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De la amnistía a la Ley de Amnistía

DE LA AMNISTIA A LA LEY DE AMNISTIA

Antonio Ripoll Jaén, Notario

 

SUMARIO:

I.- Delimitación de la materia.

II.- Indulto y Amnistía.

III.- La sanción y autorización regia.

IV.- Proposición de Ley de Amnistía.

 

I.- Delimitación de la materia.

Empezaré por requerirme esta pregunta: ¿por qué este titulo? Así se formula, “De la amnistía a la ley de amnistía”, porque es el resultado de una evolución que se inicia con mi trabajo “Del estado legislador y del fraude legislativo”, publicado en <notariosyregistradoresww.com>, seguido por otro de la misma autoría, “Del voto parlamentario y sus entresijos”, materia esta que me la sugirió el resultado de las últimas elecciones generales y sus repercusiones en la votación de la investidura presidencial.

En la segunda publicación, cuyo titulo original fue “El voto parlamentario: una mercadería más”, publicada en derechoapesardetodo.wordpress.com, traté de las distintas exigencias del nacionalismo catalán, entre otras de la discutible constitucionalidad de la amnistía y fue allí donde expuse mi posición, con asepsia partidista y política, argumentada con metodología estrictamente jurídica. ¿Mi posición?

Sí, mi posición fue, prima facie, favorable a la constitucionalidad de la amnistía, aunque en realidad la trasladaba a la respetable opinión del lector, pues los argumentos son discutibles y ello determina que sea exigible una aclaración, aun no suponiendo un cambio de opinión tan de moda en cierto sector de nuestra clase política; la aclaración es bifronte, incide en estos dos puntos que siguen:

1.- Al tratar de la amnistía, me estaba refiriendo a ella como figura jurídica general, no a la que todavía es proposición de ley de amnistía, por la sencilla y evidente razón de que el texto de esa proposición era desconocido en aquel momento, no solo por no haberse publicado en el Boletín Oficial del Congreso sino también por las negociaciones de última hora que tal vez estuvieron avocadas al fracaso; la cuerda, al parecer de goma, no se rompió y esas negociaciones tienen hoy como resultado la proposición de ley presentada por el PSOE.

2.- Al argumentar la constitucionalidad de la amnistía rebatí el argumento, ofrecido por sus detractores: “prohibido lo menos – el indulto general- queda prohibido lo más -la amnistía-“; el fundamento que yo ofrecí para contrarrestar aquel no me pareció sólido, inconsistencia que me ratificó un inteligente lector, y asi las cosas ofrezco este argumento en defensa de mi posición, la reducción al absurdo: Si una hipotética autoridad europea, con poder suficiente para ello, prohíbe pescar en el Mar Mediterráneo -que es pequeño, lo menos- no es licito concluir que está prohibido pescar en el Océano Atlántico -es grande, lo más-. La lógica son matemáticas por lo que el argumento es irrebatible.

Me ratifico pues en la constitucionalidad de la amnistía como figura jurídica; el carácter omnicomprensivo de nuestro ordenamiento jurídico así lo exige, mantener lo contrario supondría una autolimitación propiciatoria de lagunas jurídicas.

 Adviértase además que esta figura está contemplada, con diverso régimen jurídico, por países de nuestro entorno como Portugal, Francia, Italia, …; Derecho Comparado que se trae a colación en cuanto es expresivo de la realidad social y legislativa europea.

 

II.- Amnistía e Indulto.

Hoy se exige de la Magistratura, de los funcionarios públicos dedicados al Derecho en sus distintas manifestaciones, de la Curia y de los Juristas claridad y sencillez, en sus sentencias, escrituras, calificaciones y escritos, para que el derecho sea entendido, comprendido, por el sujeto pasivo, el destinatario de las normas, que no es otro que la ciudadanía.

La exigencia es difícil de atender en su plenitud al correr el riesgo de la imprecisión, de una parte, y de otra, como ya está ocurriendo en algunos sectores, de lo farragoso e interminable de los escritos jurídicos que devienen en novelas de mala calidad, de muy mala calidad y lo grave de todo ello es que, en muchos casos, así es por exigencias de quienes detentan el poder normativo.

La pretensión es lógica y por ello atendible pero aplicada en su justa medida.

Aquí y ahora se pretende eso, la brevedad y la claridad, aunque sea materia intrincada y requerida de conceptos jurídicos difíciles de precisar.

Así las cosas la primera misión que el interprete se impone es dar una idea de lo que, en el uso común del lenguaje, es el indulto y la amnistía, para después, en este iter discursivo, intentar precisar lo inexacto, en su vertiente popular, sus diferencias y similitudes, aproximándonos así a una conclusión con vocación conceptual.

“Dijo el necio en su corazón, Dios no existe” (1) y es que partiendo de la ignorancia, con ausencia de prejuicios conceptuales y políticos, como puede ser mi caso (no soy constitucionalista ni penalista), uno de los prismas de la verdad puede hacerse pensable y por ello visible.

Seamos tributarios del plan propuesto:

1.- Qué entiende la gente por indulto y amnistía.

Indulto: (del latín indultus, participio de indultare) Perdón total o parcial de una pena o sanción.” (2).

Guarda similitud con indulgente ‘benévolo, no severo’, del latín indulgens” e Indulgencia ‘miramiento, complacencia’ de ahí el indulto. (3).

Amnistía: “Del griego amnestia, perdón decretado por el gobierno para ciertos delitos, particularmente políticos” (4) (5).

Ambos conceptos, los propios del uso del lenguaje, son inexactos, en su vertiente jurídica, por incompletos e incluso, el de amnistía, erróneo pero suficientemente expresivos.

2.- Diferencias o matices distintivos entre indulto y amnistía.

2.1.- Por su origen: El indulto, como permite afirmar el art. 62. i) C , en cuanto se remite a la ley (18-junio-1870) es, previa petición de parte, competencia del Gobierno mientras que la amnistía, que no exige rogación, es competencia de las Cortes.

2.2.- Por su forma: El indulto se manifiesta como decreto al paso que la amnistía es una ley.

2.3.- Por su objeto: El indulto recae, por regla general, sobre delitos comunes y la amnistía sobre delitos políticos como permite afirmar la ley reguladora de la amnistía postfranquista ( Ley 45/1977, de 15 de octubre, de Amnistía).

2.4.- Por sus efectos: El indulto condona la pena pero no el delito que subsiste y obra en el certificado de penales ocurriendo todo lo contrario en la amnistía (Art. 7.c Ley 45/l977, de 15 de octubre, de amnistía; adviértase que no es una ley general de amnistía).

2.5.- Por su extensión: El indulto no puede ser general (art. 62.i) C), la amnistía sí; argumento a contrario sensu.

El tema de lo “general” indultable, se presta a múltiples dudas, objetivas, subjetivas y territoriales; tratar de ello excede de nuestra pretensión que no es otra que la amnistía, aquí y ahora.

2.6.- Por su momento procesal: El indulto requiere sentencia firme, la amnistía no, aun reconociendo que la distinción no es rigurosamente exacta y puede aceptarse como criterio general con sus excepciones (vide arts 2 y 3 Ley 1870).

2.7.- Por su tramitación: El indulto requiere audiencia de la parte ofendida o perjudicada (Art. 24 Ley 1870), la amnistía no.

3.- Similitudes entre indulto y amnistía.

3.1.- Sustantivamente ambas son manifestaciones del derecho de gracia.

3.2.- Las dos requieren autorización y sanción regia, así como su publicación en el BOE .

Cerrando ya esta odiosa enumeración diré que mientras el indulto tiene una ley reguladora (Ley de 18 de junio de 1870), la amnistía, de elaboración doctrinal, no, por lo que sería conveniente, de lege ferenda, una ley general que estableciera el régimen jurídico de esta figura a condición, de futuro, de que cada amnistía que se conceda requiera una ley.

¿Una ley general? Tal vez, si toda amnistía, dado su carácter excepcional, requiere una ley especial, la ley general sería superflua.

No obstante esta objeción, afirmo la conveniencia de una ley general que tendría sobre todo carácter procedimental. Una cosa es la concesión de una amnistía, que exige una ley, y otra la regulación general que exige otra ley.

De acuerdo con la tesis sustentada, la reforma constitucional es innecesaria.

4.- Conclusión: Con pretensión meramente descriptiva.

4.1.- Indulto es una medida de gracia, rogada y regulable en su extensión objetiva y temporal, con alcance particular o individual, autorizada por el Rey, mediante decreto a solicitud imperativa del Gobierno.

4.2.- Amnistía es una medida de gracia, en la extensión, objetiva, territorial y temporal, determinada por la Ley que la conceda con carácter general.

Estas pretensiones conceptuales, desde luego incompletas, permiten afirmar que en el indulto prima lo subjetivo y en la amnistía lo objetivo.

Que la amnistía se manifieste en ley y el indulto en decreto, que una sea un acto de las Cortes y otra del Gobierno, se presta a confusión y enuncia una verdad a medias.

Intentaré explicarme aun siendo reiterativo. Ambas figuras son medidas de gracia que suponen una suspensión determinada de una ley orgánica, el Código Penal, con el alcance determinado en el titulo de concesión.

¿Por qué el indulto es un acto del Gobierno, con fuerza suficiente para enervar una ley? La respuesta ya es clara: porque es un acto en ejecución de una ley, la mencionada de l870; mutatis mutandi se evidencia la necesidad de una ley que conceda la amnistía paralizante de los efectos punitivos del Código Penal, la jerarquía normativa lo impone.

La tesis que antecede no es contradictoria con la propuesta de una ley general que regule la amnistía, ley general sin alcance sustantivo, su finalidad no sería otra que saber a que atenernos, evitando improvisaciones y “entraditas” doctrinales, ley que se iniciaría exigiendo una ley para la concesión de las amnistías de futuro, lo demás seria procedimiento dotando a esta institución de seguridad jurídica.

 

III.- La sanción y autorización regia.

Habrá observado el lector que en el epígrafe que antecede hablo, a propósito del indulto, de “la solicitud imperativa del Gobierno” con lo que quiero significar que el Jefe del Estado, el Rey, está obligado a aceptar esa solicitud.

Asi las cosas cabe preguntarse la naturaleza de la autorización real para el indulto y la sanción regia para la amnistía, que no es otra más que un tramite procesal en función de garantía; mediante la obligada autorización o sanción regia se consuma la promulgación de la norma con su publicación en el BOE.

El Rey tiene obligación de sancionar las leyes y autorizar el correspondiente decreto, la sanción y autorización no queda a su albedrio y ello a pesar de las dudas que suscita, para autorizar el indulto, el art. 62.i) de la C.

Bien es verdad que la Constitución de la segunda República (art. 76 c)) concedía al Presidente, con carácter extraordinario, cierta facultad suspensiva, para las leyes, una suerte de periodo de reflexión dirigido al Congreso, y sometimiento a la aprobación de las Cortes para algunos Decretos; tal es el caso del art. 76 c) para para los decretos y 83 para las leyes .

Cito la Constitución del 31, porque en cuanto es antecedente legislativo se constituye en medio hermenéutico conforme al art. 3 del CcE, sirva esta advertencia para las alusiones que anteceden y las que puedan seguir.

La citada Constitución, art. 102, atribuye la competencia para la concesión de amnistías al Parlamento (6), la Ley, y prohíbe también el indulto general que para casos graves, asume la competencia el Presidente de la Republica.

A la vista de estos antecedentes es lógica esta pregunta: ¿ Por qué las facultades del Presidente de la Republica fueron superiores a las del Rey hoy?.

La respuesta no se hace esperar: a) Son cuerpos legales distintos; b) La Presidencia de la República es electiva y la Corona hereditaria.

 

IV.- Proposición de Ley de Amnistía.

Excede de la pretensión de este ensayo un análisis exhaustivo del contenido de la proposición o, en su caso, de la ley que pueda devenir, sin renunciar por ello a hacer una breve critica.

La pretensión se limitará a estimar la valoración constitucional de la proposición o de la ley que resulte, si es que llega a ser.

Diversifico la crítica en función de la exposición de motivos y el articulado.

1.- Exposición de motivos: Su extensión es intolerable, sospechosa de su mala calidad técnica e induce a pensar que los redactores de la misma son conscientes de la probable inconstitucionalidad de esa ley concreta que se propone, en cuyos motivos incidiré después.

Singularizando llama la atención lo siguiente:

  1. A) Critica negativa:

1.1.- Afirma que se reconoce la figura en buena parte de los países de nuestro entorno pero oculta su régimen jurídico, ya que en algunos casos, como Italia, se exigen los mismos requisitos que para la reforma constitucional.

Y es que, como ya he insistido reiteradamente, aquí no se trata de la constitucionalidad de la amnistía como figura jurídica, sino de esta proposición de ley de amnistía que nace, presuntamente, viciada de nulidad por la investidura presidencial de la que trae causa.

1.2.- Señala, como uno de los motivos, la utilidad social, digna de la más alta consideración, salvo que ese motivo blanquee el interés individual; en todo caso los hechos sugieren, presuntamente, que esta proposición de ley persigue y es consecuencia de la utilidad particular o individual que no es otra que la investidura presidencial.

Debe detenerse el lector en la lectura de este precepto del CcE, art. 1282: Para juzgar de la intención de los contratantes, deberá atenderse principalmente a los actos de estos, coetáneos y posteriores al contrato.

1.3.- Habla de integración de las distintas sensibilidades políticas y asi incurre en contradicción pues los hechos atestiguan que no se ha perseguido el consenso.

  1. B) Critica positiva:

1.4.- Me parece correcta la doctrina que mantiene, fundada en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, sobre el principio de igualdad que, a mi juicio, la ley que lo propone no lo vulnera aun reconociendo que la opinión mayoritaria es la contraria.

1.5.- La referencia que hace a la sentencia del TC 31/2010, Estatuto de Cataluña, es susceptible de distintas opiniones que no es el caso traer a colación ahora, por ello solo me limitaré a decir que las Exposiciones de Motivos tienen hoy singular importancia al expresar, en democracia, la voluntad del legislador, teniendo asi un alcance que excede de lo meramente interpretativo.

En los regímenes autocráticos los textos articulados adquirían una autonomía muy significativa.

1.6.- Es acertada la doctrina que mantiene sobre las leyes singulares aunque no apunta su fundamento que está en el CcE. (7).

2.- Texto articulado: No me sugiere objeción alguna, solo decir dos cosas:

2.1.- No aprecio nada grave que atente a la división de poderes. El periodo de suspensión, que no será posible aun referido al Tribunal Constitucional para el supuesto de plantearse cuestión de inconstitucionalidad o recurso de la misma naturaleza (Art. 4.4 sobre alzamiento de medidas cautelares).

La suspensión de la que se pretende sea ley de amnistía solo sería posible, no obstante el precepto citado, si el Tribunal Supremo planteara cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

2.2.- Las dos alusiones que hace a la persona con discapacidad están en consonancia con nuestro Ordenamiento Penal (Art 2 sobre exclusiones y disposición adicional 1ª relativa al perdón de la victima, punto este que exigiría una más profunda reflexión).

2.3.- Es intolerable que la pretendida ley entre el vigor el mismo día de su publicación en el BOE (Disposición final), sin una vacatio legis que permita su estudio en aras de la seguridad jurídica..

Valoración Constitucional: Esta proposición de Ley supone, presuntamente, un fraude de ley pues no “persigue la consecución de un interés general” y si el interés particular de la investidura presidencial; añádase a ello el mercadeo de votos mediante negociaciones cuyo contenido el pueblo soberano ignora, tal vez negociando sobre materias indisponibles que exigirían una reforma constitucional.

Lo expuesto se evidencia al no respetar la oportunidad, el tiempo al que toda norma jurídica debe atender; se regula para las personas en función del tiempo y circunstancias (ejemplo: una legislación de guerra no es requerida su regulación en tiempo de paz).

El hecho mismo de configurarse la amnistía en una proposición de ley y no, como debería haber sido, proyecto de ley, evitando filtros y dictámenes, propicia la sospecha de inconstitucionalidad.

Aquí se evidencia la utilidad de una ley general que regule la amnistía exigiendo proyecto de ley, lo que afectaría a su tramitación, su alcance procesal.

Apunto como fundamento a las opiniones aquí vertidas los arts 1 (Fuentes del derecho), 3 (Interpretación de las normas jurídicas), 6.4. (Fraude de Ley), 1275 y 1276 (Causa) y 1282 (intención de los contratantes, son precisamente esos actos coetáneos y posteriores, lo que permiten sustentar las presunciones que aquí se han sugerido) del CcE.

Asi las cosas esta proposición, si llega a ser ley, es un acto jurídico colectivo nulo por ilicitud de la causa; nulidad, claro está que exigiría recurso o cuestión de inconstitucionalidad.

¿Sería competente el Tribunal Constitucional para declarar la inconstitucionalidad fundado en estos motivos?; y es que una cosa es, permítaseme la expresión, denunciar como se ha gestado esta ley y otra el parto resultante?

 

Este dictamen queda sometido a otro mejor fundado.

Alicante 15 de enero de 2024.

 

Antonio Ripoll Jaén

NOTAS:

1.- Argumento ontológico de San Anselmo.

2.- Moliner, Maria, Diccionario del Uso del Español.

3.- Corominas, Joan, Breve Diccionario Etimológico De la Lengua Castellana.

4.- Vide nota 2.

5- Tal vez pueda reconocerse su origen etimológico en Mnemes, memoria, que con el alfa privativa que le precede es fata de memoria, olvido.

Tiene esto relación con el Notariado, en griego clásico, Mnemon porque, como decían las Partidas, “e de cuyas cartas guarda memoria” (El Protocolo, al que hay que añadir hoy el Protocolo Informático, ya en vigor).

6.- Es de significar que la Constitución del 31 habla indistintamente de las Cortes, el Congreso y el Parlamento. Así salen las cosas cuando se legisla, nada menos que una constitución, teniendo por consejero la prisa que deviene en vértigo.

7.- Vide mi trabajo Jurisprudencia: ¿Por qué? y ¿Para qué?, notariosyregistradoresww.com, donde comento el art. 1 del CcE, hoy, después de muchos años, desaparecido de su indexación en el publicado en dicho blog. En este trabajo, muy de puntillas, se habla de la ley singular bajo la denominación, aunque demasiado tradicional, de privilegio.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

Merino Escartín, José Félix, “No sin mi voto”, notariosyregistradoresww.com.

ABREVIATURAS

Art. – Articulo

CcE. – Código Civil Español

C – Constitución Española

 

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Puente sobre el río Matarraña en Valderrobles (Teruel). Por JFME.

Daniel Iborra: Sobre lo que he aprendido escribiendo de política y economía

SOBRE LO QUE HE APRENDIDO ESCRIBIENDO DE POLÍTICA Y ECONOMÍA

DANIEL IBORRA FORT, NOTARIO

 

 * ¡Qué gran país seríamos, si escogiéramos mejor a los políticos!

 * ¿Por qué nos quejamos de la falta de competencia de tantos dirigentes políticos si aceptamos su nombramiento para desempeñar funciones en las que no estaban capacitados, sin hacer ninguna crítica?

 * Un pueblo que no ha sabido escoger, controlar ni corregir a sus dirigentes, no merece quejarse de los fracasos de su gestión.

 * La democracia no camina sola, necesita del impulso de un número mínimo de ciudadanos sensatos y diligentes que la conduzcan por el camino de la eficiencia. Esto es tan determinante que he llegado a sospechar que la diferencia de calidad de las democracias es que en unas el número es menor y en otras mayor.

 * Si sólo un uno por ciento de los que se indignan por los aeropuertos sin aviones y las autopistas sin coches, hubiera preguntado, antes de su inauguración, sobre el coste de las mismas  y de su mantenimiento, qué utilidad tendrían para la población y cómo lo pagaríamos, seguramente tendríamos menos inversiones inútiles.

 * Mientras cualquier novedad en otro campo que no sea el político se incorpora de inmediato en nuestra cultura de consumidores, en el ámbito político pueden pasar 100 años y continuamos con los mismos tópicos, mitos y dogmas. Solo se explica por “el perfil de creyentes” de muchos votantes. De ahí que venimos insistiendo en la “secularización de la política” en España para tener un Estado más eficiente.

 * Es muy importante que los ciudadanos tengan consuelo y reparación en las grandes crisis pero creo que es todavía más eficaz que los gestores públicos cuenten con preparación e inteligencia suficiente para saber gestionarlas y evitar daños tan graves.

 * No son de las promesas de los políticos sino del éxito de los productos y de los servicios nacionales en los mercados, de lo que derivan el nivel de renta de la población, la remuneración, la seguridad y la cantidad del empleo, la financiación de los servicios públicos y las prestaciones sociales y en definitiva, la calidad del Estado del bienestar.

 * Es la competitividad del sistema productivo el motor del desarrollo de los pueblos.

 * La crisis ha evidenciado la indefensión del ciudadano frente a la gestión pública. Es de las pocas actividades que no se juzga la incompetencia y el fraude como responsables directos de la ruina social. Ni aún hoy, con tantos damnificados, se ha planteado este debate.

 * De todas maneras si me preguntan mi experiencia sobre la crisis he llegado a la conclusión de que poca gente hace caso en este clima de euforia general. Es como un final de curso de una universidad o de un instituto, cuando entras a la juerga a  poner un poco de sensatez recomendando a los presentes que dejen de beber, pronto te das cuenta que no es el momento oportuno de hacerlo.

 * Todos los sistemas políticos tienen defectos, no hay ninguno perfecto. Pero las democracias tienen la ventaja de que, como no encierran, apalean y eliminan a los que las intentan perfeccionar y permiten relevar a los políticos incompetentes, malversadores y corruptos, pueden reducirlos.

 * Aunque hay que reconocer que cuando los defectos benefician a un gran número de personas y con ello arriesgan la cuota de votos de los gestores, cuesta mas eliminarlos”´

 * Es mas fácil hacer manifestaciones que resolver los problemas de los manifestantes.

 * La calidad de las democracias depende de la reacción ciudadana ante los abusos del poder, las actuaciones contrarias a la legislación, la incompetencia y la corrupción.

 * Mientras los grandes países europeos pasaban a convertirse en una especie de provincias de un nuevo Estado, para asegurar el futuro económico y social de sus pueblos, nuestro país continuó un proceso contradictorio con las obligaciones que habíamos asumido como socios de un proceso de integración política y económica. Y generó, en paralelo a la creación de nuevos órganos y funciones supranacionales con sus costes correspondientes, una estructura territorial inadecuada e inviable económicamente que desarrolló una fragmentación legal contraria a los fundamentos económicos y al régimen constitucional comunitario.

 * Se necesita menos dinero y es más rentable electoralmente controlar la información que hacer hospitales, carreteras o escuelas y mejorar los servicios públicos o las prestaciones sociales. Si ignoras lo primero durarás muy poco aunque seas un buen gestor, si lo tienes en cuenta estarás más tiempo aunque seas un inútil y un desastre para los ciudadanos.

 * Hay medios que, si se lo proponen, son capaces de reducir un desierto a un grano de arena y de convertir una gota de agua en un mar, de manera que no es extraño que, a la vez que hacen dimitir a un adversario político por un motivo trivial y externo, son capaces de mantener a un amigo que lleva su país a la ruina.

 * Hay dos tipos de profesionales que se llaman periodistas, los que se dedican a dar una información veraz a la población y los otros. Estos últimos ni en los temas que escogen, ni en la ética profesional ni en los intereses reales que defienden tienen nada que ver.

 * El tema de la corrupción en España es un misterio. Si es tan antigua, si era de mayor dimensión que la actual y sólo afectaba a los políticos, ¿qué impidió que nuestros medios informativos, sectores de la cultura, nuestras instituciones, los agentes sociales y sindicales y hasta nuestros más modestos ciudadanos, denunciaran una corrupción que era tan conocida por todos?
 * Los que dirigieron la transición siempre podrán justificar que, aunque a trompicones, al final dejaron un país entre las democracias plenas y que nunca habían tenido los ciudadanos tanto progreso y libertad, mientras los que les critican están socavando los cimientos de nuestro futuro.

 * En la pandemia: Para confinar a los ciudadanos no se necesita ninguna inteligencia ni preparación, para asegurarles su renta y el trabajo cuando cese y vuelvan a su “vida normal”, sí.”

 

Daniel Iborra Fort , 11 de mayo de 2022.

 

*Estos textos  son  una selección  de mi  libro “Sobre lo que he aprendido escribiendo sobre economía y política” a lo largo de mis años de escritor. Espero, en artículos futuros, hacer una ampliación con el resto.

 

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Viñas en el Penedès, Santa María de Foix. Por Ángela Llop, en Flikr. https://www.flickr.com/photos/angela_llop/10825224653

 

Políticos actuales versus Políticos de la Transición

¿SON “MÁS EJEMPLARES Y DEMOCRÁTICOS” LOS POLÍTICOS ACTUALES O LOS QUE DIRIGIERON LA TRANSICIÓN?

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DANIEL IBORRA FORT, NOTARIO

ARTÍCULO DE OPINIÓN

 

“Los baremos internacionales sobre la calidad de la democracia son como los de la Liga ,si estás arriba es que los otros son peores “

En un artículo publicado, el 18-3-1.994, en base a las reflexiones de Octavio Paz sobre los sistemas políticos del tercer mundo, en Expansión, intentaba explicar el porqué las democracias tienen grados de calidad diferentes y se podía concluir que el camino hacia una democracia plena era largo y exigía en la población un alto grado de cultura y madurez política y unos dirigentes políticos que tuvieran a Dinamarca como destino final de sus proyectos, de los que no andábamos sobrados, ni en los comienzos de la transición ni menos actualmente Por eso, la situación de España en los baremos internacionales (el británico Democracy Índex, el austríaco Global Democracy Ranking o el estadounidense Freedom in the World), que la sitúan entre los países de democracia plena tiene un gran mérito.
“La democracia es un instrumento que ofrece tantas caras como grados de desarrollo tengan los países donde está implantada. En las democracias de los pueblos poco desarrollados se dan, a menudo, características negativas que no se encuentran en las democracias maduras. Mientras que en los sistemas políticos del tercer mundo las clases dirigentes consideran al Estado como su propiedad privada, en las democracias avanzadas, el Estado es de la sociedad y los políticos son servidores públicos y gestores de dinero ajeno”.
De ahí que la corrupción no sea extraña en la democracia de las sociedades poco desarrolladas mientras que los políticos corruptos son habitualmente separados de la política por las sociedades en las democracias plenas”.
El 14-12-1993 había redactado un artículo (ver Gasto público y corrupción ¿Nuestro sistema democrático ha avanzado en calidad los últimos 25 años? Notarios y Registradores 9 de mayo de 2017) sobre la diferencia entre corrupción estructural y la individual. Esta última es inevitable en las democracias plenas porque responde a actuaciones personales pero las sociedades avanzadas tienen instrumentos para su corrección. La primera es propia de democracias del tercer mundo en el que se apropian en su provecho los gestores políticos de los recursos de los ciudadanos:

“Hay que incluir los gastos dedicados al control de la educación, la cultura y la información en beneficio de la clase política dirigente. El coste económico del control de estos sectores que sirve para dirigir la sensibilidad de los ciudadanos introduciendo un mensaje continuo en el cuerpo social, que propiciará la decantación de los futuros votantes a la filosofía del partido en el poder y en paralelo el rechazo de las otras opciones políticas competitivas.

También el coste del asentamiento en la burocracia de personas afines y que se convertirán no sólo en un electorado fiel, sino también, en una legión de propagandistas eficaces dedicados a amplificar en la sociedad los mensajes políticos del que los introdujo en la administración.

Además los fondos públicos dirigidos a categorías sociales (ejm. el desempleo agrario en algunas zonas o las subvenciones puntuales) que sirven para asentar y ampliar el núcleo de votantes y comerciales de la región.”

España hasta final de la pasada década, tuvo notas de este tipo de democracia tercermundista, aunque no en toda su geografía ni en todos los sectores del Estado ni de manera generalizada. Hubo dos zonas en las que la corrupción estructural llegó a su cénit, Andalucía y Cataluña. De la primera puede dar fe Doña Mercedes Ayala que recibió el premio de Hay Derecho denunciando esta situación y de Cataluña lo podéis comprobar en mis diferentes artículos que evidencian el carácter autoritario de los dirigentes catalanes, extractivo no solo de recursos sino también de libertades y derechos de los ciudadanos y su intervención de la cultura, la información y la educación así como en los escritores (no demasiados) que se han implicado en la defensa de los intereses reales de los catalanes.

La llegada de Zapatero fue decisiva en la involución de la calidad de nuestro sistema. En las elecciones de marzo de 2008 y después de casi 2 años del pinchazo del boom inmobiliario, sin verlo, Zapatero se presenta a elecciones con el lema “Por el pleno empleo” y la promesa que creará 2 millones de nuevos empleos. A finales del 2008 teníamos un millón de parados más.
Una sociedad exigente y unos medios informativos e intelectuales solventes hubieran pedido su dimisión. Recordad que a Felipe González no le perdonaron su promesa en 1982 de crear 800.000 puestos de trabajo (y se destruyeron 800.000 FG).

La sociedad había perdido la capacidad crítica de la generación de la transición y un mínimo rigor como se demostró después también, con el seguimiento entusiasta y masivo en Cataluña de la clase más incompetente, inmadura y autoritaria de la UE.

La frase de Zapatero a Solbes “Pedro, no me digas que no hay dinero para hacer política”, define a un político del tercer mundo que considera normal apropiarse de los recursos de los ciudadanos para sus intereses particulares. Creíamos que era el último con este perfil, pero estaba equivocado. ZP continúa teniendo hueco en los países de regímenes autoritarios e incluso en nuestros medios que han pasado de ser motores hacia una democracia plena a la de cómplices de su destrucción.

Sánchez y el sector informativo e intelectual que le apoyan (los mismos que lo hicieron con ZP), han escogido ir de la mano de los autoritarios, partidarios de un régimen contradictorio con la democracia y con el sistema político de la UE.

Los que dirigieron la transición siempre podrán justificar que, aunque a trompicones, al final dejaron un país entre las democracias plenas y que los que los quieren sustituir son admiradores de regímenes autoritarios que están los últimos en progreso y libertad.

Daniel Iborra Fort, 5 de agosto de 2020 .

 

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Arco marino en la Costa Brava. L´Escala (Girona)

 

¿Por qué no me gusta hablar de política, cuando me invitan a las comidas?

¿POR QUÉ NO ME GUSTA HABLAR DE POLÍTICA, CUANDO ME INVITAN A LAS COMIDAS?

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DANIEL IBORRA FORT, NOTARIO

 

Creo que la base de nuestros problemas con la política está en que no hacemos servir en ella los principios y las prevenciones que utilizamos para proteger nuestros intereses en la vida privada.

Es como si nuestro cerebro se encogiera y nos impidiera reconocer lo que nos interesa.

Si, para construir una casa, nos decidimos por el constructor más simpático o que nos cae mejor, dejamos a su albedrío el coste de la obra, no nos preocupamos de los materiales ni de su realización y dejamos en sus manos el plazo de ejecución, no sólo nos arriesgamos a pagar una cantidad desproporcionada, recibir una construcción con todo tipo de deficiencias y en un plazo desmesurado, sino también a convertirnos, seguramente y como si nos compramos un vehículo por el carisma del presidente de la compañía, en el hazmerreír del pueblo.

Si, después de una insolvencia grave, la auditoría externa pone en evidencia que el apoderado se ha quedado con el dinero que gestionaba, ha colocado a familiares y amigos sin ninguna capacitación en lugar de técnicos competentes, que en lugar de inversiones productivas ha dedicado los recursos a pistas de tenis, piscinas, viajes y eventos sociales y, ante la próxima junta de socios, va a proponer que, para solucionar esta gran crisis, le deben dar más autonomía (sin controles) y le hagan administrador único, en el mundo privado me atrevería a anticipar lo que votarían, en la política no, es una caja de sorpresas.

Un día me invitaron a una comida y me avisaron de que estaría con gente muy politizada e identificada claramente con sus partidos.

Antes de comenzar, tuvieron el detalle de preguntarme si me interesaba la política, a lo que contesté que normalmente me abstenía de opinar cuando me invitaban a ciertos eventos sociales.

Lo veía muy poco práctico, es como convencer a uno del Betis que se haga del Sevilla y lo mismo pasa con el resto de equipos. Es muy difícil que un seguidor del Levante, del Español o del Atlético de Madrid cambie de club por el Valencia, el Barça o el Madrid, aunque le demuestres el despilfarro, las denuncias de corrupción (u otras) contra sus presidentes, que jueguen mal o haya descendido a 2ª división.

Dejarán de ir al campo, pero no cambiarán de club.

Son aficiones que, cada una de ellas, utiliza la misma información, que ignoran otra que no defienda a su equipo y que tienen más «perfil de creyentes” que de consumidores.

Así pues, hablar de política tiene todos los riesgos: el que no lograrás cambiarles de opinión, el que pierdas la amistad y finalmente, arruines la comida.

Sin embargo, encontré una gran aceptación a mi propuesta sobre la conveniencia para los ciudadanos de disponer de instrumentos de control en la gestión pública. “ si analizamos bien los costes, la imposición local, el endeudamiento y la calidad de los servicios públicos y las inversiones, conoceremos, de una manera regular y objetiva, quién es el mejor gestor municipal.”

Y como creo que tendría éxito iríamos a por los tramos superiores, el autonómico y el central.

A la pregunta de cómo me había ido la comida con los de la mesa, contesté que, finalmente, nos habíamos puesto de acuerdo.

DANIEL IBORRA FORT, noviembre de 2019.

 

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Conjunto histórico de Besalú (Girona). Por Mikipons.

No sin mi voto.

¡NO SIN MI VOTO!

(MI OPINIÓN SOBRE EL PROCÈS DE CATALUÑA)

JOSÉ FÉLIX MERINO ESCARTÍN 

 

El silencio puede llegar a quemar. Escribo estas líneas desde la tristeza y el asombro al observar a qué situación hemos llegado, con emociones negativas a flor de piel, sintiendo a la democracia, que creíamos consolidada, gravemente enferma en una parte esencial del territorio.

Han pasado ya casi cuarenta años desde que nos dimos una Constitución que fue producto de un pacto social entre todos los españoles, de izquierdas, de centro y de derechas, centralistas y autonomistas, que cosechó un importante consenso, con más de un 90 por ciento de votos catalanes favorables. 

Nuestra Constitución, ya desde el principio, sirvió y sirve de cimiento, de paraguas ¡para tantas cosas!…, como, por ejemplo, para permitir construir un Estado social de derecho, aunque sea imperfecto, o para descentralizar el poder, reconociendo autonomías, realidades identitarias dentro del conjunto, como la catalana, democratizando, en definitiva, el territorio.

Ahora, 39 años después, es evidente que las sensibilidades en muchas partes del Estado y especialmente en Cataluña han evolucionado, cuestionando esa descentralización, que unos consideran insuficiente y otros excesiva, o discutiendo las consecuencias de la situación económica y social, especialmente tras la profunda crisis económica padecida que tanto ha hecho sufrir a amplias capas de la sociedad que sienten desapego por un sistema que, según su criterio, los maltrata.

En buena lógica, ello debería de llevar -tras 40 años y dos generaciones casi que no han votado la Carta Magna-, a revisarla para adaptarla a las querencias y aspiraciones del siglo XXI. 

Pero evolución del pacto nunca ha de ser ruptura por fragmentación o desestabilización.

La Constitución de Estados Unidos, por ejemplo, lleva más de 200 años en pie y no se cuestiona, aunque, a lo largo de su dilatada vida, se han aprobado  27 enmiendas a la misma. Pero no se le ocurre al gobernador del estado de Florida ni a su legislativo elaborar una ley que, contraria a esa Constitución, sirva de apoyo para organizar un referéndum de secesión. De hecho, ninguna Constitución prevé el derecho a la autodeterminación, salvo la de Etiopía, que yo sepa.

Puede que a mis 61 años me esté haciendo mayor, pero hay en todo este proceso algunos aspectos que no me caben en la cabeza, que me chocan:

– No comprendo cómo en un estado como España, de corte netamente democrático, se pueda producir tamaña subversión del orden constitucional, pues, como dice Kennedy, “los estadounidenses son libres de estar en desacuerdo con la ley, pero no de desobedecerla”.

– No comprendo cómo partidos de izquierda luchen por crear fronteras en vez de por suprimirlas o que aludan a que España les roba, cuando en su seña de identidad se encuentra la redistribución de la riqueza, sea entre personas, entre regiones o entre estados.

– No comprendo cómo se puede dar la espalda a tus mejores clientes, atacar sus símbolos e intentar desprestigiarlos a lo largo y ancho de todo el mundo.

– No comprendo cómo se puede tergiversar la historia o la realidad presente -incluyendo las consecuencias de las decisiones- y que la gente se lo crea de una manera tan sorprendente. Por ejemplo, el alcance que da la ONU al derecho de autodeterminación o la situación cara a la Unión Europea.

Intento entenderlo, pensando que mi visión de la realidad siempre tiene un tamiz jurídico, aunque sea inconsciente, y que la mayor parte de la gente “pasa” de esa regulación jurídica, sin percatarse de que es un sustento básico de la sociedad en la que vivimos, que evita que se convierta lo cotidiano en una jungla.

No comprendo cómo se puede sembrar la cizaña de la división entre familias, amigos o vecinos.

No entiendo la suicida osadía de dirigentes que azuzan con vientos huracanados la nave de sus votantes hacia peligros evidentes, con un claro riesgo de confrontación civil física o de un deterioro económico gravísimo, tanto para Cataluña como para el resto de España.

Parecen olvidar que, a lo largo de la historia, la independencia solo se obtiene con pactos o ganando una guerra. Dos poderes que no se reconocen no pueden convivir en un mismo territorio y acabará imponiéndose el más fuerte.

No comprendo cómo no son conscientes de que la Constitución ata todavía más a las autoridades del Estado que a las autoridades catalanas, porque los poderes públicos de ámbito estatal se deben como los que más al cumplimiento de la Constitución y a hacerla prevalecer.

Y no tienen elección al respecto. 

Se pueden criticar sus políticas, pero, ante el desafío de las normas básicas del estado de derecho, estas autoridades no tienen más remedio que cumplir y hacer cumplir la ley por todos los medios legales que tienen a su alcance.

Alucina cómo no se es consciente de consecuencias tan prosaicas pero tan directas en la vida cotidiana, como la creación de fronteras por ejemplo a las puertas de Lleida o de Vinaròs; la destrucción de la mejor liga del mundo, después de lo que le ha costado al Girona subir; la imposición de aranceles para los productos, la deslocalización de las empresas ante el drama de pagar a dos haciendas, el aumento de la prima de riesgo que después a la larga entre todos tendremos que asumir; el ejemplo desestabilizador para otras zonas de Europa, con Rusia frotándose las manos, la imposibilidad de que se haga respetar las leyes de la supuesta Cataluña independiente, cuando no ha sabido respetar ella las españolas en general ni las suyas propias en particular…

No comprendo que siempre se aluda a que Cataluña paga más respecto a lo que recibe (118 sobre 100), lo cual es cierto, pero, en cambio, se silencia que la centralista Madrid aporta 141 por los 100 que recibe.

¿Tan diferentes somos que necesitamos dibujar más fronteras, justo en una época en la que se van diluyendo? Vivimos unos tiempos en los que el poder cada vez se comparte más en sus diversos niveles, local, provincial o de vegueries, autonómico, estatal, comunitario o internacional a través de tratados.

El voto en democracia es fundamental, pero no de cualquier manera, a cualquier cosa y a cualquier precio, pues existen relaciones profundamente imbricadas que no se pueden romper unilateralmente.

En el procès se están ventilando materias que no sólo afectan a Cataluña, sino a todos los españoles.

Por ello, NO SE ME PUEDE PRIVAR DE VOTO en la solución del conflicto, no se nos puede privar de voto al conjunto de los españoles, porque el proceso catalán me afecta y nos afecta a todos los españoles de una manera intensísima tras 500 años de vida en común, 20 generaciones. 

– Porque el pacto de la Constitución es de todos y no se puede romper unilateralmente, y en ella se reconoce mi derecho, unido al del conjunto de los compatriotas, a decidir sobre nuestro futuro común. Y ahora se nos pretende hurtar ese derecho.

– Porque si un jersey pierde una manga, acaba deshilachándose en su integridad más temprano que tarde y, abierta la veda, otras zonas del territorio prepararán su propio procès hasta que de mi país sólo quede un recuerdo en libros de historia que ni siquiera estudiarán.

– Porque hace extranjeros a españoles en su propia tierra.

– Porque provoca en el conjunto de la sociedad española una contra reacción que puede ser peligrosa incluso para la democracia en la que vivimos.

Si el futuro político y económico de mi país está en juego, si puede peligrar la democracia de la que gozamos, si corremos el riesgo de enzarzarnos en una confrontación civil, es evidente que lo verdaderamente democrático es que todos podamos votar y no se imponga la decisión de ¿dos millones? a 47 millones de personas.

Y tenemos todos derecho a hacerlo porque a todos nos va mucho en el empeño, no solo al gran pueblo de Cataluña, a quien, incluso en estos momentos convulsos, de seguro que la mayoría de los españoles mantiene su aprecio en su conjunto y especialmente a los catalanes que han tenido ocasión de conocer. Ese es un buen ejercicio mental que recomiendo a unos y a otros: pensar en las personas que tratas o has tratado –no en las que salen en la tele- y creo que podremos observar que se nos dibuja una sonrisa de relajación, que renace esa corriente de simpatía que nunca debe de desaparecer.

Yo no quiero que España acabe como los Balcanes ni quiero que se siga deteriorando las relaciones personales entre las buenas personas de Cataluña y el conjunto de los que habitamos en este estado tan rico en su pluralidad.

Por eso, pido respeto al estado de derecho que entre todos nos hemos dado y, una vez preservado del gran embate al que está sometido, diálogo, mucho diálogo, para canalizar el sentir de las nuevas generaciones. Es fundamental incidir en la racionalidad y en el seny de nuevo, analizando en profundidad porqué amplísimas capas de la sociedad catalana se han movilizado con tal intensidad, porqué muchos han evolucionado en su manera de pensar y en cómo canalizar las aspiraciones profundas de la sociedad civil para que se puedan plasmar en las leyes que nos gobiernan.

Pero, por otro lado, tenemos una realidad política y geográfica -España- que es muy anterior a la Constitución, que hemos de preservar, porque se lo debemos a las generaciones pasadas y futuras, que no debe de convertirse en una nueva Ex Yugoeslavia o quedar, vaciada de competencias, en una mera cáscara ingobernable.

Ardua tarea, pero siempre es mejor intentarlo que caer en un enfrentamiento entre hermanos.

29 de septiembre de 2017.

 

 

SECCIÓN OPINIÓN

VER ARTÍCULO DE JAVIER MÁXIMO JUÁREZ EN TRANSPARENCIA NOTARIAL

 

  

Gasto público y corrupción: ¿Ha habido mejora?

  GASTO PÚBLICO Y CORRUPCIÓN ¿NUESTRO SISTEMA DEMOCRÁTICO HA AVANZADO EN CALIDAD LOS ÚLTIMOS 25 AÑOS?

Daniel Iborra Fort,

Notario de Vilafranca del Penedès

 

Aunque parezca un poco extraño a quienes confían, todavía, en la fiabilidad de nuestros medios de información en relación a sus denuncias de corrupción en este país, según los Índice de percepción y control de la corrupción, España ha mejorado los últimos años (en un artículo anterior en NYR ya demostramos el carácter selectivo de la denuncia de la corrupción de los medios).

Si repasamos los países incluidos en la relación comprobaremos que no todos los países con democracia están agrupados en los primeros lugares.

 Si uno quiere comprobar la mejoría no tiene más que preguntárselo a los proveedores del sector público sobre si es o no más fácil hacer negocios con las instituciones públicas que hace 25 años. Lo que no se me ocurriría es preguntárselo a “los medios” ya que, buena parte de ellos, ha tenido en relación a la corrupción más indolencia y complicidad que denuncia, tal vez porque “el sistema” anterior no les iba tan mal.

El artículo “UNA MANERA RÁPIDA DE ELIMINAR EL DÉFICIT PÚBLICO: REDUCIR LOS GASTOS ELECTORALES” lo redacté el 14 de diciembre de 1993, en un momento en la que la sociedad no supo utilizar las convulsiones de aquella época para mejorar la eficiencia de nuestro sistema democrático. Los actuales defectos en la gestión pública tal vez tengan que ver con anteriores fallos de control y de elección de los ciudadanos. De ahí que, como comentamos anteriormente, un pueblo que es incapaz de seleccionar, controlar y corregir a sus dirigentes públicos no merece quejarse de los resultados negativos de su gestión.

“Parece que, por fin, se está generalizando entre los ciudadanos, la opinión de que hay que reducir los gastos electorales. Este estado de ánimo ha trascendido de la sociedad a los centros directivos de los partidos políticos, con lo que se puede hablar de que existe actualmente un consenso para resolver el tema.

Pero, creo, que se está centrando la atención en la parte más marginal del llamado gasto electoral.

Lo más habitual es que se discuta el montante del costo de la publicidad en vallas y en correspondencia y los gastos de los actos políticos del último mes de la campaña electoral, pero se olvidan los acumulados en todo el período legislativo anterior.

¿Cual es el montante verdadero de los gastos electorales en España?

Tendremos que sumar todos los gastos que exceden de lo que llamaríamos una gestión prudente del Estado y que van dirigidos a consolidar y ampliar la cuota del mercado de votos de la opción política que administra los fondos públicos.

Por lo tanto, hay que incluir los gastos dedicados al control de la educación, la cultura y la información en beneficio de la clase política dirigente. El coste económico del control de estos sectores que sirve para dirigir la sensibilidad de los ciudadanos introduciendo un mensaje continuo en el cuerpo social, que propiciará la decantación de los futuros votantes a la filosofía del partido en el poder y en paralelo el rechazo de las otras opciones políticas competitivas.

Los fondos destinados a financiar los déficits de las televisiones públicas pero, también, los destinados a las televisiones y medios de información privados en cuanto sean discriminatorias, a través de la llamada publicidad institucional, compras oficiales para instituciones y organismos públicos o con ayudas a la renovación tecnológica, por ejemplo, que sirven para mediatizar e influir en la dirección intelectual de estos medios de comunicación, privándoles de independencia y convirtiéndoles en eficaces instrumentos de publicidad política. La dirección de la información es fundamental para el control de las mentes y, por eso, las batallas más crueles de los últimos tiempos se dan en este campo.

La cantidad de fondos que de los presupuestos se dedican a financiar obras cinematográficas, teatrales o literarias con el objeto de propagar el ideario político del que los patrocina y anular el del competidor.

El día que desaparezca esta promoción pública, comprobaremos el valor objetivo de tantos intelectuales, artistas y músicos, utilizados como propagandistas, pero financiados con renta proveniente de todos los ciudadanos, tan asiduamente promocionados por el dependiente e interesado, sector informativo.

Por eso en cada elección intervienen en la lucha política con tanta agresividad como los políticos ya que, su renta y su futuro dependen de la misma suerte.

También hay que incluir los fondos destinados al control de la enseñanza con el objetivo de conseguir personalidades afines al ideario político dirigente con independencia y, muy a menudo, en contradicción con los intereses del sector estudiantil.

También el coste del asentamiento en la burocracia de personas afines y que se convertirán no sólo en un electorado fiel, sino también, en una legión de propagandistas eficaces dedicados a amplificar en la sociedad los mensajes políticos del que los introdujo en la administración.

Además, los fondos públicos dirigidos a categorías sociales (ejm. el desempleo agrario en algunas zonas o las subvenciones puntuales) que sirven para asentar y ampliar el núcleo de votantes y comerciales de la región.

También habría que añadir el dinero dirigido a obras e inversiones sin una clara razón de Estado por ejemplo ¿Entran dentro de una buena administración los enormes costes de inversiones como el AVE, las Olimpiadas, la Expo, las redes de autovías de zonas tan alejadas de los centros productivos y de los mercados exteriores? ….. Existe la sospecha de que una gran parte de las últimas inversiones del país no están basadas en razones de eficiencia económica o de utilidad social sino por motivos políticos, en momentos y zonas de utilidad electoral dejándose de cubrir auténticas necesidades sociales sólo porque no producen inmediatos réditos electorales (ejm. repoblaciones forestales, investigación pública, redes de abastecimiento de agua potable y desagües, pantanos…).

Y hasta habría que incluir, los fondos dedicados a la promoción exterior de buena parte de políticos, en diferentes ámbitos, así como a objetivos aparentemente fuera de la órbita política pero que, en determinados casos, puede tener una gran eficacia electoral, como el mantenimiento actual del valor de la peseta ¿Cuanto ha costado al país el evitar una devaluación por las consecuencias que tendrían para la cuota de mercado del partido en el poder?

Así pues, vemos que, en materia de gastos electorales, queda mucho por podar de un árbol que se ha desarrollado en todos los niveles del Estado (central, autonómico y local) echando sus raíces en los presupuestos hasta dejarlos exhaustos y que se genera y crece en sociedades que permiten que se apropie, una clase política y para sus intereses, del dinero de todos, haciendo inútil el esfuerzo de solidaridad colectiva que supone el pago de impuestos presentes y futuros.”.

 En un artículo publicado unos meses mas tarde, el 18 de marzo de 1.994, en base a las reflexiones de Octavio Paz sobre los sistemas políticos del tercer mundo, en el periódico económico Expansión intentaba explicar el porqué las democracias tienen grados de calidad diferentes y cómo era difícil que, con tan pequeño período de aprendizaje, tuviéramos altas notas y especialmente, cuando muchos políticos de la transición no tenían precisamente a Dinamarca como destino final de sus proyectos.

 “la democracia es un instrumento que ofrece tantas caras como grados de desarrollo tengan los países donde está implantada. En las democracias de los pueblos poco desarrollados se dan, a menudo, características negativas que no se encuentran en las democracias maduras.

Desplazado el centro de la decisión política a la colectividad, la capacidad y la calidad del control de la gestión pública quedarán condicionadas por el bajísimo nivel de renta y de cultura de la población.

Dos notas diferencian las democracias de los países más desarrollados de los países del tercer mundo:

1-  La relación neutra entre el Estado y los ciudadanos, garantizada por la existencia de un Estado de Derecho que trata a todos por igual. En el momento que los ciudadanos se encuentren discriminados por el Estado, a causa de sus ideas, nos encontraremos ante un sistema democrático falsificado, ya que gran parte de las libertades quedarán cercenadas por este abuso de poder.

2-  La concepción que del Estado tenga la clase política dirigente. Mientras que en los sistemas políticos del tercer mundo las clases dirigentes consideran al Estado como su propiedad privada, en las democracias maduras, el Estado es de la sociedad y los políticos son servidores públicos y gestores de dinero ajeno. De manera que, si desvían hacia finalidades particulares o partidistas dinero común, la sociedad les retira la confianza política y les aplica un severo correctivo legal.

De ahí que la corrupción no sea extraña en la democracia de las sociedades poco desarrolladas mientras que los políticos corruptos son habitualmente separados de la política por las sociedades en las democracias maduras”

Pero, para ello, ha de cambiar el concepto de la lucha política de la sociedad. Si esta continúa pensando que, el que gana las elecciones tiene derecho a apropiarse del Estado como un botín de guerra como lo hacían los ejércitos en los períodos predemocráticos, la corrupción no quedará definitivamente erradicada.

Y si todos los partidos participan de esta práctica medieval la corrupción se hará crónica, los que la critican intentarán hacerse con el botín en el relevo de la clase anterior y la ciudadanía asistirá perpleja a que lo único que ha cambiado es el perfil y el número de beneficiarios.”

Actualmente, el problema más grave para los ciudadanos no es la corrupción que continuará reduciéndose, sino la falta de competencia de nuestra clase política en relación a los nuevos retos. Esto lo pudimos comprobar en la gestión de nuestra crisis, como denunció el profesor Joaquim Muns:

“Hemos tenido la mala suerte histórica de que la peor crisis en muchas décadas haya coincidido con la peor clase política en muchos años”.

Y nos previno de lo importante que para el progreso de nuestro país era el estar gestionados por políticos competentes:

 “Es el momento de dejar de lado la manoseada retórica partidista que ya prácticamente no significan nada -derechas, izquierdas, progresistas, etc.- y prestar especial atención a la categoría intelectual y a la experiencia de los candidatos.

En nuestra sociedad se está produciendo un fenómeno lamentable y paradójico. Me refiero al continuo descenso del nivel de preparación de nuestros políticos en el preciso momento en que la gestión pública deviene más compleja y exigente.

La evolución cultural, social y económica de los últimos años a todos los niveles es vertiginosa. La crisis económica global que el mundo padece desde hace tres años, fruto de los desajustes y tensiones que produce este proceso acelerado de cambio, tiene dos consecuencias que, como electores, deberíamos tener en cuenta. Por un lado, la relativización de los programas electorales. Cada vez es más difícil que éstos puedan seguir la aceleración de la realidad. En segundo lugar y como corolario de ello, la competencia y la experiencia de los dirigentes pasan a ser la mejor garantía para afrontar con esperanza razonable de éxito las consecuencias de los problemas y crisis que nos han sacudido y que, desgraciada pero inevitablemente, seguirán azotándonos durante mucho tiempo.

El progreso de las naciones depende de muchos factores, pero creo que la experiencia de los últimos años está demostrando el creciente protagonismo de los líderes políticos bien preparados.”

DANIEL IBORRA FORT

Vilafranca del Penedés, 9 de mayo de 2017

 

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Gasto público y corrupción: ¿Ha habido mejora?

Bodegas Codorniu en Sant Sadurni D´Anoia (Barcelona). Por Angela Llop La imagen no tiene que ver con el texto del artículo (sólo la cercanía con la residencia del autor).

Cuba: un ejemplo de la relación entre economía y política.

  ¿ESTÁ CUBA EN CONDICIONES DE PASAR DE UNA DICTADURA A LA DEMOCRACIA?: UN EJEMPLO DE LA RELACIÓN ENTRE ECONOMÍA Y POLÍTICA

 

Daniel Iborra Fort,

Notario de Vilafranca del Penedès

 

En la década de los 90, publicamos en el periódico EXPANSION una serie sobre la relación entre economía y política y sobre la permanencia de  los sistemas ineficientes intentando, con ello, responder cuestiones que considerábamos fundamentales y que, en aquel momento, poca gente  planteaba ¿Por qué determinados sistemas, si eran tan avanzados en progreso económico y social y en libertad, necesitaban muros tan altos y extensos para retener a sus beneficiarios, que llegaron a arriesgar hasta su vida en el abandono? ¿Por qué si contaban con líderes tan queridos por sus pueblos impedían que se celebraran elecciones con otras alternativas no ficticias, en donde podían lucirse con sus resultados? ¿Por qué de la gran nube de admiradores y propagandistas que vivían en su exterior, tan pocos se afincaron con residencia habitual en ellos?

En un artículo ¿Porqué Cuba es tan pobre?, exponíamos las razones de que no se estuvieran aplicando las medidas que tanto éxito habían tenido en China.

A pesar de las críticas, la experiencia política china nos parecía enormemente beneficiosa para la población tanto en materia de bienestar material como para el futuro del sistema de libertades de la misma, pues: “Cuando un sistema político autoritario apuesta con éxito por el crecimiento del país y la satisfacción de las necesidades materiales de la población, la clase dirigente está asentando los fundamentos de un nuevo régimen político de naturaleza democrática”

Pero este no era el caso de los dirigentes cubanos, sus propósitos eran otros:

“Las dictaduras sólo pueden arraigar en sociedades, económica, social y culturalmente subdesarrolladas, de forma que el progreso económico es su más eficaz enemigo. Ya que, superadas por la población sus necesidades materiales, el ansia de desarrollo personal y de participación política y social de los ciudadanos, forzará a un radical cambio político.

La forma de que, una vez implantado un sistema dictatorial, éste sea viable es encadenar a la miseria a su población para que, así, cuantos más ciudadanos estén bajo el límite de subsistencia, menor presión habrá para la implantación de un sistema político democrático.

 Su sistema económico es ineficaz porque así lo exige la supervivencia del régimen político y la estructura de poder e intereses de su clase dirigente (actualmente se diría casta dirigente).

Para estas dictaduras, la prosperidad es su mayor enemigo, de ahí que nos parecía más inteligente levantar el bloqueo.

“Para garantizar el asentamiento vitalicio de una casta política reaccionaria, represiva, ineficiente y corrupta evitarán que su pueblo tenga pan porque luego pedirá libertad y democracia”.

El País del 29 de noviembre pasado publicó un artículo “Una nueva revolución en Cuba” de Joaquin Villalobos. Al final se detalla que fue guerrillero salvadoreño y es asesor del Gobierno colombiano en el proceso de paz con las FARC. Del texto extraigo lo siguiente: “En la actualidad dos potentes factores están empujando desde dentro la transición cubana. El primero es que la generación posrevolucionaria tomará pronto el poder en la isla. Esta generación creció en una realidad diferente a la de la vieja guardia. Conocen el desastre de su modelo económico revolucionario…”

“El segundo factor es el cambio radical en la estructura de clases provocado por la existencia de medio millón de pequeños negocios conocidos como “cuenta propistas”. Estos empresarios ahora contratan trabajadores, utilizan crédito y dentro de la dramática realidad de la economía cubana, representan una mejora en la oferta de bienes y servicios a la población. Todo cambio en la estructura de clases demanda un cambio en el régimen político, el mercado no es sólo un instrumento económico, sino también una institución política que obliga a establecer reglas y normas…los cambios económicos obligarán a los cambios políticos en un tiempo más corto que las décadas de errores de la política estadounidense” …

 Si estos empresarios están ampliando la oferta de bienes y servicios a la población y con ello solucionando sus carencias tradicionales y mejorando su nivel de vida y este medio millón de pequeños negocios tienen la fortaleza de convertirse en uno de los dos potentes factores para la transición a la democracia ¿Tiene o no la economía influencia sobre la política en las transiciones de dictaduras a democracias?

 Os voy a poner otro ejemplo, el 13 de marzo de 1968, Fidel Castro ordenó la confiscación masiva de pequeños establecimientos dentro de las medidas de la “ofensiva revolucionaria” con el objetivo de luchar contra el capitalismo y la creación del “hombre nuevo”. En marzo de ese año se confiscaron 55.636 pequeñas empresas (bares, lavanderías, barberías, talleres mecánicos …), anteriormente había expropiado las grandes y medianas. Los analistas destacan el enorme deterioro económico que produjeron sobre la producción nacional y el nivel de vida de la población. Muchos dicen que fue un colosal error. Pero para un gestor que quiere afianzar una dictadura, ¿fue un error o una decisión racional para la supervivencia del régimen político y la estructura de poder e intereses de su clase (o casta) dirigente? Para que el progreso y el sector productivo no se constituyeran en motores hacia la democracia, ¿no era una decisión de gestión política acertada mantener a la población en la miseria? Y, prueba que todo ello le era conocido, es que cuando cayó el muro de Berlín y como resultado dejó de ser una economía subvencionada, se redujo drásticamente el PIB y comenzó la etapa de carencias, Castro decidió incentivar el sector productivo, pero esta apertura concluyó nuevamente cuando encontró en Venezuela un entusiasta patrocinador.

Cuando llegue la democracia, a los simpatizantes interiores de Castro se les conocerán como los nostálgicos de la dictadura, su número se irá evaporando, pero dudo que esto pase con sus admiradores exteriores, son irrecuperables.

Porque no intentarán hacernos creer que, en tantos días de evidencia, no tuvieron un minuto de lucidez para apreciar que todo era un cuento. Si fueron incapaces de tener ojos para reconocer lo que hasta el más humilde de los ciudadanos percibía ¿no es un buen momento, antes de que lo hagan los demás, de hacer autocrítica del resto de ideas y corregir su altivez intelectual y moral?

Vilafranca del Penedés, 2 de diciembre de 2016

DANIEL IBORRA FORT

 

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Cuba: un ejemplo de la relación entre economía y política.

Vista satélite de Cuba. Noviembre 2001. Jacques Descloitres,

 

La crisis desde una notaría

 

EN EL 10º ANIVERSARIO DEL PINCHAZO DE LA BURBUJA INMOBILIARIA: 2006/2016, LA CRISIS DESDE UNA NOTARIA

 

CONVERSANDO SOBRE LA CRISIS EN MI DESPACHO:

Sobre el artículo siguiente, he tenido últimamente 3 conversaciones curiosas.

La primera, con un constructor que me comentó que había cesado su actividad en el 2.009 en una situación de insolvencia y ruina económica.

Otra, con un antiguo empleado de una Caja catalana desaparecida que me reconoció que hasta mitad del 2.008 no les avisaron de la crisis.

Finalmente, con un conocido del mundo del sector del cava que me dijo que había vendido una propiedad en la parte más alta del ciclo. Cuando le pregunté en que se había basado me contestó que, al ver que la Caixa había vendido Colonial e inmuebles propios y que lo mismo estaba haciendo Botín en el Santander, se acordó de lo que le había aconsejado su padre: “si no eres muy inteligente, haz caso a la gente muy inteligente”.

Eran personas de valía profesional y seguramente se abastecían de los mismos canales de información y a todos les chocó esta interpretación de la crisis basada en datos reales de entidades oficiales, que no coincidía con lo que les habían contado.

Si ellos ignoraban los datos fundamentales de la actividad económica donde desempeñaban sus profesiones ¡cómo podían estar informados los ciudadanos que no tenían esta proximidad!

La crisis evidenció la falta de nivel de cultura financiera, de información solvente y hasta de responsabilidad y madurez personal, que  hubiera permitido a la población defenderse ante un futuro tan dramático para gran parte de ellos, de ahí que concluyéramos el prólogo del libro  ¿Cuando saldremos de la crisis? con la siguiente recomendación” para tener gestores públicos más eficientes, hay que ser más exigentes con ellos y nosotros tener una mejor preparación; para ello, deberíamos escoger informadores más honestos, más competentes y más independientes , que los hay”.

De todas maneras, si me preguntan mi experiencia sobre la crisis he llegado a la conclusión de que poca gente hace caso en este clima de euforia general. Es como un final de curso de una universidad o de un instituto, cuando entras a la juerga a poner un poco de sensatez recomendando a los presentes que dejen de beber e intentando retirar los gin-tonics, pronto te das cuenta de que no es el momento más oportuno para hacerlo.

 

LA CRISIS VIVIDA DESDE UNA NOTARIA*

Si preguntamos a nuestros conciudadanos, que se alimentan informativamente por los canales tradicionales, sobre el origen de nuestra crisis económica, una parte contestaría que todo procede de la crisis inmobiliaria de Estados Unidos que se generó en agosto del 2.007 pero encontraremos, sin duda, a muchos más que nos responderán que proviene de la gran crisis financiera internacional que se desarrolló en  el último cuatrimestre del 2.008  y que surgiendo, también, del mismo país se globalizó, sorprendiendo a todos los dirigentes políticos del mundo, sin exclusión.

Sin embargo, no fue esta la experiencia que viví desde mi atalaya profesional.

Yo tenía la costumbre de ordenar y leer los estudios que me enviaba METROVACESA sobre la coyuntura de la Economía Nacional e Internacional. En ellos, había un apartado sobre la evolución del mercado de viviendas, elaborado por los Registradores de la Propiedad de ESPAÑA.

En el número 19, correspondiente al mes de abril de 2.007, comprobé que el número de ventas de viviendas se redujo en el 2.006. El declive se fue agravando en el 2º semestre hasta llegar a una cifra final de un 7,2% para todo el ejercicio.

En el año 2.007 los descensos se fueron acentuando, hasta concluir el año con una caída total de un 13,93%.

En el índice del número de hipotecas elaborado por el INE, la bajada se fue intensificando de una manera extraordinaria y partiendo de un techo, en el 2.006, de 1.896.515 hipotecas, lo que supone una media mensual de 158.043, cuando llegamos a agosto de 2007 y estalla la crisis en E.E.U.U., el número de hipotecas había descendido un 43%, hasta 90.000. A finales del 2007 habían cerrado la mitad de agencias inmobiliarias. ¿No sería porque llevaban casi dos años con una gran recesión de ventas y no por los 3 o 4 meses anteriores, desde la crisis de Estados Unidos?.

En las elecciones de marzo, el número de hipotecas había caído un 55% hasta la cifra de 70.000.

Cuando la crisis financiera internacional estalla, en septiembre de 2008, el número de hipotecas y ventas de inmuebles estaba en mínimos. El hundimiento se produjo anteriormente. A partir de ese momento, el número de hipotecas se mantiene entre una franja de 50/60.000, con la peculiaridad de que un buen número de operaciones no son para financiar compraventas (que continúan descendiendo durante el año 2.009, un 24,9%) sino para asegurar el impago y la mora de gran número de clientes de las entidades financieras, aparte de las daciones en pago para amortizar créditos anteriores.

En nuestra opinión, sobre nosotros coincidieron dos crisis, una anterior, propia y previsible y otra posterior, internacional y más difícil de anticipar.

La primera fue consecuencia de la falta de adaptación de la economía española al cambio de ciclo económico.

El crecimiento español de los anteriores años estuvo basado en un modelo en el que el peso de la construcción tenía 3 veces más incidencia que en otras economías de nuestro entorno.

Este crecimiento se sostuvo en una fuerte entrada de capital exterior colocada en créditos aprobados sin los criterios de solvencia y profesionalidad tradicionales.

La demanda creció, no porque la población incrementara proporcionalmente su renta, sino por las facilidades que el sistema financiero les dio a los compradores, tanto en plazo como sobre todo en cantidad y en medio de un conjunto de previsiones que luego comprobaríamos que eran falsas. (Ejm: que ”el precio de la vivienda nunca baja”).

Y todo acabó en el segundo semestre de 2.006, con la disminución de la inversión crediticia provocada por la reducción del flujo exterior, debido a la perdida de confianza en la economía española de los mercados internacionales

Creo que, cuando se vio que no podía continuar la economía haciendo más casas que tuvieran salida para una demanda solvente, la política económica tenía que haberse concentrado en la promoción de cosas (bienes y servicios), con objeto de mantener la producción, la renta y el empleo y hasta el nivel de ingresos públicos.

Había que potenciar el sector productivo haciendo un gran esfuerzo para que se constituyera en alternativa para un sector de la construcción, sobredimensionado y al borde de un ajuste, incentivando su financiación y todos los procesos de reducción de costes y mejora de la calidad, intentando asegurar la competitividad arruinada por la revaluación del euro sobre el dólar, el incremento del diferencial de inflación en relación a los países competidores de la zona euro desde su introducción y por el déficit de calidad en tantos sectores que afectan a la producción (ej. infraestructuras, educación técnica, investigación, marco legal empresarial y laboral, energía,…). 

 

DANIEL IBORRA FORT. Vilafranca del Penedés,15 de junio de 2016

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*Este artículo recoge textos y gráficos de mi libro “UNA CRISIS PREVISIBLE: ESPAÑA, 2006/2010, el cual está formado por el conjunto de artículos publicados en Notarios y Registradores sobre la crisis de 2008 a 2010, gracias a la amabilidad de sus editores. De esta manera, hemos podido aportar a la sociedad una visión más real de lo que estaba sucediendo en la economía ya que, desde nuestros despachos, nos permitía tener un acceso directo a ella.

SECCIÓN OPINIÓN

ETIQUETA DANIEL IBORRA

 

La Seu Vieja (Lleida). Por Blorg

La Seu Vieja (Lleida). Por Blorg

 

Independencia política y solvencia financiera (3/3)

  

Albert Einstein: “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a las personas y países, porque la crisis trae progresos, la creatividad nace de la angustia como el día de la noche oscura. Es de la crisis que nacen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.

 

B) 1- LA INSOLVENCIA: UNA OPORTUNIDAD PARA MEJORAR LA EFICIENCIA DE NUESTRA DEMOCRACIA

 

 El 13 de septiembre del 2010, publicamos en NYR un artículo “Un reto social: la eficiencia del Estado”, que también lo fue en la revista notarial ESCRITURA PÚBLICA, sobre lo que consideramos un Estado moderno eficiente. Las características eran las siguientes:

En los países democráticamente desarrollados, los ciudadanos tienen dos salarios: Un salario que resta después de pagar impuestos y un salario en especie, en cuya financiación participa toda la población.

Este salario en especie está compuesto por el conjunto de servicios que la totalidad de ciudadanos recibe del Estado: educación, justicia, sanidad, seguridad ciudadana y defensa, infraestructuras……..

 Hay tres etapas que merecen la misma atención social y la misma responsabilidad.

La etapa primera, la contribución social, suele ser discriminatoria, aportando más recursos los que obtienen más ingresos. Para que esta discriminación no perjudique la creación de riqueza y empleo ha de ser equilibrada porque, si los ciudadanos la consideran excesiva, la desmotivación reducirá su aportación al desarrollo de la economía. Si esta reducción fuera compensada por la actividad económica de los que claman por el incremento de la presión fiscal, el nivel de renta social se mantendría pero no siempre sucede este fenómeno.

La manera de incrementar los ingresos públicos, que se ha revelado más eficaz y permanente, es la de crear las condiciones legales y financieras para la germinación de actividades empresariales que generen empleo y riqueza, lo que proporcionaría más base imponible, nuevos contribuyentes a la arcas públicas y a la seguridad social y reduciría las cargas sociales. 

En la segunda etapa, es fundamental que el Estado racionalice sus costos para que la atención de los ciudadanos cuente con la máxima financiación.

Es lógico que los responsable políticos, una vez instalados, sientan la preocupación de lograr su permanencia. Un modo de ampliar el número de votantes es el de utilizar los ingresos de todos, durante su mandato, de una manera partidista, con el objeto de asegurarse su reelección.

Los pueblos con poca madurez democrática se ven perjudicados, por su desidia en el control de la gestión pública, por un proceso de trasvase de recursos hacia finalidades o sectores sociales en función, no del interés general del país, sino de la opción política que lo dirige, dando lugar a un incremento del control social, cultural e informativo progresivo y a la creación de grandes bolsas de beneficiarios en estos sectores.

Esta fase es especialmente peligrosa para la población, porque reduce, si la extracción es importante, el flujo de recursos que van destinados a financiar el Estado de bienestar y porque, al favorecer el control de la información, contribuye a ocultar la malversación de los ingresos públicos  y la incompetencia del gestor político, haciendo que los problemas económicos internos no sean detectados y corregidos, lo que incrementa la ineficiencia y la improductividad del sistema en todas las fases.

También es importante la tercera fase, pues es la que determina la calidad del salario en especie. Como en una empresa con una administración competente, el Estado tiene la obligación de lograr una profesionalización de la función publica de manera que, a través de procedimientos de incentivación y reconocimiento de méritos, se encuentren los funcionarios mejores en los puestos de mayor responsabilidad y la prestación de obras y servicios públicos en manos de las empresas mas competitivas en precio y de mayor calidad.

La competitividad del Estado dependerá de la relación entre el coste fiscal y la calidad del salario en especie que proporciona a sus ciudadanos.

Y para ello, es fundamental la competencia del gestor público, la calidad técnica de su equipo y la elaboración de un programa serio y solvente, dirigido al bien común y no a ganar las elecciones. Un Estado no puede ser eficiente si sus dirigentes no lo son.

Un gestor diligente, cuya única preocupación sea el bienestar ciudadano, estará atento a los éxitos de otros gestores públicos, en relación a los temas que más preocupan a la ciudadanía, para aplicarlos en su propio país de la manera más inmediata y con ello, intentar su rápida solución.

Por ejemplo, uno de los temas que más nos afecta es el desempleo y una de las promesas de nuestros políticos más recientes es la de conseguir el nivel de Dinamarca.

 Este país tenía un paro del 12’5% en 1993. Después de la aprobación de la “ Flexiseguridad”, que suponía que un empresario que despedía a un trabajador no tenía que pagar ninguna compensación y el despedido, para beneficiarse de un largo período de protección, debía someterse a una formación continuada y a la obligación de aceptar las ofertas de trabajo, el paro descendió hasta el 1’7% en 2.008.

 También la mochila austriaca y otras fórmulas de contratación que habían conseguido reducir el desempleo y la falta de formación laboral como clave del paro… temas a los que hicimos referencia en el artículo publicado en NYR el 5-6-2013 sobre la solución del paro y los emprendedores. O la reducción de jornada alemana que permite mantener las plantillas en época de crisis compensando el Estado la reducción de la jornada completa a la parcial, con la economía de costos que supone para todos (empresas, trabajadores y Estado) y los problemas personales y familiares que evita.

Nuestros políticos que están prometiendo que si les votamos tendremos el nivel de paro de estos países ¿Que programa de reindustrialización tienen preparado para superar la crisis de este sector que al principio de la transición, en 1975, suponía un 36’39% del PIB y que, después de un retroceso sin pausa y sin ninguna preocupación social ni política, en el año 2008 era el 14’36? Porque, cuando hablan de que no hay empleo de calidad y si la industria es la base del empleo estable y bien remunerado y del sector exportador ¿Qué hicieron para evitar la desindustrialización? ¿O tal vez estaban en las manifestaciones contra la instalación de industrias en su pueblo?¿Qué régimen laboral aprobarán? ¿O bien no saben de lo que hablan y lo único que les preocupa es, con su elección, solucionar su problema del paro y/o su satisfacción personal y no el de los ciudadanos?

Un estado  ineficiente es, pues, el que descuida la calidad de su sistema productivo en todas sus bases ( educación, costes energéticos, sistemas de contratación laboral, promoción empresarial….) que es el fundamento de la riqueza nacional, del empleo y del sistema de protección social, el que se apropia de los recursos que tiene en administración, desviándolos a intereses partidistas y hasta personales y el que descuida la calidad  y los costos en la gestión de los servicios y prestaciones sociales.

¿No fue este el origen de nuestros problemas actuales y de nuestra situación de insolvencia?

Si queremos solucionar nuestros graves problemas económicos y sociales, la política económica se ha de asentar en un rumbo inalterable.

 Según el profesor Joaquim Muns (y en esto coinciden nuestros grandes economistas) “el viejo y fracasado guión de deuda, consumo e importaciones ha de pasar a la historia para ser sustituido por el de ahorro, inversión y exportaciones…. Hay que evitar vigorosamente que el consumo desaforado sea otra vez el motor de nuestra economía” y con ello ha de haber “ un cambio de mentalidad económica del país , por el que la libertad económica, la creatividad y la eficacia jurídica sean los pilares sobre los que se pueda asentar la actuación de los agentes económicos” sin ello “ el barco de la economía española siempre estará amarrado en el mismo dique de la ineficiencia, de la falta de competitividad y , en definitiva, del despilfarro endémico del potencial económico del país”

Si seguimos este rumbo, generaremos recursos suficientes para devolver nuestras deudas, resolver el problema del empleo precario y poco rentable, del paro y la pobreza crónica y financiar un solvente sistema de atención social y de servicios públicos

Repetir el mismo guión que nos abocó a la gran crisis, nos llevaría en un tiempo record a la ruina definitiva.

Pero, es que este camino del esfuerzo es inevitable, un país que no genera recursos propios para mantener su nivel de vida necesita financiación ajena y nadie presta a quien no cuenta con ahorro o patrimonio que asegure su devolución.

Ir en dirección contraria nos conduciría, dado el nivel histórico del endeudamiento interno a disparar el coste financiero de la deuda llevándose proporciones cada vez mayores de recursos de las familias y del sector empresarial y en cuanto al sector público, a la reducción de la base de la financiación de las prestaciones sociales de la tercera fase que son vitales para las clases más necesitadas.

 Fueron los pensionistas, los modestos adquirentes de  deuda pública, las clases trabajadoras del sector público y privado, los que sufrieron en Grecia los ajustes  más dramáticos provocados por la mala gestión de sus dirigentes y  no estos ni las clases más pudientes que sobrevivieron a ellos.

 Eran los que estaban detrás de los que dirigían las manifestaciones a los que les llegaron antes las privaciones.

Y, con la reducción de recursos y la interrupción de la expansión y mejora de nuestra capacidad productiva, se acentuarían los problemas tradicionales de nuestra economía: inflación, desempleo, desequilibrios exteriores e interiores, insolvencia pública y privada  

 

2.-EL MANIFIESTO DE LOS INDIGNADOS SOLVENTES Y DEMOCRÁTICOS: TRANSFORMA ESPAÑA (NYR 5-1-2011)

 Una representación de las grandes empresas junto con la colaboración de personalidades de gran relevancia social, (Sagardoy,M.Conthe,Sala-i-Martin, Ontiveros, Punset,Calzada…) elaboraron un trabajo fundamental de cara al futuro de España, “TRANSFORMA ESPAÑA”, que fue presentado a finales de este mismo 2010 .Os hago un pequeño extracto, recomendando, por su gran importancia, su completa lectura:

 “El modelo vigente de España que generó buenos resultados en el pasado da actualmente signos de agotamiento. El momento actual es óptimo para el cambio, tal vez incluso único, como dijo MCDONNELL “sin el acicate de una crisis o un período de gran tensión, la mayor parte de los colectivos- al igual que la mayor parte de las personas- es incapaz de cambiar los hábitos y actitudes de toda una vida” pero este cambio hay que utilizarlo inteligentemente, dice un proverbio que “cuando empieza a soplar el viento, algunos corren a esconderse mientras otros construyen molinos de viento”.

 

a) REFLEXIONES ACERCA DEL MODELO DE ESTADO:

1) Revalorización de la función política. El desajuste entre la magnitud, complejidad y visibilidad de la tarea encomendada por un lado, y el nivel de preparación, concienciación y experiencia de algunos administradores por otro lado, erosiona la confianza de los ciudadanos en la política. Este proceso de deterioro se ha agudizado con la entrada a la política de personas sin una preparación contrastada en ciencia política, a menudo jóvenes y con poca experiencia previa, obligados a tomar decisiones y a generar resultados desde casi el primer día.

2) Refuerzo de Pactos de Estado/ gobernanza en consenso. Se plantea principalmente en cinco ámbitos: Estrategia educativa, estrategia científica y estrategia de innovación, identidad productiva, estrategia energética y modelo de bienestar responsable.

… necesidad de alcanzar pactos estables y de largo plazo entre las principales fuerzas del país y la sociedad civil, son temas tan trascendentes socialmente que deberían estar alejados de la lucha partidista.

3) Eficiencia global y clarificación del modelo autonómico. Hay que clarificar el modelo autonómico, de una manera global, estable y fiable para evitar, por un lado, ineficiencia e inconsistencia en el reparto de roles y competencias, y por otro lado negociaciones cortoplacistas y oportunistas.

 4) Sistema electoral ajustado a nuevas necesidades del país. Ante el alejamiento entre Ciudadano y Administrador y cierta sensación ciudadana de disminución de representatividad por parte de los políticos las propuestas apuntan a modelos que permitan recuperar la representatividad social de los políticos y el acercamiento a los votantes

5) Adaptación de Asociaciones Empresariales y Sindicatos a nuevos retos del país. Se busca ampliar y mejorar la representación y su neutralidad e independencia.

6) Percepción social clara de la separación de poderes. Hay que recuperar la percepción social de la plena separación real y fiable de Poderes del Estado

 

b) REFLEXIONES ACERCA DEL MODELO PRODUCTIVO:

 

La magnitud del impacto de la crisis en España es el resultado del alejamiento creciente entre el modelo productivo existente en el país y el modelo productivo objetivo que debería haberse adoptado para afrontar los nuevos retos y necesidades, tanto internos como externos.

      PROBLEMAS A SOLUCIONAR:

       -Rigidez del mercado laboral

-Barreras para iniciar nuevos negocios.

-Dificultades para el comercio exterior.

-Marco deficiente para el fomento de la competitividad en PYME.

-Perdida de fiabilidad y transparencia del sistema. En cuanto a la confianza, transparencia, percepción de corrupción y demás aspectos que afectan al marco productivo, el posicionamiento de España no es bueno y va a peor.

-Ineficiencias y amenaza de rotura del mercado único interior.

-Peso elevado y riesgo de efecto llamada hacia la economía sumergida.

-Debilitamiento y aletargamiento de la Sociedad Civil.

-Pérdida de seguridad jurídica.

La ventaja de este trabajo es que está elaborado por personas que han demostrado su competencia en sus respectivas profesiones y actividades económicas (en otros países, la opinión de un experto es lo obligado, aquí no tanto), que saben como crear riqueza y solucionar el problema del paro y que han demostrado su implicación con el sistema democrático, intentando corregir sus defectos para incrementar su eficiencia y no para sustituirlo por otro que sólo sirva a sus vitalicios dirigentes.

Y es que la democracia es un instrumento que logra sus mejores notas con la calidad del intérprete y que hay que controlar y cuidar, pues es el mejor sistema que se conoce para la creación de bienestar económico y social, para garantizar un amplio espacio para la libertad   y para sustituir a los dirigentes corruptos, incompetentes y estafadores.

 Tiene defectos, pero como no encarcela ni apalea a los que los denuncian o critican, se van corrigiendo* no como otros sistemas que no publican sus escándalos pero están, y permanentemente, en los últimos lugares en corrupción, ineficiencia, pobreza y ausencia de libertades.  

 

 Vilafranca del Penedès, 13 de marzo de 2015.

Daniel Iborra Fort. Notario y analista de inversiones

 

   * Un ejemplo lo tenemos con la corrupción. Según el Índice de percepción de la corrupción en 2014, España ha mejorado 3 puestos pasando del 40 al 37, de los 175 países analizados. El primero es Dinamarca y detrás de nosotros están países próximos como Grecia e Italia, en el 69 y entre los últimos 15 más corruptos, están los “mediáticos”, Venezuela, en el 161 y Corea del Norte, el último con Somalia.

  Sin embargo, este acontecimiento creo que no ha sido, como tantos, correctamente reconocido en la generalidad de nuestros medios. Por ejemplo La Vanguardia y El Confidencial enmascararon este dato positivo con presentaciones despectivas y extrañamente coincidentes tipo “España está peor que Botswana”.Podían haber publicado que “España ha reducido la corrupción alcanzando a Israel que está en el mismo lugar y con igual coeficiente “, pero es lo que hay.

   Una manera de informar que no se ajusta a la realidad, como uno puede comprobar si pregunta a cualquier funcionario municipal o autonómico o a empresarios que desde hace tiempo trabajan para el sector público si es o no más fácil que antes hacer negocios privados con los responsables públicos o colocar familiares o compañeros de partido,” por la cara “, en la Administración.

   Y es que, en los últimos años, España ha ido mejorando en este campo. Si os fijáis, los casos que se van conociendo están concentrados en el período de especulación inmobiliaria, de la explosión de la obra pública y en el flujo incontrolado de recursos comunitarios, cuando la percepción social de la corrupción estaba en mínimos porque los medios no la publicaban con semejante ostentación.

   La gran crisis económica , del sector inmobiliario y de la obra pública, el despertar de la conciencia ciudadana de lo que representa  la corrupción, la mejora del marco legal y de la actuación policial y judicial ( mejorable, en ambos casos,  en muchos aspectos) , el control de las Instituciones de la Unión Europea ( Ejm- GRECO-Consejo de Europa) y aunque parezca extraño, la reducción del número de beneficiarios ( no hay nadie tan vengativo que al que sacan de un banquete) , ha hecho que aflore de una manera escandalosa toda la suciedad anterior que no se hubiera acumulado si todos los que la conocían la hubieran denunciado ¿ Que impidió que nuestros medios informativos y culturales, nuestras instituciones, los agentes sociales y sindicales, políticos y hasta los ciudadanos más modestos denunciaran una corrupción que era tan general y tan conocida por todos?

2.-EL MANIFIESTO DE LOS INDIGNADOS SOLVENTES Y DEMOCRÁTICOS :TRANSFORMA ESPAÑA ( NYR 5-1-2011)

Una representación de las grandes empresas (Inditex, La Caixa, Ford España, Prisa, Mercadona , Santander, Telefónica, Gamesa, G.Planeta, Repsol, BBVA, Deutsche B.E., MAPFRE…) junto con la colaboración de personalidades de gran relevancia social , como expertos temáticos (Sagardoy,M.Conthe,Sala-i-Martin,Ontiveros, Punset,Calzada…) elaboraron un trabajo fundamental de cara al futuro de España , “ TRANSFORMA ESPAÑA”( FUNDACIÓN EVERIS), que fue presentado a finales de este mismo 2010 .Os hago un pequeño extracto, recomendando , por su gran importancia, su completa lectura:

 

 

INDEPENDENCIA POLÍTICA Y SOLVENCIA FINANCIERA 2

INDEPENDENCIA POLÍTICA Y SOLVENCIA FINANCIERA 1

LOS POBRES NOS ROBAN

UNA VISIÓN DIFERENTE DEL «DESAFECTO A ESPAÑA»

LA CRISIS Y LAS NOTARÍAS

EVITAR LA QUIEBRA DEL ESTADO DE BIENESTAR

TRANSFORMA ESPAÑA

RÉGIMEN AUTONÓMICO ERRADO

LOS NOTARIOS Y LA LIBERTAD DE ELECCIÓN

ETIQUETA DANIEL IBORRA

Vilafranca-del-Penedes-Basílica_de_Santa_Maria

 

MAPA MUNDIAL DE LA CORRUPCIÓN

 

Endeudamiento y Soberanía.

 (Las malas compañías)

.

Joaquín Osuna Costa

Agente de Cambio y Bolsa, Notario de Leganés

.

La tormenta griega ha vuelto a poner de moda el problema del endeudamiento de los diferentes países de la zona euro precisamente porque esa tormenta no es sino la última consecuencia de haber hecho las cosas mal desde el principio y de mantener en el tiempo los errores iniciales.

Para justificar la creación del Euro se habló mucho de las grandes ventajas que su creación implicaba en el área comercial, pues evitaba el cambio de moneda en las transacciones internas de la Unión Europea, que sólo eso ya justificaba su creación, y, como de pasada, se nos contó también que sería una moneda fuerte, apreciada y abundante y, por tanto, el comercio con el resto del mundo también podría nominarse en euros, desplazando así, al menos parcialmente, al dólar como unidad de cuenta absoluta del comercio internacional.

No se dijo que el parto del euro, la creación de una sola moneda única para un conjunto de países desarrollados económicamente, manteniendo cada uno de ellos una política fiscal autónoma y, como se ha visto, no homogénea, era algo que nunca se había intentado y, como todo experimento, podía estar sometido a fracaso, absoluto o relativo.

Porque no era algo que pudiera llevarse a cabo por el método científico de ensayo y error. Tanto política como económicamente hubiera sido un desastre una implantación provisional de una moneda a ver qué pasa, no era un experimento con gaseosa.

Como era básico transmitir a los mercados esa idea de que nos hallábamos ante la instauración definitiva de una nueva moneda y, quizás con razonamiento semejante al que llevó a Cortés a quemar sus naves, no se previó ni la salida de algún miembro, fracaso relativo, ni mucho menos el fracaso absoluto y la vuelta de cada mochuelo a su olivo monetario. El euro era el yugo que iba a cimentar definitivamente la unión europea, no habría vuelta atrás, ni siquiera sería necesario porque, además, en materia de política fiscal, todos íbamos a ser obligatoriamente justos y benéficos como los españoles de 1812.

Pero resultó que, como nuestros antiguos paisanos, tampoco los europeos lo fuimos. Todos mentimos al principio sobre nuestras cuentas, aunque unos mucho más que otros, y, una vez nos pusimos en marcha, aquello, que iba a ser Jauja, fue patio de Monipodio.

En efecto, cada país mantuvo políticas fiscales diferentes que, además, tampoco eran constantes porque, por ejemplo, en cada cita electoral se forzaban los déficits para salvar la cara del político en el poder, pero no se opuso nadie de forma contundente, como el Lazarillo de Tormes que no protestaba cuando veía al ciego tomar de dos en dos las uvas de un racimo porque él las tomaba de tres en tres.

Tampoco los mercados se alteraron demasiado por varias razones:

  1. El euro nació en una fase ascendente del ciclo económico y cuando hay bonanza los mercados son plácidos.
  2. Las emisiones al principio tampoco fueron demasiado grandes y, por tanto, los diferenciales de tipos de interés entre la deuda de los diferentes países tampoco eran excesivas.
  3. El hecho de encontrarse con tantas deudas diferentes nominadas en una misma moneda con diferentes tipos de interés fue una bendición para los arbitrajistas, nunca fue tan fácil ganar tanto dinero en tan poco tiempo y con tan poco riesgo.
  4. Ese mismo arbitraje produjo el fenómeno de reducción de diferenciales y el incremento de los volúmenes de contratación consagrando a la Deuda Soberana en euros como un valor fiable y líquido.

Así, el euro, que teóricamente nació para facilitar el comercio, se manifestó como el vehículo para que una serie de países y sus empresas, todos los de la zona euro, incluida Alemania, pudieran, por primera vez en su historia, acudir de forma contundente a los mercados internacionales colocando con éxito Deuda Soberana nominada en moneda propia.

Y ahí esos nuevos ricos cometieron los lógicos excesos. Así nació la prima de riesgo, los mercados empezaron a discriminar con dureza la Deuda de los distintos países. Coincidiendo con eso en el tiempo surgió al otro lado del Atlántico el problema de las hipotecas basura, una cosa llevó a la otra y nos encontramos con una tormenta perfecta en los mercados.

Y entonces caímos en que el Banco Central Europeo era como la Reserva Federal de la Señorita Pepis. Mientras la de verdad, la americana, apaciguó las tensiones en su Deuda con manguerazos de liquidez sin cuento, la política Bernanke, el Banco Central Europeo, dudó, convocó reuniones, ahora compro Deuda, ahora no, cuando compro lo hago al final del día, y así los especuladores se van a casa con el negocio hecho y yo me quedo con cromos depreciados. Y mientras, vista esa ineficacia, los diferentes Gobiernos «aconsejaban» a sus bancos invertir en Deuda expulsando así del mercado crediticio a las empresas. El incendio americano se apagó con agua de la Reserva Federal en forma de dólares y el europeo se avivó con gasolina de incertidumbres políticas y demostración de inexistencia de liderazgo.

Y entonces se empezó a hablar de Eurobonos, que, traducido al castellano, significa que, así como la Deuda emitida para financiar inversiones en Nebraska tiene el mismo tipo de interés que la emitida para inversiones en Nueva York, porque el emisor el mismo, la emitida para inversiones en Alemania debería tener el mismo rendimiento que la destinada a inversiones en Grecia porque también habría un solo emisor.

Esa idea tuvo inmediatamente el rechazo frontal de Alemania y el hipócrita y cínico disgusto teórico de los países pobres, todos se pusieron de acuerdo tan inmediata como repetidamente en que eso de los eurobonos no era la solución, para alegría de unos pocos y llantos de cocodrilo de los demás. Aún está por ver una explicación clara de por qué se rechazó esa idea, ni la habrá, sencillamente porque no hay ninguna justificación lógica de ese rechazo que no vaya contra la esencia misma del deseo de la construcción europea. Se nos dice que los Eurobonos no los quiere nadie, pero sería más cierto decir que no los quiere ningún político europeo porque ningún político europeo actual quiere de verdad la Unión Europea.

En este patio de Monipodio en el que convivimos, nuestros representantes sólo mantienen un ideal unánime: ni una cesión más de soberanía, ni una limitación de prebendas para los prebostes comunitarios, ¡Hasta ahí podíamos llegar! ¿Con qué derecho puede una autoridad europea autorizar o no la emisión de Deuda Soberana en un país? A ver si va a resultar que, de verdad, nos convertimos en una Unión Europea y por tanto tenemos que liquidar unos cuantos millones de políticos cada uno de los cuales dejaría de ser centro de atención de una corriente de intereses.

Cuando un político deja de tener la llave del dinero, deja de tener poder, ya no es un VIP, es un servidor público y eso, de verdad, no se lleva nada en países no anglosajones. Por ese camino acabaríamos viendo al frente de los partidos y en el rectorado de las Universidades a empresarios triunfadores que, al final de su carrera trabajarían para la comunidad devolviendo lo que ésta les dio para conseguir su éxito, o en los Tribunales como jueces a grandes abogados que también habrían querido acabar sus vidas profesionales defendiendo a la sociedad como antes defendieron a sus clientes. Faltaría más ¡qué horror! ¿Se imagina alguien a Amancio Ortega al frente del Ministerio de Industria o a Juan Roig del de Comercio?

Lo que pasa en Grecia es simplemente la consecuencia de un abuso reiterado por parte de sus dirigentes de la confianza que supone ser miembro de un club, y, afortunadamente, sólo ha alcanzado esos niveles en ese país, la tormenta podía haber sido mayor y, si no se ataja pronto y duramente el problema, lo será. Cualquier perdón, quita o discriminación positiva para con la Deuda griega, obligaría a hacer lo mismo con la de cualquier otro país, por ejemplo con la nuestra, y sería el fin del euro y de la idea de Europa. Grecia está abocada al corralito o a la salida del euro, que la mandaría a la Edad Media. No es ahora el tiempo para demagogias ni hay en Europa dinero para financiarlas, aunque nos sobre buenismo para compartirlas.

Como dijo el ministro alemán de Finanzas recientemente, cualquier promesa electoral debe sustentarse en financiación obtenida por quien promete, no por terceros.

Existe en Derecho la incapacitación por prodigalidad, aplíquese en la Unión Europea, regúlese la facultad de emitir Deuda Pública, construyamos de verdad una unión fiscal, que los políticos se dediquen sólo a negociar la distribución para cada zona de los fondos obtenidos por emisión de Deuda Europea Unificada, como la pelean Nebraska y Nueva York.

Si no queremos que el día de mañana vuelva a suceder algo similar a lo que hoy pasa en Grecia, en cualquier otro país, implantemos los Eurobonos, que sólo Europa pueda emitir Deuda y destinar su importe a inversiones en toda la Comunidad, empezando probablemente con inversiones en Grecia, como si hubiera padecido un terremoto o una catástrofe natural o como el padre del hijo pródigo que sacrificó el ternero mejor cebado cuando éste volvió a casa. Y que sean los propios griegos quienes decidan si procede llevar a cabo acciones de responsabilidad contra los políticos que los han hundido.

Seguiría habiendo Deuda emitida por los diferentes Estados, pero tendría difícil acceso a los mercados, no podría competir con los Eurobonos, su suscripción y negociación raramente saldría del ámbito doméstico. Australia y Canadá, por ejemplo, son países prósperos, ricos y serios ¿Qué peso tiene su deuda en los mercados?

Y tranquilos, que hay para todos, las emisiones de Eurobonos podrían superar con mucho la suma de la Deuda actual de todos los países de la zona euro, probablemente diera incluso para canjear toda la Deuda viva actual a tipos no penales. El volumen de la Deuda pasaría a ser un problema casi secundario. Con un mínimo muy mínimo de sensatez en su emisión, conseguiríamos incluso no tenerla que amortizar nunca, como nunca se ha amortizado ni se amortizará ninguna emisión de Deuda de Estados Unidos, simplemente se paga con el importe de nuevas emisiones y ningún suscriptor importante va a exigir su pago inmediato, porque se arriesga recibir ese pago en una moneda que habría sufrido una tremenda devaluación como consecuencia de la emisión de moneda necesaria para satisfacer su petición.

Pero para eso también habría que reinventar el Banco Central Europeo, haciéndolo una institución autónoma e independiente, preocupada más por la salud de los europeos que por la del euro, dispuesto a intervenir en los mercados y a doblar el espinazo a cualquier especulador que tratase de llevarle la contraria, nadie tiene más dinero que el que lo fabrica. Y, si se sabe que puede actuar, no será nunca necesaria su intromisión forzada en el mercado, como el matón que, colocando su garrote en la mesa, sabe que no tendrá que usarlo.

Grecia va a incurrir en default porque su Deuda se emitió en Atenas y la imprenta está en Frankfurt. Si queremos que éste sea el único fracaso, hagamos que el lugar de emisión y la imprenta estén en el mismo sitio y dependan de la misma autoridad, de lo contrario resulta, como sucede ahora, que nos encontramos con que nuestra Deuda no está nominada en nuestra moneda porque, de verdad, no tenemos moneda propia.

Acabaríamos con la prima de riesgo, dejaríamos de ser pseudocolonias de Alemania, los empresarios podrían financiarse a los mismos tipos en toda Europa, de verdad tendríamos un mercado financiero unificado, ya nos faltaría muy poquito para ser una sola nación. El euro sería de verdad un dólar cambiado de continente y no, como ahora, un marco cambiado de nombre.

Europa tiene demasiada historia, hay demasiadas rivalidades ancestrales y conflictos ente los diferentes países y por ello, a las primeras de cambio, salen a relucir reacciones xenófobas o incluso racistas entre nosotros. Es frecuente, casi normal, echar la culpa de los problemas de la Unión Europea a los actos del otro, hoy Grecia, otras veces Italia, Irlanda, etc. así no hablamos de nuestros propios defectos. Es fácil pensar que los buenos somos nosotros y que la culpa de lo que nos pasa está en actos de los demás, en las malas compañías que nos llevan al desastre.

Pero eso es bastante injusto, no somos naciones buenas acompañadas de otras que no lo son, somos ciudadanos buenos frecuentemente regidos por políticos miopes, egoístas y mediocres, sombras de aquellos líderes que gobernaron los diferentes países en los años 50 y 60 y que imaginaron una Europa unida. Los actuales confunden el bienestar común con el mantenimiento de su poder y, en defensa del mismo, hace tiempo que dejaron de querer una real Unión Europea y ni siquiera dudan en ponerse prácticamente a las órdenes del único que de verdad tiene las ideas claras, Alemania, que tampoco tendrá interés en una Europa Unida mientras siga siendo el único que tenga las llaves de la imprenta, es más cómodo ser jefe que socio. Las malas compañías no son nuestros vecinos, son nuestros gobernantes que no desean perecer en ese océano igualitario de la Unión.

Joaquín Osuna Costa

Agente de Cambio y Bolsa

Notario

Febrero 2015

Leganés. Auditorio Padre Soler.

Leganés. Auditorio Padre Soler.

LOS INCONVENIENTES DE QUEDARSE A MEDIAS

LOS INCONVENIENTES DE QUEDARSE A MEDIAS

(¿W u O?)

 

Joaquin Osuna Costa, Notario de Leganés (Madrid)

y Agente de Cambio y Bolsa

Siempre hemos sido todos seleccionadores de fútbol, pero ahora somos expertos también en Economía, microbiología, geopolítica y, por supuesto cambio climático y ecologismo. Cuando ORTEGA constataba, hace ya 85 años, la rebelión de las masas, no podía imaginarse hasta qué punto iba a llegar esa insurrección, ya no es que algunos espectadores se suban al escenario, es que todos estamos en él aleccionando a un vacío patio de butacas.

Y si esto sucede en todos los aspectos de la Sociología y de las Ciencias, es lógico que no sea una excepción la Economía, que, por su propia juventud, no ha consagrado todavía excesivos dogmas. Uno de ellos sin embargo era que, en Política Económica, la política fiscal y la monetaria eran como dos ruedas de una misma bicicleta y, para circular por una senda económicamente correcta, era necesario por lo menos que fueran en la misma dirección, por lo que ambas debían estar bajo una sola autoridad soberana en la adopción de medidas. Sin embargo, cuando se creó la unidad monetaria en Europa, se consideró que ese dogma de unidad decisoria era prescindible, no pareció ningún anatema unificar la política monetaria, que eso supone crear una moneda común, sin unificar la política fiscal de las naciones miembros de la Comunidad Europea. Simplemente se establecieron unos criterios de austeridad fiscal, de reducción de déficit, necesarios para poder acceder a esa nueva moneda en el momento de su creación, todo ello a modo de una instantánea, un posado al que se prestaron, muy bien maquillados para el evento, los países que unificaban sus monedas en el euro. Pero no se previó ninguna expulsión del club, con lo que, al día siguiente, empezó el proceso de desarmonización fiscal en un torpe, insolidario y egoísta proceso, por el que cada Estado, que tanto había presumido de unidad la víspera, comenzó a separarse de la senda fiscal común en busca de beneficios particulares, casi nunca económicos, casi siempre políticos, a corto plazo para él y/o sus gobernantes, muy conscientes que la severidad fiscal no es precisamente lo mejor para conseguir votos.

En ese proceso resultó que Gran Bretaña prefirió darse mus, ignoró la unidad monetaria y escogió seguir siendo soberana en su moneda y en su política fiscal, con excelentes resultados como se ha visto. Lo que en su momento se vio como un error histórico consecuencia de su soberbia, ha resultado ser una decisión muy benéfica tanto para el Reino Unido como para el resto de la Comunidad, ha seguido una política económica autónoma y ha defendido sus propios intereses sin que esa defensa supusiera pisotear los ajenos.

Porque los países de la zona euro se plegaron como papanatas a los deseos de Alemania, maestra desde 1930 en adoptar una política monetaria restrictiva, defendiendo siempre más su moneda que a sus ciudadanos, convencida, con tozudez teutona, de que el enemigo es la inflación y que su divisa, marco o euro, tanto da, es como la acción de una empresa de la que se es socio: si sube en su cotización es que está bien gestionada, si baja es síntoma de que algo se hace mal. Esa dura política dio buenos resultados en Alemania y convenció, me gustaría saber por qué, a todos los demás socios de que si, primero, premisa mayor, Alemania no la había cambiado en 80 años y, segundo, premisa menor, Alemania es un país próspero, podía deducirse como conclusión del silogismo que la adopción sin modificaciones de esa política y su mantenimiento en el tiempo, caiga quien caiga, redundaría en la prosperidad de toda la zona euro.

Nadie pareció creer que la prosperidad alemana no fuera consecuencia de su política monetaria. No se pensó, ni por lo visto se piensa ahora tampoco, que esa prosperidad es la resultante de la honestidad de sus políticos, de su política de constante inversión en I + D +I, de su tejido industrial derivado de ello, de la calidad de sus Universidades, de las virtudes de un pueblo educado en el trabajo, austero y disciplinado, capaz de superar los mayores desastres.

Su política monetaria es fruto del deseo, marcado a fuego en la conciencia individual y colectiva de ese pueblo, de nunca más repetir la experiencia vivida en la gran inflación de entreguerras, la única vez en la historia en que los alemanes perdieron la esperanza en un futuro mejor. Para la memoria histórica de ese pueblo es más trágica esa inflación que la postguerra del 45, porque de la segunda nunca dudaron que saldrían, entre otras cosas porque asumieron que, sin aquella hiperinflación, nunca habrían caído en el mesianismo que llevó al nazismo al poder y, por tanto, tampoco hubieran padecido las desgracias de la segunda guerra mundial. No es por tanto su política monetaria restrictiva la causa de que se cree riqueza en Alemania, es, todo lo más, la condición necesaria para que esa riqueza no se destruya en la tragedia de una nueva guerra y para que se mantenga y no se volatilice en el éter de la inflación, la inflación baja, por sí sola, no crea riqueza, pero mantiene el valor de los bienes.

Se creyó que la política monetaria alemana era la panacea para toda la zona euro, esa creencia fue y es, incluso en una época antidogmática como la actual, un auténtico artículo de fe. Pero, en mi humildísima opinión, pensar así es igual que creer que empadronarse en Mallorca es suficiente para jugar al tenis como Moyá o Nadal. La baja inflación y el mantenimiento del cambio o la revalorización de la moneda son una maravillosa hucha donde guardar la riqueza, pero hay que saber o poder crearla.

Volvamos la vista atrás de nuevo: los deseos de crear una moneda única no se debieron a voluntad de crear una real unión entre todos los países, esa voluntad no ha pasado nunca del nivel de la demagogia de los políticos, acompañada de actos de los mismos conducentes a todo lo contrario. La unión europea sigue siendo sólo una unión de mercaderes, los deseos de unificar moneda no tenían como fin la cohesión europea, sólo buscaban la agilidad en el comercio, tanto intereuropeo como entre Europa y el resto del mundo, usando moneda propia en las transacciones y la accesibilidad a los mercados internacionales de títulos nominados en moneda nacional.

El primer sistema de pseudo unión monetaria se produjo con el ECU, una cesta de monedas europeas utilizada para transacciones internacionales y para emisión de empréstitos por Estados y grandes corporaciones. No era una moneda nacional pero tampoco era del todo extranjera, fue un exitoso primer paso que condujo a la invención del euro, que no buscaba ser un ECU cambiado de nombre sino un dólar cambiado de continente.

Y así, mal que bien, se inició la senda de la moneda única europea, y todos salimos ganando con ello, los países fuertes de la Comunidad accedieron a los mercados en mejores condiciones que antes, porque para poder endeudarse en moneda propia no sólo es necesario que se trate de una moneda fuerte, sino, además, se requiere que sea una moneda abundante, por lo que el euro era mejor acogido que el marco o el franco. Los países débiles, los cuatro cerditos, y los pequeños, pudimos por primera vez acudir a esos mercados internacionales endeudándonos en moneda propia y no en dólares o yenes y todos conseguimos comerciar entre nosotros sin necesidad de cambiar de moneda e incluso utilizar la nuestra, el euro, en transacciones con Estados no miembros de la Comunidad Europea.

A todos los políticos europeos se les llenó la boca manifestando que era el primer paso auténticamente importante para conseguir la real unión política europea, el primer peldaño en el camino a dar a luz los Estados Unidos de Europa, pero no era cierto, ningún político europeo del siglo XXI desea de verdad eso, se producirían demasiadas reducciones de poder, de cargos y de prebendas que, desgraciadamente, suele ser lo primero que valoran los presuntos servidores públicos europeos.

La consecuencia fue que, lógicamente, tras recibir todos los gobernantes los aplausos consecuencia del éxito y ventajas del euro, y, conscientes todos ellos de que ahí se acababan los deseos de unión, abandonaron la soberanía en política monetaria y se dedicaron a gestionar una política fiscal muy expansiva consecuencia de aprovechar su acceso por primera vez de forma libre a mercados financieros que antes tenían vedados, como un niño al que se le deja sólo en una juguetería. El euro se convirtió en el cuerno de la abundancia para todos los países y el nivel de endeudamiento en la zona euro creció de forma exponencial[1], los niños aprovecharon bien la incursión en la juguetería.

  Millones € % PIB € Per Cápita
1998 4.359.035 € 72,80% 13.926 €
1999 4.617.797 € 71,60% 14.702 €
2000 4.694.190 € 69,20% 14.883 €
2001 4.831.627 € 68,20% 15.243 €
2002 4.987.995 € 68,00% 15.641 €
2003 5.223.859 € 69,20% 16.277 €
2004 5.473.233 € 69,60% 16.943 €
2005 5.729.915 € 70,30% 17.641 €
2006 5.884.123 € 68,60% 18.018 €
2007 5.994.512 € 66,40% 18.249 €
2008 6.489.962 € 70,20% 19.668 €
2009 7.135.458 € 80,00% 21.564 €
2010 7.833.349 € 85,40% 23.597 €
2011 8.227.833 € 87,30% 24.717 €
2012 8.600.983 € 90,60% 25.768 €

 

Era una gran fiesta, en la que se divertían tanto los ricos como los pobres, o quizás más los primeros, porque sin esa inundación de liquidez nunca hubieran podido vender sus productos a los pobres.

Era el paraíso del político: inflación controlada, financiación asegurada a buen precio, sin tener siquiera que ser fiscalmente restrictivo, el euro era una maravilla.

Tan contentos estaban que no dudaron en ceder el control de la política monetaria a Alemania, si todo va bien para qué cambiar, y no pareció darse cuenta nadie de que someterse a los criterios monetarios de un solo país suponía entregarle una porción de soberanía. Lo que hicimos no fue unificar nuestras políticas monetarias, en lugar de eso nos pusimos firmes y en el primer tiempo de saludo a las órdenes de Alemania. Dejamos de ser sus socios, nos convertimos en sus colonias. No hubo el más mínimo debate, no se estudiaron ni previeron las consecuencias de aplicar semejantes rigideces monetarias a países cuyas economías eran absolutamente diferentes de la alemana y cuya tradición era cabalmente la contraria.

Porque conviene no olvidar que la política monetaria alemana es única en el mundo mientras que Alemania no es el único país económicamente desarrollado, no está, pues, tan claro que su política sea la única aceptable y ni siquiera que sea exportable.

Las consecuencias de ese colonialismo pronto se hicieron notar, las metrópolis no suelen ser muy amables con sus colonias. Mientras duró la bonanza no hubo problemas, el endeudamiento de los pobres permitió comprar a mansalva productos a los ricos, quienes a su vez también se endeudaron a tipos inferiores a los que conseguían anteriormente en sus monedas y/o sin el riesgo de endeudarse en divisas extranjeras.

Hay un principio, un dogma en materia de Deuda Pública, del que nadie habla: CUANDO UN ESTADO CONSIGUE COLOCAR SU DEUDA, NOMINADA EN SU PROPIA MONEDA, EN LOS MERCADOS INTERNACIONALES, NUNCA TENDRÁ QUE PAGARLA POR GRANDE QUE SEA SU VOLUMEN. Por ejemplo, la Deuda en dólares que permitió a Estados Unidos financiar la 2ª guerra mundial, sigue ahí, y constituye una ínfima parte del total de la Deuda viva de ese país. Ningún acreedor será tan tonto como para exigir el pago, porque mientras el emisor tenga imprentas, no le costará nada pagarla y el deudor cobraría en una moneda que, por su culpa, estaría infinitamente devaluada. El default sólo se da en países de segunda división que, para acceder a esos Mercados, deben nominar su Deuda en moneda extranjera que no podrá crear en sus imprentas.

Cuando comenzaron los problemas financieros en el mundo en 2007 se produjo una caída espectacular de cotización de la Deuda en euros emitida por los Estados pobres de Europa, abriéndose una brecha enorme con la deuda de los ricos, elevando la prima de riesgo a niveles que suponían el default de Grecia, Portugal, Irlanda y casi la nuestra y la de Italia. Podía haberse evitado unificando toda la Deuda en Eurobonos, pero la Metrópoli prefirió oponerse y seguir gozando de su baratísima financiación, ampliando así el diferencial con los países en problemas, a los que además, se abroncaba por haber hecho las cosas mal. Alemania era el único Estado que se beneficiaba de ese principio universal de impago de la Deuda de los países solventes. Al confiarle la Política Monetaria resultó que era el único en la zona euro que podía disponer a voluntad de la imprenta, los demás nos encontramos con una enorme cantidad de Deuda en moneda casi extranjera, empezamos a ver que la refinanciación nos costaba cada vez más cara, se estableció una carga sobre los pobres mayor que sobre los ricos, carga que no podía reducirse con devaluaciones.

A todos los países en problemas se nos aplicó la misma receta: recortes brutales del gasto público y subida de impuestos, es decir, políticas fiscales restrictivas, unido todo ello al encarecimiento del tipo de interés de nuestra deuda, cuando no de la imposibilidad de colocarla en el Mercado. Consecuencia: freno a las importaciones, sin caer en que, a la larga, es decir, ahora, eso haría caer en recesión a los ricos exportadores. La Metrópoli deja de vender a sus colonias porque éstas no pueden pagarle y las colonias tampoco pueden vender sus propios productos a la Metrópoli por la propia recesión de ésta.
Ya llevamos dos crisis seguidas, la famosa W, y tiene pinta de que llevamos camino de una tercera. Puestos a elegir letra, ya no nos sirve la W, mejor la O, más representativa del círculo vicioso en el que parece que nos encontramos.

Y ese movimiento circular origina fuerzas centrífugas, crece el euroescepticismo como crecen los nacionalismos en los diferentes Estados, se nos habla tan incesante como demagógicamente de una presunta unidad que no se ve por ningún sitio, porque la sensación es que los países miembros de la Comunidad no son nuestros socios sino nuestros competidores. En estas épocas de crisis no se ve solidaridad paneuropea sino una especie de sálvese quien pueda. Aquí y ahora vale todo, incluso vale maquillar hasta la falsedad las cuentas públicas tratando de ocultar la realidad a los socios.

Saldremos de esta crisis, de hecho estamos saliendo. Desde Moisés se cumplen los ciclos de siete años de vacas flacas y otros siete de gordas, y estamos acabando el séptimo de flacas, pero salimos a mucha más distancia de los líderes, Estados Unidos y China de la que nos sacaban al empezar.

La crisis ha sido un vendaval que ha levantado la camisa de la Comunidad Europea exhibiendo sus vergüenzas. Ha quedado evidente que hemos quedado a mitad de camino en el proceso de unidad, y digo nos hemos quedado, no digo que estemos, la situación actual va para largo. Nadie va a hacer nada para democratizar la toma de decisiones monetarias, aquí manda uno y punto. Además, los intereses de la clase política europea nos harán quedarnos aquí indefinidamente porque cualquier progreso hacia la unidad producirá una reducción exponencial de personas con poder, sueldos y prebendas, que desde el tratado de Roma no han parado de crecer. El actual sistema de unión monetaria con mantenimiento de los Estados y sus poderes fiscales es el paraíso de PARKINSON, el mayor ejemplo imaginable de pirámide burocrática creciente, que puede acabar asfixiándonos. Así no vamos a ninguna parte y si nos quedamos aquí la decadencia europea será inevitable. Nuestro futuro será el de convertirnos en un parque temático para vacaciones de americanos y chinos.

Sólo hay dos soluciones y ambas pasan por una premisa básica: que nuestros gobernantes sean democráticamente elegidos por nosotros, no como ahora que quienes rigen nuestra política monetaria son elegidos por los ciudadanos de uno sólo de nuestros socios/competidores por lo que las medidas adoptadas por ellos lógicamente buscan favorecer principalmente a sus electores.

La primera solución sería volver atrás, ser de verdad insolidario, recuperar la soberanía monetaria, arreglar nuestros problemas de la única forma que tradicionalmente sabemos hacerlo, a base de devaluaciones que hagan atractivos nuestros productos por precio ya que no lo son por calidad, acabar con la tiranía monetaria impuesta, reconducir la Unidad Europea a sus orígenes, es decir un mercado comunitario con libre circulación de mercancías y un fuerte arancel común y punto final. No aspirar a más. Cada país tendría otra vez su moneda y podría competir con los otros con medidas fiscales y monetarias, como un boxeador con dos puños, no como ahora que sólo tenemos uno, mientras Alemania tiene dos.

Quizás imaginar seriamente esa posibilidad haga comprender que, en esa situación, todos saldríamos perdiendo, y digo todos, posiblemente a prorrata del tamaño de cada Economía, es decir más pérdidas para los países ricos que para los pobres. Un endeudamiento como el que ahora tiene Alemania no se podría mantener con títulos emitidos en marcos salvo a tipos de interés muchísimo más elevados, y del proceso saldría un marco muy revaluado que dificultaría sus exportaciones.

La segunda y mejor solución, desde luego, sería transformar las fuerzas centrífugas en centrípetas, parir de verdad los Estados Unidos de Europa, con un único Gobierno y un Parlamento elegido por sufragio universal, un Presupuesto, una Agencia Tributaria, un Banco Central, una Diplomacia y un Ejército también únicos y una Deuda común, que nunca habría que pagar, y, como consecuencia de todo ello, con unos cuantos millones menos de burócratas.

Y es muy urgente, no podemos seguir en este impasse. Desde luego que ese proceso unificador absoluto no se puede hacer en un día, llevará muchos años, pero hay que empezarlo, urge la adopción de decisiones que nos comprometan seriamente a ello y que se inicien pasos en esa dirección, quizás tan espectaculares como la elaboración de una auténtica constitución y un referéndum paneuropeo aprobándola. Es necesario caminar en ese sentido para que Europa renazca económicamente y tenga en el concierto de las naciones el auténtico puesto de liderazgo que por historia y cultura le corresponde.

Joaquín Osuna Costa
Agente de Cambio y Bolsa
Notario
Agosto 2014

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