremos diversos convenios de colaboración firmados con la Comunidad de Madrid en materias variadas; la creación de la Fundación Notarial Signum sobre mediación y arbitraje; o la -polémica en su momento- prohibición de firmar fuera de las notarías en entidades bancarias, gestorías, grandes empresas o despachos de abogados. Fue impugnada judicialmente, pero se confirmó, demostrando la bondad de la medida que fortalecía la actuación independiente que siempre debe de ejercer el notario y de asesoramiento especialmente a las personas más necesidades de él como son los consumidores.
Finalizados los cuatro años, le sucedió en el cargo José Manuel García Collantes. Parte del tiempo en que fue decano de Madrid, también formó parte de la Comisión Permanente del Consejo General del Notariado hasta que dimitió por discrepancias.
6.- Profesor universitario y conferenciante
Su relación con el mundo universitario ha sido una constante a lo largo de su vida profesional y en especial con la Universidad Complutense que es donde se formó como jurista, ejerciendo la docencia ininterrumpidamente desde el ya lejano octubre de 1970.
También fue Profesor Asociado de Derecho Documental en la Facultad de Derecho de la Universidad Rey Juan Carlos. Ha impartido durante los tres cursos el Prácticum en materia de Derecho Privado del Plan Hispano-francés. Ha colaborado con las profesoras Díaz Alabart y Gómez Laplaza en cursos de Derecho de Familia y Sucesiones, y ha impartido, junto al Profesor Yzquierdo Tolsada la asignatura de Derecho Inmobiliario Registral.
Actualmente, es codirector de la Cátedra Extraordinaria de Derecho Privado «Antonio Rodríguez Adrados», surgida de un convenio suscrito en 2018 entre la Universidad Complutense y el Colegio Notarial de Madrid para el estudio e investigación del Derecho privado y notarial. Precisamente, el pasado 19 de enero, tuvo lugar un acto académico en el que ha sido elegida como codirectora la profesora Cristina de Amunátegui.
Por otra parte, su actividad como conferenciante resulta intensa, abarcando contenidos muy variados entre los que destacan la protección de las personas con discapacidad a través de instrumento público y el asesoramiento notarial, la jurisdicción voluntaria, las herencias a beneficio de inventario, o el dar a conocer la actividad del Notariado en general. Entre las ciudades visitadas podemos citar Madrid en diversos foros, Sevilla, Santiago de Compostela, Pamplona, Málaga, Granada, dos ocasiones en Buenos Aires, o sus intervenciones en la Universidad Menéndez y Pelayo de Santander, aparte de en diversos congresos notariales.
7.- Mundo editorial.
Ignacio fue director de la revista bimestral “El Notario del Siglo XXI”, vinculada al Colegio Notarial de Madrid, desde marzo de 2013 hasta octubre de 2019. Actualmente mantiene su nexo con la misma mediante colaboraciones y al formar parte de su Comité Editorial.
También fue Director de la Revista Jurídica del Notariado, editada por el Consejo General del Notariado y qué es la continuación, desde 1992, de la antigua Revista de Derecho Notarial que fundó en 1953 Rafael Núñez-Lagos.
Es miembro del Consejo de Redacción del Anuario de Derecho Civil, editado por el Ministerio de Justicia; miembro del Comité Científico de Foro, Revista de ciencias jurídicas y sociales, de la Universidad Complutense de Madrid, y fue miembro del comité editorial de la Revista Escritura Pública, del Consejo General del Notariado, desde su creación hasta el año 2006.
Ha sido autor de diversas estudios como ponencias y comunicaciones. A modo de ejemplo citaremos algunos, que muestran lo variado de los temas que han captado su atención:
- Negocio fiduciario y fideicomiso en España y México. 1979
- Necesidad social de la imparcialidad del redactor del contrato. Ponencia española al XVI Congreso Internacional del Notariado Latino celebrado en Lima en 1982.
- La teoría de la persona jurídica en la obra de don Federico de Castro, publicado por el Colegio de Registradores en 1992.
- El título constitutivo de la Propiedad Horizontal. Dickinson en 2000
- Matrimonio y cuestión de inconstitucionalidad, en El notario del siglo XXI.
- El beneficio de inventario y la función notarial, en la Academia Matritense del Notariado
- Los apoderamientos electrónicos en la Ley de Emprendedores, también en El notario del siglo XXI.
8.- Otras actividades y reconocimientos.
La selección de opositores y la ayuda en su preparación ha sido un referente durante su vida profesional, y también después de la jubilación.
Ha formado parte de 3 Tribunales de Notarías:
- en la Oposición Libre celebrada en Madrid los años 1984-85, sustituyó a Julio Burdiel -también Premio Notarios y Registradores en su segunda edición-, que no pudo continuar al resultar herido por uno de los disparos efectuados.
- Volvió a ser vocal, esta vez originario, en la Oposición entre Notarios de 1998.
- Y fue presidente de uno de los Tribunales de la Oposición de Madrid 2001 2002 que es donde aprobó Justito El Notario, el cual en su blog relata su aprecio común por Mondoñedo.
Fuera de estos periodos puntuales, es cotidiana su ayuda en la preparación a los opositores con orientación especial hacia el examen práctico.
Es vocal permanente de la Comisión General de codificación, Sección de Derecho Civil. Dentro de ella, cabe destacar su participación como miembro de la Sección Especial para la regulación de la jurisdicción voluntaria y la actualización de la legislación procesal civil. Actualmente participa en los debates sobre uno de los temas en los que es especialista, las deudas en la herencia.
Es patrono fundador de la Fundación Notarial Signum, para la resolución alternativa de conflictos a través de la mediación o del arbitraje. Ejerció como árbitro unipersonal, resolviendo conflictos que versaban principalmente sobre derecho bancario o materia inmobiliaria.
Es miembro de la Junta de Gobierno de la Academia Matritense del Notariado en la que ha impartido diversas conferencias.
Reconocimientos. Entre ellos podemos destacar:
- Premio Extraordinario de Licenciatura de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid
- Premio Nacional Fin de Carrera, concedido por el Ministerio de Educación y entregado por el Jefe el Estado. Incluía dos condecoraciones, el Víctor de Plata y la Cruz de Alfonso X el Sabio.
- Premio Nacional Calvo Sotelo al mejor expediente universitario, que otorgaba el Consejo de Estado.
- Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort que le fue entregada en 2014.
- Es profesor honorífico del Departamento de Derecho Civil de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense. Este mismo año, el Decano le impuso la Medalla de Oro de la Facultad de Derecho, en reconocimiento de sus 48 años de servicios a la Universidad.
Aficiones:
Es muy aficionado a escuchar música, fundamentalmente clásica, Siendo algunos de sus compositores favoritos Juan Sebastián Bach, Wagner y Beethoven. Pero también le gusta disfrutar con la buena canción española, estando entre sus preferidos Carlos Cano y doña Concha Piquer.
La afición a la lectura se la inculcó su padre, que tenía una magnífica biblioteca, y no sólo de Derecho. Leía todo lo que caía en sus manos y esta vocación la mantiene desde entonces.
Ha practicado diversos deportes, entre los que resulta más llamativo el ejercicio del frontón de mano durante su estancia en Murcia, muy lejos del País Vasco, el hockey sobre patines y el tan socorrido fútbol. Como aficionado al llamado deporte rey, sigue especialmente al Betis y al Real Madrid y por ese orden.
Camina cotidianamente y, cuando puede, hace rutas de senderismo. Practica el esquí en el que empezó joven, lo dejó y, después, lo retomó.
Actividad post jubilación
Dice Ignacio con sentido del humor que “sigue haciendo lo mismo que antes, menos autorizar escrituras.”
Y así es, pues el día y la semana no le dan para más, en el desempeño de tan variadas actividades como son su presencia activa en la Comisión General de Codificación, en la Cátedra de la Universidad Complutense, en la Fundación Notarial Signum, en la preparación de opositores para el dictamen, en la elaboración del textos para conferencias y trabajos o en la atención de las muchas consultas que recibe procedentes de compañeros, amigos y opositores. Y no es una enumeración exhaustiva.
Nota final:
En los textos anteriores se muestra cómo Ignacio Solis, a lo largo de su vida, está cultivando una gran cantidad de facetas, muchas de ellas hilvanadas entre sí de modo que unas conllevan y complementan a las otras.
Ha sabido combinar la inteligencia natural con un gran esfuerzo de preparación continua y una inagotable dosis de trabajo, herramientas que junto con su carácter accesible, su capacidad para el diálogo -en muy buena medida basada en saber escuchar las razones del interlocutor-, permiten que el conjunto de su labor esté siendo tan fructífera y mantenida en el tiempo, dentro y fuera del despacho notarial, antes y después de su jubilación que en el caso de Ignacio resulta meramente nominal. (JFME)
GALERÍA FAMILIAR Y CORPORATIVA:
PARA CONTACTAR CON IGNACIO SOLÍS VILLA:– Puedes dejar su comentario en esta misma página como usuario o bien, enviar una felicitación, comentario… PINCHANDO AQUÍ para que la Administración de la web lo publique en tu nombre. – Puedes mandar un correo electrónico a Ignacio Solís Villa. que le llegará directamente y sólo a él. – Si deseas un correo clásico, puedes escribir a: Don Ignacio Solís Villa. Calle Velázquez, 16, 2º-derecha. 28001 – Madrid. – Puedes enviar fotos relacionadas con el galardonado. |
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